lunes, 20 de abril de 2015

RESPIRAR


No te llamo para nada, solo para charlar
Anita Noire


Vuelve a sentir el pinchazo y automáticamente se lleva la mano a la cabeza.  Como sabe cómo pincha lo que no debería de pinchar, respira y piensa que debe poner orden en los armarios. Éste no es el mejor momento para que nada picotee por arriba. Por fin tiene una cita y hora con la Notaría. Lo primero es primario y lo segundo principal. Cambiar la penúltima voluntad no es cualquier cosa aunque al final resulte que tu última voluntad (esa que creíste penúltima en lo esencial) se la acaben pasando por el arco de triunfo todos los que vienen detrás.  Ha encargado que pinten su casa y, aunque lo mantiene en secreto, se quiere ir de viaje antes de que termine esta tibia primavera. Así que se rasca la cabeza, arriba y abajo, mientras coloca bajo la lengua un analgésico que no va a hacer nada pero que amagará momentáneamente el pantano que crece, a su aire, sin ningún respeto, por algún lugar de su cabeza. 




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