jueves, 30 de junio de 2011

FRAGILE


Los lugares más seguros del mundo no se encuentran señalados en ningún mapa. Puedes intentar trazar rutas imaginarias a territorios recónditos, cobijarte en plazas apacibles pero puedes tener la certeza que, en ninguno de ellos, no  encontrarás la calma, el sosiego,  que demandas.  
Sólo una brújula imantada con el roce de su piel te llevará al único refugio vital que existe, y ese no es otro que el abrazo de la piel amada.

© Fotografía naq


miércoles, 29 de junio de 2011

Y SI MUERO, QUE SEA ASÍ, CON CHET BAKER EN MI


Puedo desmayarme, sin sentir verguenza ni rubor alguno, ante la susurrante voz, ante los solos de trompeta, de Chet Baker. Si la fascinación por algo, por alguien, roza la locura es precisamente esa entrega incondicional de mis sentidos a la acariciante voz de Baker.  Es lo irracional de esta loca fascinación lo que la convierte en única. 

Tengo sobre la mesa una copia de “Let’s Get Lost”, un tesoro. Son incontables las veces que la he visto. Puedo repetir una y otra vez. Consigo sumergirme en el mundo de Baker, como un espía medio oculto, mientras me revuelvo en el sofá acorde tras acorde; palabra tras palabra, y observo bajo una fascinación inexplicable a un genio ahogado por su propio talento. 

Pienso en azul y me invade un ataque de melancolía superlativa incrementada por los acordes de “The Thrill is gone”. 

Enrevesados universos, malditos y descreídos que el tiempo entrecruza hasta dejarnos en un caótico estado vital.

Tomo nota, mi caos, su caos, nunca sería el mismo sin Chet Baker. Dejaré que me robe el alma y un poco más, si lo acompaña de “I fall in love too easily” y me susurra, cerca, muy cerca “time after time”.


martes, 28 de junio de 2011

UN INCREIBLE DÉJÀ VU

 

Escogí esta fotografía con toda la intención. Cuando la mostré, como la imagen que iba a presidir y a acompañarme, a partir de ese momento, en las incontables horas que  allí iba a pasar, nadie comprendió por qué escogía una que parecía totalmente desenfocada. 
Tuve que precisar que "no parecia desenfocada" sino que estaba "especial e intencionadamente desenfocada". Me encantó y me encanta.

Hace ya mucho tiempo que empecé a desconfiar de lo que es aparentemente perfecto, de lo que se nos muestra como modelo de algo, de lo que pretende darnos una vacua imagen ideal. Eso, por lo general, no dice nada. Lo aparente acostumbra a ser irreal.

Escogí, enmarqué y coloqué en un lugar privilegiado una imagen totalmente deformada de algo increiblemente geométrico. ¿Incomprensible? No, simplemente quise tener conmigo, cerca, algo tan gráfico como esta fotografía para que me recuerde que mis ojos pueden deformar, formar y reformar y que eso, precisamente eso que moldee, será lo que yo viva.

Miro cada día, en muchos momentos, esta fotografía. Me ayuda a no olvidar que para los demás, puedo convertirme en un borrón, en la deformación de lo que soy, en un borrón incomprensible pero que, pese a ello, a la deformada imagen, soy lo que soy.

Roxy Music & Brian Ferry - More Than This


lunes, 27 de junio de 2011

COSAS CON IMPORTANCIA

 

Cuando uno enferma de algo grave genera a su alrededor una corriente en la que se mezcla la compasión, la pena, pero también la solidaridad y el apoyo incondicional de algunas personas. 
Cuando uno enferma,  por lo general, su enfermedad  pasa por delante de todo y la padece en compañía de los más cercanos. Durante la enfermedad, uno pasa sus más y sus menos, sus dolores, sus disgustos, sus momentos deprimentes y, salvo que esté rodeado de desalmados, acostumbra a encontrar la comprensión de los que tiene cerca. Pero, por lo general, al lado de una persona que sufre una enfermedad grave se encuentra los que a su lado, por mor de la propia gravedad, se convierten en personas invisibles, cuyas vidas pierden importancia frente a la terrible situación del otro. Pocas veces se comprenden las angustias, las depresiones, las desesperaciones del que acompaña al enfermo. Por lo general, también, somos muy poco comprensivos con los que cuidan a quien en ese momento lo precisa.  Y la incomprensión es tal que pocas veces el que sufre el daño colateral de la enfermedad de otro (perdida de la propia vida a favor de la del otro) tiene ni siquiera derecho a decir que está cansado, que está triste, que tiene ganas de salir corriendo (y no lo hará nunca) o que echa de menos que, simplemente, alguien le pregunte, a él, ¿Cómo está?

Acompañar a una persona que sufre una enfermedad grave es duro, muy duro. Deberíamos aprender que las enfermedades arrastran no sólo al que la sufre sino a los que viven, conviven, con el que las padece. Hay enfermedades devastadoras más allá del propio enfermo.

Escribo esto pensando en Carlos. Apenas dos minutos de palabras cruzadas para preguntarle cómo está “él”, porque “él” también importa.
© Fotografía naq

domingo, 26 de junio de 2011

NADIE DEBERÍA MORIR EN DOMINGO

 Alguien tendría que anotar, en cualquier sitio, pero en uno que, quien mueve los hilos de todo esto lo viera, que nadie debería morir en domingo.

---------------------------------------------------------------------
"Ara es demà. No escalfa el foc d’ahir
ni el foc d’avui haurem de fer foc nou.
Del gran silenci ençà, tot el que es mou
es mou amb voluntat d’esdevenir.

I esdevindrà. Les pedres i el camí
seran el pa i la mar, i el fosc renou
d’ara mateix, el càntic que commou,
l’àmfora nova plena de bon vi.

Ara és demà. Que ploguin noves veus
pel vespre tèrbol, que revinguin deus
desficioses d’amarar l’eixut.
Tot serà poc, i l’heura i la paret
proclamaran conjuntament el dret
de vulnerar la nova plenitud."

-Ara es demà-

Giovanni Battista Pergolesi - Stabat Mater Dolorosa


 

jueves, 23 de junio de 2011

A TI

 
Cuando leas esto, estaré lejos. No demasiado. 
Estaré sentada frente a una hoguera, escuchando las historias que, año tras año, nos contamos los unos a otros mientras miramos las llamas que se llevan con ellas algunas cosas. Exorcizamos con imaginación ignifuga lo que de otro modo no podemos quemar.

Cuando leas esto, estaré pensando, mientras sostengo una cabeza diminuta sobre mis piernas, que hay momentos que no deberían terminar nunca, experiencias que no deberíamos perdernos jamás; que sabernos queridos es lo mejor que nos puede pasar y que querer, sin duda, es uno de los ejercicios cardiovasculares más estimulantes. Y si has llegado hasta aquí debes saber que mientras lees ésto, posiblemente esté sosteniendo entre los dedos una bengala que se consumirá en escasos minutos hasta desaparecer. Pero espero que hoy, mientras contemplo las sombras que los picos proyectarán sobre cada uno de nosotros, sentada frente a una hoguera majestuosa, compartiendo las risas que nos trae la noche, recuerdes que lo quemado siempre deja cenizas y que ésas, a veces soy yo y otras veces eres tú.
Que tengas una buena noche, o un buen amanecer.
PD.: Las tecnologías avanzan que son una barbaridad.Queda el automático puesto.

miércoles, 22 de junio de 2011

PENSAMIENTOS Y PAJAS MENTALES (III)


He estado visionando unos videos sobre el comportamiento humano. Me interesa saber en que momento los niños tienen consciencia del tiempo, saber cuando son capaces de comprender que el tiempo transcurre y que ellos, al igual que los adultos, se mueven a través del él ¿O es el tiempo el que transcurre a través nuestro? Nunca lo tengo claro. Cosas mías, otra rareza más.
Para los niños pequeños el tiempo es un esfuerzo titánico, esperar un tiempo determinado a algo o alguien, que no sea inmediato, es una especie de tormenta ansiosa. Por lo general, tienen poca espera y sólo cuando consiguen entretenerse durante ese impás, su angustia disminuye, incluso desaparece.
Contrapongo lo visto a la actitud de los adultos, y salvo por la falta de consciencia del transcurso del tiempo en los niños, no somos tan distintos. Nos ponemos ansiosos, nos angustiamos, nos aceleramos al ser conscientes del tiempo que tiene que transcurrir para alcanzar o alejarnos de algo o de alguien.

Es así, el tiempo transcurre para todos, para los niños y para los que comenzamos el descenso de la colina vital. La diferencia fundamental, entre ellos (los niños), y nosotros (los adultos), es la distinta manera de ocupar ese tiempo de espera. Nunca he visto a un niño hacer un solo acto que le desagrade mientras se encuentra a la espera, salvo que se lo imponga un adulto. Por el contrario, los mayores, por mor de que ese tiempo transcurra, más rápido o más lento, somos capaces de hacer las estupideces más dolorosas del mundo.
Los actos de los niños pocas veces tienen consecuencias de gran transcendencia sobre su propia vida. Los nuestros, aún en momentos de fugaz transito, siempre las tiene.
Quizá por eso empiece a replantear los tiempos de espera y me convierta en una criatura que pierde la consciencia del tiempo. No estaría mal.
© Fotografía naq

MUSICALIDADES MUSICALES


05:00 a.m. –The Pretenders – Radio – ducha  
The Pretenders - Don�t get me Wrong 
06:13 a.m. – Crowed House – IPod –metro BCN- 
Crowed House - Dont Dream Its Over
07:00 a.m. – The Canberries – grabación enlatada –AVE–
the canberries - ode to my family

10:17 a.m. – Harry Connick Jr. – IPod – Taxi Atocha­ –
Harry Connick, Jr. - It had to be you
 1
3:26 p.m. – Editha Gruberova – Spotify ­–Business center­­– 
Giuseppe Verdi - La Traviata - Sempre libera 
15:33 p.m. – Leonard Cohen – IPod– Taxi Pintor Rosales 
Leonard Cohen - Chelsea Hotel No. 2 
16:11 p.m. – Shakira  –Megafonía cafetería Atocha  

Shakira - Las de la intuicion
 
16:42 p.m. – Chet Baker –Ipod- Vagón clase turista 
Chet Baker and Enrico Pieranunzi -
19:23 p.m. – Ray Lamontagne –Ipod–Metro BCN
Ray LaMontagne - So long away
 
20:35 p.m. – Billie Holiday – CD  at home
Billie Holiday - Autumn in New York


 22:59 p.m. – James Morrison –CD at home-
james morrison - The letter

 
 
21 de junio es el Día de la Música

Por lo general presto poca atención a los “Días de..” pero desde ayer me propuse anotar, desde que me levantara y cada vez que me apeteciera, lo que estaba escuchando en cada momento, el lugar y el medio que me la servía. Una tontería, sí. Puede que alguien piense que el día amanecía ocioso, pero nada más lejos de la realidad, pero vivo rodeada de música, así que lo del “Día de…” sólo ha servido para que un día de escándalo, en el que todo ha estado milimetrado, se saliera un poco de esas líneas que forman nuestra cuadrícula diaria.
Voy a terminar el día anotando lo último que voy a dejar sonando antes de dormirme, la voz de Nick Cave. Buenas noches y feliz música.


© Fotografía naq

lunes, 20 de junio de 2011

THINGS ABOUT YOU

 
Acabo de pensar que menuda estupidez es el dejar pasar determinadas cosas o personas de nuestra vida. Algo debe estar pasando por mi dura cabezota cuando, por segunda vez, en lo que va de día, me ronda la misma idea. La primera ha sido repantingada en un banco, en plena Rambla Catalunya, con la compañía de Nacho, uno de mis mejores amigos juventud y ahora vecino por cuestiones laborales, mientras hablábamos de las peripecias de un amigo común que, hace ahora un par de años, decidió hacer el hatillo ratonero, dejarlo todo (y cuando digo todo, es todo), cruzar el charco en busca de aquel que quería ser. Hoy hemos sabido de él.

Mientras descansaba mis pies de unas cuñas mortales y él descansaba la hernia discal que mata su espalda (es un gigante que carga a su espalda, más a menudo de lo que debiera, a sus dos mocosos), una pareja de adolescentes, en el banco de enfrente,  se comía a besos. 
Uno de los dos ha suspirado, no sé si ha sido él, he sido yo, o hemos sido los dos a la vez.

Y así, sin saber cómo, ni las enormes gafas de sol, ni las suyas ni las mías, nos han protegido del deslumbrante mediodía que dos chavales, que se morían el uno por el otro, que han transformado la tarde de dos trasnochados taintantos que, por pura envidia y memoria interesada, han empezado a recordar correrías de mil años atrás, cuando las horas se convertían en minutos, cuando no había un duro, cuando los trabajos más cutres servían para ser más ellos y menos los otros, cuando él se devanaba los sesos intentando conquistar a la más guapa de la facultad (y lo hizo) y ella se devanaba los sesos por intentar conquistar al más rarito que encontró en su camino (también lo hizo). Por un momento, ha salido un sol retroactivo, uno enorme, superlativo. 

En unos días volveremos a sentarnos en el mismo banco, él con la corbata floja y la espalda apretando, yo con los pies descalzos apoyados sobre los zapatos. Puede que otros adolescentes vengan a sentarse frente a nosotros, a recordarnos que nosotros también lo fuimos y que, en nuestro fuero interno, nos morimos por ser como ellos. Puede que, simplemente, nos alegremos de vernos, de saber que la vida no nos ha ido tan mal y que, con suerte, en unos días podremos sentarnos de nuevo al sol del verano, y que podremos invitar a la más guapa de la facultad y al más rarito que ella encontró por el camino para que nos acompañen, también son vecinos. Y volveremos, aunque sea por unos minutos, a ese momento que un día, sin saberlo, congelamos para el futuro.

Pd.: No he hablado de la segunda. Bueno, eso lo cuento otro día.


domingo, 19 de junio de 2011

PASMANDO EN CHINO

Estoy pasando por una fase de “atropello mental”.  Cuando me encuentro a algún conocido y me pregunta qué tal estoy, la respuesta es simple “atropellada”, no hace falta más explicación, sabe a que me refiero.   
Las consecuencias del atropello no son letales, sólo que me dejan el cerebro en un estado absolutamente plano. No hay razonamiento alguno ni posibilidad de que lo haya mientras dure la situación. Ni un solo pensamiento que se salve, simplemente no hay. 
Alguien me dijo una vez que eso no era posible, cuando uno no piensa es que está muerto. Yo no lo creo. Sólo estamos en stand-by. 

¿Qué puede hacer uno con el encefalograma casi plano? Pues lo mejor, optar por la vía de las sensaciones. Así que en esas ando, sintiendo sin pensar. Disfrutando por la vía de la sentidos, de la emoción, del gusto o de lo que sea, de algunas cosas.
Por eso, este fin de semana ha sido una buena cosa. He transitado por este estado con un  placer excesivo. He terminado un par de novelas que tenía aparcadas desde hacía semanas, he releído algunos viejos escritos ajenos, disfrutado de la música que me gusta, reorganizado mis macetas y gozado de una de mis grandes filias, el cine de Darín.
Como no podía ser de otra manera, ha caído “Un cuento chino”, una película con la apariencia de comedia, que de comedia no tiene nada. Una buena película, de verdad, con una historia sobre realidades increíbles, sobre…bueno mejor la ven. Yo sólo le he encontrado un problema, por unos segundos, el atropello ha empezado a diluirse y, sinceramente, me apetecía seguir en plano durante unas horas más. 
Pero he tenido suerte, sólo ha sido un amago. Tras un café al fresco, he vuelto a pasmar, pero no sé lo que este estado puede durar, así que voy a aprovechar el tiempo que me queda, voy a colocarme el Ipod, escuchar a Billie Holiday, releer algunas de las preciosísimas historias que un día escribió un loco y mañana será otro día.
 

jueves, 16 de junio de 2011

DUKAN MON AMOUR (I)


Falta menos de una semana para la verbena de San Juan. Ya saben petarditos, hogueras, amiguetes, copas, risas y lo que se tercie, si se tercia. 
Pues bien, la que suscribe tiene una fiesta, un fiestón, para ser exactos.  Así, una que es una mujer l'Oreal (osea, porque yo lo valgo) ha decidido que esa noche mágica no sólo va a estar estupenda sino que va a estar superior, así que hace unos días compré el archiconocidísimo libro del Dr. Dukan,  que explica, punto por punto los prolegómenos de la famosísima dieta dukan, esa que está haciendo adelgazar a media humanidad (la otra humanidad ya está flaca por necesidad –sí estoy atravesando una terrible época de humor negro) que va a permitir embutir el lorzamen dentro de unas costuras que valen un pastón. 

Ni decir tiene que éste ha sido el libro más fotocopiado entre mis amigas y conocidas.Y es que todo dios quiere la famosa dieta, las consignas de marras, pero ni Blas se compra el libro. El gorreo al poder.

Entrando en harina, de avena, claro, la dieta en cuestión se compone de distintas fases: la primera, que es la que nos interesa ahora, es la  llamada de ataque. El nombre es de lo más apropiado, pues es cierto, ataca los nervios al más pintado. Hay que adquirir distintos alimentos, aditivos y complementos, entre ellos la avena (sí, sí, como la que comen los caballos). De momento, por la falta de costumbre, he confundido los copos de avena con el recomendado salvado de avena, una grave falta. Primera pifia, que sólo podré expiar subiendo y bajando del monumento de Colón no menos de veintitrés veces.
El manual recomienda que en esa primera fase uno se pese continuamente. Dice el doctor que eso genera optimismo y ayuda a continuar la dieta. Automotivación. Vale, yo que me he propuesto seguir las instrucciones a pies juntillas, he cogido  la báscula digital, la del baño, y ahora la llevo en el bolso junto al movil y las llaves de casa. Que tengo un minuto mientras espero el autobús, pues saco la báscula y me peso. Que tengo que hacer fotocopias, pues planto la báscula frente a la máquina y me subo a ella como si fuera una tarima. Todo ello para la automotivación. Voy ganando puntos.
Dice que tienes que comer proteínas, muchas proteínas. Beber agua, mucha agua y comer tortitas, tortitas que previamente habrás preparado con el dolor de tu estómago. Lo que más mola es que por primera vez en mi vida, el ejercicio está contraindicado mientras se realiza esta dieta. Y ahí es donde me he agarrado como a un clavo ardiendo.

Ahora, a diario, cuando llego a mi casa, me tumbo en el sofá, dejo que el gato pasee con mi cepillo favorito entre los dientes (sobre estos avatares ya me referí en otro texto) y espero que por arte de magia mi churri ponga la lavadora, el lavaplatos, haga los baños y me planche la ropa. 
Y no crean que mi sillonball es por vagancia, o por no dar un palo al agua, no. Mi nueva afición es porque Dukan así lo ordena y yo, que tengo que lucir el modelito adquirido para la verbena en cuestión, no estoy para desobedecer al doctor.

Y es que ya lo saben, estamos en épocas de gurús de pichirrí y yo ya me he buscado el mío. Así que sólo puedo decir que el doctor Dukan es mi pastor y su dieta mi catecismo. 
Seguiré informando.


Serge Gainsbourg - Je t`aime, moi non plus

TRISTE INDIGNACIÓN

Ayer se vivió en mi ciudad una de las jornadas más tristes para la democracia y para los que creemos en ella. 
Ayer, casualmente, se cumplían treinta y un años desde la celebración de las primeras elecciones democráticas de este país, tras cuarenta años de una dictadura. Triste casualidad.

He dicho en muchas ocasiones que necesitamos un cambio, nuestro sistema no funciona y la disfuncionalidad no proviene de la maldad intrínseca del mismo, sino de la aplicación y de la interpretación que de él se ha realizado por parte de quienes tienen en su mano nuestro gobierno. 
El movimiento del 15M nació como una buena forma de movilizar todas esas conciencias que, desde hace tiempo, claman por poner fin a la total desconexión entre los intereses de la ciudadanía y sus gobernantes. 


Ayer fue una jornada triste, muy triste para todos. Se ha perdido una oportunidad de oro. La oportunidad de que los movimientos cívicos, que se suponía habían surgido con motivo del 15M, movilicen, con razón, a los ciudadanos de este país para que, de una vez, la voz de todos los que se siente abandonados por el sistema sea escuchada.   
Hoy me siento más lejos que nunca de ese "movimiento" solidario y que hacía resurgir la esperanza. Y me siento más lejos que nunca porque no cabe en mi entendimiento situaciones como las vividas ayer. La sinrazón de la razón.
La imposición de posturas nunca ha sido santo de mi devoción. Y la imposición por la fuerza menos todavía.
 Creo en la democracia y pienso que entre todas las formas de gobierno es el menos mala de todas.
El desconsuelo de la ciudadanía, la desconfianza frente al funcionamiento del sistema está justificada. Es cierto que los políticos de este país, casi siempre, frente a los problemas de los que patean la calle, miran hacia otro lado. Es cierto que trabajan más por sus prebendas y butacones que por las necesidades reales de los ciudadanos pero, aun así, sigo diciendo que la democracia es el peor de los males porque en nuestras manos siempre está la posibilidad de arrojarles de sus butacones y de utilizar un mecanismo que nuestra propia Constitución contempla, la iniciativa popular.
 

Ayer, las inmediaciones del Parlament de Catalunya se convirtieron en un inmenso agujero negro que engulló las buenas intenciones y la esperanzas en el renacer de un cambio.  Estoy convencida que muchas de las personas que allí se congregaron no tenían más intención que la de mostrar su indignación frente al estado actual de este país. Sin embargo,  entre la masa, los incontrolados de siempre, los antisistema que en esta ciudad se han crecido bajo un manto de falso proteccionismo porque nos creemos los más progres del mundo.
Las escenas de ayer nos colocan en una difícil posición ante nosotros mismos y ante el mundo. Vimos a nuestros parlamentarios, los que se han escogido mediante unas elecciones democráticas, entrando escoltados por las fuerzas públicas. Vimos Diputados a los que se les pintó una cruz en la espalda, como a algunos se les sustrajeron sus maletines de trabajo, como sufrieron ser escupidos, insultados, zarandeados. Ayer fue una de las jornadas menos democráticas de las que se han vivido en este país en los últimos años. 
Pero los insultos, la violencia, la coacción con que la algunos actúan no puede arrastrarnos a los demás.
La necesidad del cambio es impone, pero no así, de verdad que no y el problema es que, con comportamientos como los de ayer, acabamos legitimando lo que ayer denostábamos.
Triste día para todos.

arvo part - stabat mater


Fotografías de "La Vanguardia"

miércoles, 15 de junio de 2011

FUSIONES


Quise hacerle un regalo y no llegué a tiempo. Él, sin saberlo, posiblemente sin quererlo, me lo hizo a mi. Llego tarde, como en muchas ocasiones. No puedo enmendarlo, o sí. 

Existen exquisitos retazos de mundo que nos regalan los que son capaces de crear, los que hacen de la belleza y la emoción, un parentesis que nos permiten continuar y descubrir que lo bello y la sensibilidad, por un momento, forman parte de nosotros mismos.  Una momentánea fusión.

Tengo una cita en forma disco, tengo un mundo por descubrir. Tengo suerte.
 


© Fotografía naq

martes, 14 de junio de 2011

RAZONES

 
Encadenó dos palabras y tres razones que no mesuró. Las envolvió en un duro papel de estraza y las entregó dando un puntapié. Ni siquiera rodó. Las palabras gruesas pesan y arrastran el alquitrán del asfalto sobre el que caen.

A sus pies llegó una bola de papel. La empujó con la punta del pie para hacerla rodar. No se movió. La desenvolvió sin saber que, en su interior, el veneno que contenía se había disuelto hasta convertirse en un borrón.
© Fotografía naq

lunes, 13 de junio de 2011

LO QUE YO VEO


Marché, a última hora y de improviso, guardando en la bolsa un billete de ida y vuelta, una reserva en un hotel completamente desconocido, un ejemplar de "Carta al padre" de Kafka y un par de direcciones. 
Un vuelo de apenas dos horas y media y aterricé en la que dicen una de las ciudades más románticas de Europa.

Debe ser que corren malos tiempos para el romanticismo porque  a mí me ha parecido una de las ciudades más tristes que he conocido jamás. Puede que sea el rio Moldava el que imprime ese carácter melancólico a la ciudad, o puede que sea la invisible presencia de los que quedaron por el camino, la que calca esa pátina gris verdosa que todo lo cubre, o puede, tal vez, que sea que no quiero ver otra cosa que la que realmente veo.

Durante tres días, he caminado por el ghetto judío; he estado en el campo de concentración de Terezin; y he recorrido, entre turistas bulliciosos, la sinagoga de Pynkas, descubriendo que cada milímetro de su pared está cubierto por el nombre de los cientos de miles que murieron por el simple hecho de ser judíos. La estigmatización por la estigmatización. 

Vuelvo a casa con el corazón encogido en un puño, con algunas conversaciones inolvidables, un par de direcciones que espero conservar mucho tiempo y un par de libros nuevos, uno de ellos, "No he visto mariposas por aquí", editado por Hana Volavková del Museo Judío de Praga en 1959.

En el vuelo de regreso, echando de menos muchas más cosas de las que quisiera, leo la prensa. Nada ha cambiado tanto. No es demagogia, es la simple constatación de que el hombre está mortalmente enfermo.

Somos capaces de menospreciar, difamar, relegar a la nada a quien creemos no son de nuestra cuerda. Somos capaces de las más sofisticadas crueldades contra los nuestros, somos capaces eliminar a quienes ya no nos sirve a fines inciertos y estúpidos, de despreciar a quienes no nos siguen y de provocar su muerte en todos los sentidos. 
Somos verdugos por acción y por omisión; en lo particular y en lo general.

Aterrizo entre lluvia con la sensación de haber envejecido cien años, tal vez mil.


LA MARIPOSA
"La última, precisamente la última.
De un amarillo tan brillante.
Quizás si las lágrimas del sol
Tocarán la piedra blanca...
Tan, tan amarilla
Volaba, se movía ligeramente hacia lo alto
Se fue, seguramente quería dar al mundo
Un beso de despedida.
Hace siete semanas que vivo aquí
Encerrado en este ghetto 
Pero he encontrado a mi gente aquí
Me llaman las florecillas
Y la blanca rama del castaño del patio.
No he visto más mariposas. 
aquella fue la última.
Las mariposas ni viven aquí,
En el ghetto".


-Pavel Friedmann 7.1.1921, Deportado al ghetto de Terezín el 28.4.1942. Deportado de Terezín a Auschwitz el 29.9.1944- 
© Fotografías naq

miércoles, 8 de junio de 2011

CERTEZAS


Hicimos una apuesta. Anotamos en el trozo de una cajetilla de tabaco que sería del uno y del otro. Para completar el juego, sobre el acierto o el desacierto, había que decidir si aquello que anotábamos nos lo contaríamos y como lo haríamos. A falta de acuerdo, dejaríamos que jugara el destino. Sólo había una condición, dejar que pasara el tiempo y no cambiar ni una sola de las letras de lo escrito. 
Anotamos y lo guardamos, yo en mi cartera y él en el bolsillo de la americana que vestía aquel día. 
Ha pasado el tiempo. No hace falta que busque el cartón. Anoté que no estaría.

CUANDO LA LIBERTAD NO EXISTE -AMINA ARRAF-


Se ha confirmado la desaparición de la bloggera siria Amina Abdalá (Amina Arraf). 
En España llevamos semanas debatiendo sobre la situación de nuestro país. Algunos llevan semanas, meses, incluso años, enfrenándose al establishment y, salvo algunas feroces críticas, todos podemos seguir hablando, opinando por muy estúpidas, necias o cargadas de razón que estén nuestras manifestaciones. Pero esta situación preciada, no nos engañemos, no ocurre en todas partes. Lo que digo es una obviedad, lo sé, pero no por muy repetido parece que es comprendido por todo el mundo. 
Están lloviendo momentos de cambio internacional, algo, posiblemente desde las redes que nos conectan, está generando el cambio y se está empezando a rascar la conciencia de los ciudadanos del mundo.
Llega la hora de decir basta. Posiblemente nuestras "plantadas" tengan poca fuerza, quizás ninguna, pero hoy, debemos empezar a remover las entrañas de este mundo para que desapariciones, como la de Amina Arraf,  no se sucedan.
Ser critico tiene que ser un derecho, además de una obligación para todo aquel que se precie de tener interés por el lugar en el que vive y por lo que sucede con sus ciudadanos.
No conozco a Amina, pero conozco Damasco y conozco la simulada hipocresía de un régimen que nos vende una Persia de dibujos animados mientras se oprime a los que allí viven.
Desde hoy queda enlazado a este blog, el que hasta hace un par de días escribía Amina. Un gesto, soy consciente, pero a veces el mundo empieza a girar a base de gestos menudos. El mío espero que sólo sea uno más de una cadena de millones de gestos que sirvan para algo.
De momento, seguiré leyendo el blog de Amina mientras espero su pronta liberación. Amina sólo ha cometido un "pecado mortal", disentir de una dictadura como la copa de un pino y del estilo de vida que aquella intenta imponer.

lunes, 6 de junio de 2011

ALINEAR O ALIENAR ESA ES LA CUESTIÓN


He pedido hora a mi médico de cabecera. Hace meses que no le visito pero esto ha pasado ya de castaño oscuro y necesito una solución a la carrera. Puede que para alguien, lo que me ocurre la última semana, pueda parecer gracioso pero a mí, sentarme en un taxi, escuchar los lamentos de Edurne Pasaban por su” affaire” con Juanito Oiarzabal y saltarme unos lagrimones como puños, empieza a preocuparme por rozar lo patético y más si, diez minutos más tarde, tengo que sentarme y sacar las uñas.

Dicen que la química y nuestros ajustes o desajustes son todo uno. Pero yo, que creo he perdido la razón en los últimos meses, creo más que es cosa de las alineaciones planetarias. 
Como a fuerza de bandazos se me ha desajustado hasta el coxis y el cerebro no me da para más, he decidido optar por la vía dura, una visita al doctor y alineación al canto.

A las 19:50 minutos me he sentado en la sala de espera a la espera, valga la redundancia, de un remedio, lo menos casero posible y lo más químico que quepa, que me permita alinearme mentalmente, como el sistema planetario, cada cosita en su sitio y girando al ritmo y en el sentido que toca.
Pero como existe aquello de la Ley de Murphy que dice que si algo puede salir mal saldrá peor,  el Dr. Amor (no es una coña marinera, se llama así), con la consulta llena de desajustados, paranormales, de constipados de verano y de hernias de hiato a punto de reventar, ha decidido dejarnos a todos colgados so pretexto de una indisposición de última hora. 
Así que, sin posibilidad de solución, vuelvo a mi casa con Saturno y Júpiter dándose de guantazos dentro de mi diminuto y al parecer anormal cerebro (según algunos refieren).

Dicen que dentro de unos días cambia la luna, a ver si es verdad, y a partir de entonces podemos cambiar de tercio. Más me vale, pues creo que no gano la suficiente pasta para pagarle todos los cafés de mediodía al santo varón que lleva diez días consecutivos soportando mis lamentos (a consecuencia del tan manido desajuste), sobre lo raro que huelen las palomitas de maíz cuando se cuecen en el microondas a menos de 600 watios,  o lo mal que lucen las mechas cuyo grosor excede los 1,5 milímetros de ancho, los mal que pintan últimamente los bolis bic, o lo feas que quedan las piernas sin medias en primavera.  

Esta noche, a falta de drogas legales, mientras termino de leer el “Hola”, sentada en el escalón de la terraza y mojito en mano, aullaré a la luna, a ver si imitando a la perrita Marilyn consigo una alineación planetaria momentánea que me permita mantener el tipo durante unos días, y sin que se me normalice el cerebro, eso sobre todo.

domingo, 5 de junio de 2011

WAITING FOR THE LIGHT


Sin pensar, puse en una coctelera un relajante muscular, “La humillación” de Philip Roth y un ligero dolor de cabeza que martillea pero no mata. El resultado de esa mezcla improvisada terminó en un galimatías inexplicable.  
Debió ser por todo ello que la noche se pobló de pesadillas y Axler, el triste Axler, de repente tuvo rostro. Desde la distancia en la que nos colocó lo onírico me miraba desafiante, buscando un enfrentamiento que no pensaba tener. Empezó a recitar, en un tono más bajo de lo habitual, el fracaso personal y la pérdida de la magia. Todos responsables menos él.

Pensé que su quebranto frente al mundo era  un mal menor, a fin de cuenta, ante los demás siempre somos vulnerables y lo que ayer podía parecer delicioso, hoy podía convertirse en lo más odiado sin que uno hubiera cambiado absolutamente nada. Leyó mi pensamiento y me llamó estúpida mientras, dándome la espalda, intentaba dominar su flequillo ralo.

La estupidez, la suya, provenía de no comprender que las personas no nos movemos jamás a la misma velocidad, que las cosas que nos generan el movimiento nunca son las mismas y que jamás se producen en el mismo momento. Simón, que así se llama Axler, me miró son suficiencia y apuntaló su mirada con un despechado comentario sobre quien soy y por lo que lo soy. Le llamé ignorante y le advertí de dejarle colgado en mitad de este sueño inducido para que se perdiera en su propio lodo, sólo de soledad.


Sobreponiéndose a su soberbia de personaje venido a menos, pidió que me quedara. Nos sentamos en el alfeizar de la ventana. Quiso que le leyera aquel párrafo en el que se descubría sonriendo mientras ella le miraba. Le dije que no y le recordé que, a estas alturas de nuestra no relación, debía saber que era él quien debía leerme y no yo. Me sacó la lengua en un gesto desagradable y saltó.  

Desperté empapada en sudor. Intenté recordar mi nombre y por unos segundos no fui capaz de pensar en otro que no fuera Pegeen.


Había olvidado bajar la persiana. La luz mortecina del amanecer dibuja sombras extrañas sobre la almohada. Aquí, allí, su presencia huele a fracaso.
 
Leonard Cohen - Who by fire