"Cariño, ¿tú te has hecho un dedo últimamente?"
Paquita Salas
Paquita Salas
Mi amiga Clara, 46
años, divorciada, dos hijas preadolescentes y una cuenta de Tinder. Hasta ahí
todo bien o, por si acaso, medianamente bien. Una noche de tantas, después de
dejar a las criaturas con su padre, concertó una cita con el tipo que llevaba una
semana escribiéndose guarradas que la mantenían en un estado de excitación
permanente. Quedaron en un hotel a medio camino, se vieron, follaron, y el tipo
aquel, tan guarro y tan encantador a la misma vez, desapareció a igual velocidad que ella esperaba que volara de la habitación de hotel que había
pagado. Nada nuevo bajo el sol, sino fuera porque a la siguiente semana, mi
amiga Clara, alegre y bien follada, tuvo a bien enviar un mensaje de voz, alegre,
guarro, y sincero como ninguno, a aquel tipo, que a la caída de la espalda
llevaba tatuado un ancla, no fuera a ser que aquella noche quincenal quedara en
el olvido.
Pero mi Clara, mi amiga Clara, no contaba con que aquel marinero de
aguas tan dulces como la miel, atracara en diferentes puertos, el primero de todos,
en su casa, y que su esposa, tan entregada a la rapsodia erótica como lo había
sido ella, le devolviera la cortesía con una fotografía haciéndole una peineta
y un mensaje de voz cagándose en su estampa y en los cien condones que la
empujan.
Esta historia tan
real como corriente, no tiene nada de especial. Solo que mi amiga Clara, a ratos casi tan
liberada como aquellas “Sombras de Grey”, hoy lava
calcetines y bragas de preadolescentes mientras le da a la botella un poco, y nos remite
mensajes de WhatsApp loando las bondades de la autosatisfacción analógica y la abstinencia en diazepames. Y es que este fin de semana, quince amaneceres después de aquellas sombras sin igual, las
niñas están con su padre y ella, doblada por la lumbalgia y la falta de apetito sexual, anda doliente por casa sin consuelo, ni relajantes musculares, porque la esposa de aquel tipo, tan encantador como guarro, es la farmacéutica de la esquina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario