lunes, 3 de agosto de 2015

LUNES




«Las formas en que las cosas son superficialmente similares pero también distintas es interesante para mí».
Richard Ford



Primer lunes de agosto, un lunes tan bueno o tan malo como otro cualquiera, que solo se distingue por ser lunes de pendencia, lunes de suspenses, de suspensos, de llamadas a teléfonos que no contestan, de correos que vienen devueltos por destinatarios que se ausentan hasta que el calendario no de más de sí, o hasta que la tarjeta de crédito reviente. Lunes de borrones húmedos, de deserciones inesperadas, de poca contención, de alzar los hombros en un gesto que lo dice todo, que lo comprende todo porque nada se intuye. De cafés aguados y granizados tardíos, de aroma a brea y a jazmín.

Lunes al sol, para algunos, a la sombra para otros, y en el limbo para los que pendemos de todo. Y aunque es un día tan bueno o tan malo como cualquier otro, las horas pasan lentas sin terminar de poner fin a este lunes, que podría ser como otro cualquiera pero no.





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