martes, 31 de agosto de 2010

¿COMO NACE UN RECUERDO? -Luis Rosales-


¿Cómo nace un recuerdo? ¿No era un junio?
El cielo abría su puerta
sobre el valle del Arga. Entre los montes
iba la luz con obediencia trémula.
Recuerdo que el silencio atardecía
toda la vida a su extensión sujeta:
los caminos sin gente, las murallas,
y el fresco olor que a los pinares lleva.
Oyendo unas campanas vi tus ojos,
pequeños y naciendo de la tierra
jugaban con un dejo campesino
en la mirada concentrada y lenta,
no suspicaz pero alertada y pronta,
no impositiva pero fija y cerca
de ser dura, tal vez, cuando nos mira
y nos puede ayudar con su dureza.
Los ojos sin pestañas, se diría
sin párpados también, sin brillo apenas,
con libertad no exenta de mesura,
con derramada y fácil negligencia.
¿Cómo nace un recuerdo? La luz última
arropaba tu cara entre la niebla,
descarnada, pequeña, fina y dulce,
cansado el gesto y sin cansar la fuerza.
El cabello castaño, cuando ríes
la risa te reclina la cabeza;
la piel áspera y pálida, la boca
desdibujada, exánime, risueña.
En testimonio de vivir tenías
hoyuelada la cara,
y había en ella
una gran paz convaleciente:
hoy
sigues dando esa paz que tú no encuentras.
Recuerdo que me hablabas descansando
todo el cuerpo en la voz, y tu voz era
la que llevaba al mundo de la mano,
amplia, segura, convencida, cierta.
Recuerdo... ya no sé. ¿Cuándo empezaste
a estar detrás de la memoria entera,
detrás y como un tren que caminara
sobre dos vidas en la misma rueda?

Bill Evans - When I Fall In Love

lunes, 30 de agosto de 2010

SEDA (Fragmento) Alessandro Baricco.


"Seis días después Hervé Joncour se embarcó en Takaoka en un barco de contrabandistas holandeses que lo llevó a Sabirk. De allí remontó de nuevo la frontera china hasta el lago Bajkal, atravesó cuatro mil kilómetros de tierra siberiana, superó los Urales, alcanzó Kiev y en tren recorrió toda Europa, de este a oeste, hasta llegar, después de tres meses de viaje, a Francia. El primer domingo de abril –a tiempo para la Misa Mayor- llegó a las puertas de Lavilledieu. Se detuvo, le dio gracias a Dios y entró en el pueblo a pie, contando sus pasos, para que cada uno tuviera un nombre, y para no olvidarlos nunca más.
- ¿Cómo es el fin del mundo? -le preguntó Baldabiou.
- Invisible.
A su mujer Hélene le llevó de regalo una túnica de seda que ella, por pudor, no se puso jamás. Sí la sostenías entre los dedos, era como apretar la nada."


Pertenece a la obra de teatro Zeta (Seda) de Hika teatroa, basada en la novela de Alesandro Baricco.
La música de toda la obra está compuesta por Maite Aseginolaza y Jabier Muguruza.
Viola (Harkaitz Martínez),Violoncello (Luis Fernández), Violín (Enekoitz Martínez), Trompeta (Chris Kase), Acordeón (Jabier Muguruza), Piano (Jabier Muguruza y Mikel Azpiroz)

sábado, 28 de agosto de 2010

MINIMALISMOS (VIII)


Contrató una línea ADSL. Se colgó de ella como si de una liana se tratara. Hoy duerme en el felpudo de su casa mientras su mujer calienta la cama.

Karen Souza in jazz - Do ou really want to hurt me

viernes, 27 de agosto de 2010

AIRE


Le preguntó qué sentido tenía todo aquello, si creía que avanzaban hacía algún sitio. No se sentía bien. Él no tuvo ninguna duda en contestar que sólo tenía sentido si no cambiaba nada. Las volutas de humo se interpusieron entre los dos. Se levantó respirando el aire espeso y al acercarse a la puerta vió el reflejo en el cristal de un tipo que en dos segundos se había convertido en menos que cero. El aire le llenó de nuevo los pulmones.

Listz - Nocturno nº 3 en la bemol mayor

martes, 24 de agosto de 2010

EL AMANTE (Fragmento) -Marguerite Duras-


"Un día, ya entrada en años, en el vestíbulo de un edificio público, un hombre se me acercó. Se dio a conocer y me dijo. La conozco desde siempre. Todo el mundo dice que de joven era usted hermosa, me he acercado para decirle que en mi opinión la considero más hermosa ahora que en su juventud. Su rostro de muchacha me gustaba mucho menos que el de ahora, devastado. (...)Entre los dieciocho y veinticinco años mi rostro emprendió un camino imprevisto, ese envejecimiento fue brutal. Ví como se apoderaba de mis rasgos uno a uno... He conservado aquel rostro nuevo. Ha sido mi rostro. Ha envejecido más por supuesto, pero relativamente menos de lo que hubiera debido. Tengo un rostro lacerado por arrugas secas, la piel resquebrajada. No se ha deshecho... ha conservado los mismos contornos pero la materia está destruida. Tengo un rostro destruido...".

Bugge Wesseltoft feat Sidsel Endresen - Try

lunes, 23 de agosto de 2010

AN EXPERIENCE


Dice que no puede dormir, que no come, que sólo sobrevive. Bajo los ojos luce unas bolsas oscuras como las de lbasura. Dice que su vida gira alrededor de un tipo sin igual. Un hombre que lo llena todo pese a que no se queda nunca. Dice que es relativamente feliz, a ratos sí y a ratos no, pero que la vida es eso, momentitos rotundamente buenos o tremendamente malos que se equilibran. Equivocadamente coloca en el lado de lo bueno al tipo por el que suspira y en el de lo malo al resto de mortales.
Su vida es grana, del mismo color que luce la copa que alza esperando que el tipo le devuelva las llamadas, que vaya a su casa o que le explique algún que otro por qué. Dice que el tipo no es su tipo, que no le gusta, pero que no puede evitar morirse cada vez que le ve, cada vez que le escucha. Sin duda, dice, eso le hace especial. Dice que los días se vuelven terribles en su ausencia, que cuando enmudece la desconcierta, pero que no puede vivir sin él.
Sigo escuchando porque a estas alturas las bolsas se le empiezan a aligerar a fuerza de que los ojos se le humedezcan en exceso y porque no puedo moverme, siento el peso de lo conocido.
−¿Tú crees que me he enamorado?
−Sí, querida te has enamorado y de paso te has vuelto rematadamente imbécil.Bienvenida.

sábado, 21 de agosto de 2010

MY MOLESKINE


Siempre quise que me regalaran una moleskine. No me valía con que lo hiciera cualquiera, tenía que hacerlo alguien que deseara que anotara mil cosas para que se la entregara cuando estuviera toda llena.
Son las 04:00, vuelo PG944, mi avión empieza a tomar tierra, aeropuerto de Hồ Chí Minh. En mi macuto guardo una moleskine que compré hace dos días. He comprendido que sólo yo podía hacerme con ella. Empiezo a ver las luces de la ciudad. Estas son las primeras notas que tomo, serán para mí, para cuando no sea capaz de recordar quien soy y lo que hoy siento.

viernes, 20 de agosto de 2010

A QUESTION MARK


 ?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿?¿
 

¿DO YOU WANT?

james morrison - The letter


 

jueves, 19 de agosto de 2010

LA LLAMADA DE CTHULHU (Fragmento) - Howard Phillips Lovecraft-


"No hay en el mundo fortuna mayor, creo, que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre sí todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes. Las ciencias, que siguen sus caminos propios, no han causado mucho daño hasta ahora; pero algún día la unión de esos disociados conocimientos nos abrirá a la realidad, y a la endeble posición que en ella ocupamos, perspectivas tan terribles que enloqueceremos ante la revelación, o huiremos de esa funesta luz, refugiándonos en la seguridad y la paz de una nueva edad de las tinieblas.”

Archie Shepp - Call Me By My Rightful Name

miércoles, 18 de agosto de 2010

NUECES


El golpe fue rotundo, sonó como una nuez partida. Creyó que cuando llegara el momento le temblarían las manos, pero no fue así, arrojó la rabia, nada más.
Pasó la mano por el empeine arrastrando un último resquicio tibio y viscoso, sólo cuando le miró las cuencas secas, amagó la basca. Con la punta del pie apartó delicadamente un periódico. Caminó con la espalda recta, la cabeza alta, hacía un bonito día, por fin salió el sol.

lunes, 16 de agosto de 2010

MAÑANAS DE BANANA SPLIT



Cuando fue hasta la puerta no pensó en nada especial. Había pasado toda la noche dando vueltas en la cama. El calor era insufrible y en su piel se veía las marcas de las sábanas arrugadas. Había conseguido dormirse de madrugada por eso se sobresaltó al oír como golpeaban la puerta con insistencia.
Camino a trompicones y por la mirilla sólo vio una sombra imprecisa.
Tiró de la camiseta mientras entreabría la puerta. Por el resquicio no vio a nadie.
Sobre el felpudo encontró un paquete y una nota que decía que no debía abrirlo hasta  medianoche.
Colocó la caja sobre la mesa y que no esperó más. Con cuidado desató el cordel que la cerraba y desenvolvió el embalaje que escondía una caja de lo más vulgar.
Abrió las solapas de cartón, dentro no había absolutamente nada. Alzó la ceja, cerró aquel misterio y se sentó a esperar.

Charlie Haden - Rabo de Nube

domingo, 15 de agosto de 2010

EL VISOR -Raymond Carver-


Un hombre sin manos llamó a mi puerta para venderme una fotografía de mi casa. Si exceptuamos los ganchos cromados, era un hombre de aspecto corriente y tendría unos cincuenta años.
-¿Cómo perdió las manos? – le pregunté cuando me dijo lo que quería.
-Esa es otra historia –respondió -. ¿Quiere la foto o no?
-Pase –le invité- acabo de hacer café.
Acababa de hacer también un poco de jalea, pero eso no se lo dije.
-Necesitaría ir al retrete –dijo el hombre sin manos.
Yo quería ver cómo sostenía la taza de café.
Sabía cómo sostenía la cámara. Era una vieja polaroid grande y negra. La llevaba sujeta con correas de cuero que le rodeaban los hombros y le abrazaban la espalda. Era así como mantenía la cámara pegada al cuerpo. Se ponía en la acera, enfrente de tu casa, la encuadraba en el visor, apretaba el botón con uno de los ganchos, y ahí tenías tu fotografía.
-¿Dónde ha dicho que está el retrete?
-Por ahí, a la derecha.
Doblándose, encorvándose, se liberó de las correas. Puso la cámara sobre el sofá y se estiró la chaqueta.
-Puede ir mirándola mientras tanto.
Le cogí la fotografía.
Un pequeño rectángulo de césped, el camino de entrada, el cobertizo de los coches, la escalera principal, el ventanal en saledizo y la ventana de la cocina desde la que había estado mirando.
¿Porqué habría yo de querer una fotografía de aquel desastre?
Me acerqué un poco más a ella y vi mi cabeza, mi cabeza, allí dentro, tras la ventana de la cocina.
Me hizo pensar; el verme a mi mismo de ese modo.
Lo digo en serio: es algo que le hace pensar a uno.
Oí la cisterna. Se acercó por el pasillo, subiéndose la cremallera y sonriendo; con un gancho se sostenía el cinturón, con el otro se metía la camisa en los pantalones.
-¿Qué le parece? –preguntó- ¿Está bien? Personalmente opino que ha salido bien ¿Sé lo que me hago o no? Admitámoslo: para estas cosas hace falta un profesional.
Se tiró de los genitales.
-Aquí está el café –dije.
Preguntó:
-Está sólo ¿no es eso?
Echó una ojeada a la casa. Meneó la cabeza.
-Es duro, es duro –se lamentó.
Se sentó junto a la cámara, se echó hacia atrás con un suspiro y sonrió como si supiera algo que no iba a decirme.
-Tómese el café, le sugerí.
Yo intentaba encontrar algo que decir.
-Había por aquí tres chiquillos que querían pintar mi dirección en el bordillo. Me pedían un dólar por hacerlo ¿Usted no sabrá nada de eso?
Era una posibilidad remota. Pero lo observé de todos modos.
Se inclinó hacia delante, dándose aires de importancia, con la taza en equilibrio entre los ganchos. Luego la dejó encima de la mesa.
-Trabajo solo –declaró- Siempre lo he hecho y siempre lo haré. ¿Qué es lo que quiere decir?
-Buscaba una relación.
Tenía dolor de cabeza. Ya sé que el café no es bueno para el dolor de cabeza, pero a veces la jalea ayuda. Cogí la fotografía.
-Estaba en la cocina –comenté- normalmente estoy en la parte de atrás.
-Sucede todos los días –dijo- Así que se han ido y lo han abandonado, ¿no es eso? Bien, créame: trabajo solo. Así que, ¿qué dice? ¿Quiere la foto?
-Me la quedaré –respondí.
Me puse en pie y recogí las tazas.
-Estaba seguro –dijo-. Tengo una habitación en la ciudad. No está mal. Cojo el autobús y salgo del centro, y cuando he terminado con los alrededores, me voy a otra ciudad. ¿Comprende lo que digo? Mire, yo también tuve chicos. Como usted.
Me quedé quieto con las tazas y miré cómo bregaba para levantarse del sofá.
Me explicó:
-Precisamente llevo esto por culpa de ellos.
Miré detenidamente los ganchos.
-Gracias por el café y por dejarme a usar en retrete. Cuenta usted con mi comprensión.
Alzó y bajó los garfios.
-Demuéstrelo –le pedí-. Demuéstreme hasta qué punto me comprende. Saque más fotografías de mi y de  mi casa.
-No resultará –dijo el hombre-. Ellos no van a volver.
Pero le ayudé a ponerse el correaje.
-Puedo hacerle un precio especial –ofreció-. Tres por un dólar –añadió-. Si se las dejo más baratas, no me compensa.
Salimos fuera. Ajustó el obturador. Me dijo dónde debía situarme, y nos pusimos manos a la obra.
Íbamos desplazándonos alrededor de la casa. Sistemáticamente. En unas yo miraba de soslayo, en otras de frente.
-Bien –aprobaba él-. Estupendo. Y al cabo dimos la vuelta completa a la casa y nos encontramos de nuevo en la fachada-. Son veinte. Suficientes.
-No –sugerí-. Encima del tejado.
-Dios –murmuró. Examino la calle a derecha e izquierda-. De acuerdo –aceptó- así se habla.
Comenté:
Absolutamente todos. Se largaron de la noche a la mañana.
-¡Pues mire esto! –exclamó el hombre, y volvió a levantar los garfios.
Entré en casa y saqué una silla. La coloqué bajo el cobertizo de los coches. Pero no fue suficiente: no llegaba. Cogí una caja de embalaje y la puse encima de la silla.
Se estaba bien arriba, en el tejado.
Me puse de pie y miré entorno. Hice señas con las manos, y el hombre sin manos me devolvió el saludo con los ganchos.
Y entonces fue cuando las vi, cuando vi las piedras.
Era como un pequeño nido de piedras sobre la rejilla de la boca de la chimenea. Ya se sabe cómo son los chicos.
Cómo las lanzan con la idea de colar alguna por el agujero de la chimenea.
-¿Preparado? –pregunté. Cogí una piedra y esperé a que el hombre me tuviera en el visor.
-¡Listo! – exclamó.
Eché el brazo para atrás y chillé: “!Ahora!” Y lancé a aquella hija de perra tan lejos como pude.
-No sé –le oí gritar-. No suelo fotografiar cuerpos en movimiento.
-¡Otra vez! –vociferé, y cogí otra piedra.

NO BYE


Nunca supe decir adiós. Con el tiempo aprendí a darme la vuelta, a caminar de frente sin girar la cabeza. Siempre sin decir adiós. Hoy le encontré una vez más, caminando por la misma acera y allí nos cruzamos de nuevo. Una suerte, nunca nos despedimos, el reencuentro ha sido sencillo.

Lou Reed - Take a Walk on the Wild Side

sábado, 14 de agosto de 2010

jueves, 12 de agosto de 2010

NOTICIAS TENDENCIOSAS



Debe ser que en verano no hay noticias. En este momento Michelle Obama ya ha vuelto a los EEUU, los Príncipes de Asturias se han besado en los labios, los fichajes de futbol están todos cerrados, así que ¿Dónde encontrar noticias con los que rellenar papel y seguir vendiendo? Pues en los Juzgados, analizando las Sentencias que de ahí emanan y publicando extractos descontextualizados que terminan por configurar una imagen absolutamente errónea del funcionamiento del sistema, en este caso, del tratamiento que los Juzgados y Tribunales de España dan a los casos de violencia de género, a la violencia doméstica.

En la edición de hoy de un periódico de tirada nacional aparece la siguiente noticia “Del Olmo revoca ocho condenas por violencia doméstica. Dice que no toda agresión en la pareja es machista y reduce la pena a un hombre que hizo tragar insecticida a su mujer". Sigo leyendo hasta el final, pese a que ya veo venir por donde va a ir el periodista, pero leo porque estoy dispuesta a darle para el pelo al que lo escribe.

La existencia de violencia es un hecho indiscutible. Sin embargo, no toda violencia es de género (en el sentido que se le está dando desde la prensa y demás mentideros), ni toda la violencia es doméstica. Los actos violentos puede realizarlos un hombre o una mujer y no porque los lleve a cabo uno u otro deja de ser más o menos violento. Eso es lo primero que hay que tener muy claro.
Vivimos en una sociedad profundamente violenta. Basta con asomarse a la calle, o incluso en nuestras propias casas, para ver que es lo que hay. La violencia, y más la injustificada, merece un reproche social, y tal vez, en algunos casos, incluso un castigo penal. Pero, hay que empezar a dejar claro, para que la sociedad no se confunda, que no toda agresión de un hombre a una mujer debe ser englobada dentro de lo que se considera violencia “doméstica”, ni tan siquiera de "género" (al género femenino, se entiende, pues es a este género al que se ha querido dar un plus de protección del que no goza el género masculino, lo cual, como ya he dicho en otras ocasiones, me parece absolutamente inconstitucional, diga lo que diga el Tribunal Constitucional).
Cuando se habla de "violencia doméstica" o de "violencia de género" en el ámbito judicial se habla de esas situaciones en las que la voluntad del agresor es la de tener bajo su dominio, controlando su voluntad y sus relaciones, a una mujer, siendo expresión de esta voluntad los comportamientos de violencia física o psicológica que lleva a cabo contra esa mujer que sometida a ese varón. El elemento que debe otorgar un mayor reproche social  a la acción violenta, y por tanto un mayor castigo, no es la condición de mujer de la víctima, sino ese elemento de dominación y control y eso, debería darse tanto si la víctima es un hombre o una mujer. Pero el caso es que hoy en día ese mayor reproche social sólo se da cuando la agredida es una hembra.
Que en un momento dado, una pareja que se relaciona en planos de igualdad, sin sometimiento de uno a otro, se enzarcen en una discusión, se insulten e incluso lleguen a las manos, no es más que una pelea, con agresión entre dos iguales, que merecerá el reproche que la ley haya establecido para estos comportamientos con independencia de su sexo pero, no debe ser considerado un acto de violencia de los conocidos como "doméstica".
Hemos perdido el norte con el tema de la violencia. No toda mujer que recibe una agresión física, psíquica, verbal o, incluso, muere a manos de su agresor , es víctima de violencia doméstica, lo cual no quiere decir, que ese comportamiento no deba ser penado, sino todo lo contrario, debe ser severamente castigado, pero lo mismo que si la victima de esos actos violentos es un hombre. 
Los Tribunales de este país, están reordenando la situación y empezando a colocar cada cosa donde toca. Existen ya innumerables Sentencias, dictadas por los Jugados de lo Penal y las distintas Audiencia Provinciales de todo el Estado, que condenan estos actos violentos sin reconocerlos como de violencia doméstica al faltar el componente de sometimiento que he mencionado. 
Por eso, me causa extrañeza que se emplee media página en comentar las Sentencias que ha dictado el Magistrado Juan del Olmo (Magistrado del 11-M). Resoluciones que estoy convencida que no han salido en este momento, ni han sido notificada a lo largo de esta semana (el mes de agosto no es hábil para las actuaciones judiciales, salvo las de mera instrucción o investigación). Sentencias que no dejan sin castigo al autor del acto violento, sino que lo condena sujetándose a lo que el Código Penal le posibilita y conforme es de justicia.
Todo esto venía para decir que cada día leo la prensa con más escepticismo y de refilón, porque no es de recibo destacar en titulares, como ha sido el caso, una verdad a medias que genera malestar y desconfianza en un sistema ya de por si muy tocado.
Quizá también al colectivo de periodistas se les debe recordar, de vez en cuando, la responsabilidad informativa que tienen y la obligación profesional y moral de ser veraces e independientes, pero claro, supongo que quien paga manda.

MINIMALISMOS (III)


Pregunta con expectativa. Respuesta inapelante. Decepción garantizada.

Tete Montoliu - Saps

martes, 10 de agosto de 2010

MINIMALISMOS (I)



LLega. Te mola. La cagas.

NO SOMOS LADY GAGA


Estamos sentadas en una terraza. Hace un calor de morirse, insoportable, tenemos dos paypáis y un aplatane que no lo levanta ni seis cajas de “pharmaton complex” en vena. La anfitriona del encuentro, la que convoca la reunión, no llega. Alguien comienza a nombrar a Judas, empieza a escucharse algún que otro juramento en arameo y un “¿Cómo se le ocurre a estas alturas de julio quedar antes de las siete de la tarde? En la mesa se agolpan botellines de agua, copas de café con hielo y cuatro mojitos a medio consumir. Llevamos esperándola desde hace una hora. Pero es delicada, ha ido mandando mensajes a los móviles cada 10 minutos diciendo que ya llegaba, que sólo se retrasa un poquito.
Por la esquina aparece Ra. Se acerca tranquila, caminando como la que no quiere la cosa. Viene con un bonito vestido vaporoso, cuñas de altura y el pelo recogido en una coleta baja. Nos miramos mientras la vemos acercarse. Un murmullo y un: ““uyyyyyyyyyy, aquí pasa algo" resuena en el ambiente. Los domingos por la tarde Ra acostumbra a aparecer en abarcas, camisetas que le dejan los brazos al aire, vaqueros pitillo y un gigantesco bolso cruzado en bandolera. Nada que ver con las galas que hoy luce.
Se sienta delicadamente, coloca su falda de manera que el aluminio de la silla no le roce los muslos. Cruza las piernas. Con la mano, como si fuera la Reina Sofía, llama al camarero y pide un “té helado”. A estas alturas, el resto parecemos la congregación de las recogidas de la calle. Tenemos una Reina entre nosotras y no nos habíamos dado cuenta. Pero la envidia es muy mala, así que empieza un interrogatorio a lo KGB para desvelar tanto misterio. La chica está entrenada y no nos cuenta que es lo que está pasando. Se hace la misteriosa.
Pero somos infalibles, años de entrenamiento nos avalan. Dos horas más tardes, seiscientas veces escuchada la canción de Lady Gaga, cinco infusiones para ella, doscientas copas para el resto, confiesa: Está embarazada. Ella sonríe, es la única que está sobria, el resto alucinamos y rompemos a reir. Algo nos hemos perdido por el camino, pero qué más da, ya no lo explicará mañana, ahora sólo toca brindar porque ella está contenta, porque se siente como una reina, porque seremos una más y porque donde no llegue ella llegaremos el resto, como en los últimos veinte años. Así que como hoy las demás no podemos ni conducir (la culpa es del gintonic, los mojitos y el cava con el que hemos brindado), lo hará ella, nos llevará a casa y nos dejará a buen recaudo que ahora es una futura mamá responsable y ya empieza a ejercer de ello.
Felicidades Ra.

(*) Escrito una madrugada de julio. Publicado a mediados de agosto, cuando la confirmación es total (ya saben, nunca antes de los tres meses).

Lady GaGa - Just Dance

lunes, 9 de agosto de 2010

RODILLAS Y MOVILES


Abro el cuaderno sin mirar por donde, sólo busco un espacio blanco para anotar una tontería que acaba de pasarme por la cabeza. En la esquina de la página, escrito con un trazo extraño, un número de teléfono que anoté, a saber cuándo y por qué. No sé de quién es. Saberlo es sencillo, sólo tengo que sacar mi teléfono, marcar y esperar.
Voy en el autobús, las sacudidas son colosales. Miro al tipo que tengo sentado frente a mí, me mira el escote y ni siquiera se entera que he clavado mis ojos en su nuca esperando a que levante los suyos que andan perdidos por donde no deben. Un pobre infeliz.
Sujeto el cuaderno con firmeza. Si tardo mucho más en anotar lo que me ronda por la cabeza terminaré olvidándolo. Así que vuelvo a mirar la página y el número anotado que no me recuerda nada. No debió ser importante, ni siquiera lo acompañé de un nombre. O tal vez sí, y no lo anoté porque era imposible olvidarlo. No lo recuerdo.
Un frenazo me saca del ensimismamiento y veo a mi compañero de asiento mirándome las rodillas mientras sonríe. Ahora sé que no me ve a mí, las tengo tan cubiertas que es imposible que vea más que un trozo de algodón. Sin duda piensa en alguien que no soy yo. Me alegro por él.
Estamos en agosto. Extrañamente la ciudad rebosa gente. Cientos de personas bajo un sol feroz. Estamos solos, mi compañero de asiento, la chica que espera en la parada, el abuelo que cruza por donde no debe. Todos solos. Pero yo tengo un teléfono y un número, tal vez lo marque.

domingo, 8 de agosto de 2010

AHORA QUE TODO VUELVE (Miquel Martí i Pol)


Ahora que todo vuelve:
el silencio y la espera,
las palabras que hemos guardado en lugar seguro
todo este julio de viento y nostalgia.
Ahora que todo vuelve: la tibieza del cuerpo
aquietado y dócil bajo las manos amantes
y aquel perderse en las tardes tranquilas,
bosque adentro, por el tapiz crujiente de hojas de pino,
¿no es su valor este esfuerzo cálido y el quererse
con certeza a solas, la dura
voluntad de permanecer, presente        
ausente a la vez,
sin pensar que el tiempo es un vacío sin límites?

Mujer: nada me cuesta decir tu nombre,
aunque estés lejos. Lo escribo en las piedras y el agua,
en la sombra acogedora de los árboles a la vera del río
y en el comedor de casa. Sé que oirás
mis palabras, porque llevas en las manos
el signo de un tiempo nuevo, y has crecido en la esperanza
de que alguien lo aceptara sin hacerte preguntas.


Diana Krall - I`ve Got You Under My Skin


 
© Fotografía: naq

jueves, 5 de agosto de 2010

MA SOLITUDE


Duermo y sueño cosas extrañas. Sueños. Ahora el agua los arrastras hasta la entrada del desagüe. En un último intento por retenerlos un poco más, sólo un poco más, coloco el pie sobre la boca. Pero no queda nada, el agua los ha diluido. Inoloros-incoloros. Tengo los pies mojados, me acuesto de nuevo, tal vez vuelvan.

miércoles, 4 de agosto de 2010

INFIERNO


En las cuestiones de amor soy un desastre. Siempre me enamoro a destiempo y de quien no toca. Eso me ha caracterizado en los últimos cuarenta años, así que  no pienso volver a enamorarme. Es una confesión en toda regla. Removemos los gin-tonics preparados para la ocasión. Las penas de amor merecen ser regadas, adobadas y trituradas en compañía, es la única manera de exorcizarlas.

He llegado a éste lugar después de no pisarlo desde hace muchos meses. No me gusta, venir es un suplicio. Soy la extranjera, el elemento discordante, la rarita. Creo que ellas son las únicas que se alegran de verme porque, les recuerdo un pasado que les gustaba. La Una, al igual que yo, es extranjera (afincada en estas tierras por las partes blandas), la Otra, es un elemento discordante en la sociedad bienpensante del lugar y, desde luego, las dos, tan raritas como yo creo lo era en su día.

En estos momentos, nuestras diferencias son cien, o mil, no sé cuantas, pero muchas. El tiempo las va acrecentando. La Una se ha convertido en ama de casa, tiene tres niños a su cargo y un marido que "dice" la quiere. La Otra, dice haber  mutado su orientación sexual en busca de mundos más amables y que no volverá a enamorarse.

Sin embargo, algunas cosas nos unen, sobre todo del pasado. El destino nos llevo a coincidir a más de mil kilómetros de nuestra casa hace ya muchos años. Encontrarnos en este lugar del mundo, durante algún tiempo, fue un alivio.

La Una me cuenta que está inquieta porque cree que se va a enamorar. Que cada día cuando abre la ventana y huele la lavanda sabe que se va a enamorar. Lo dice con una mirada extraña. Creo que ha empezado a perder la cabeza, que el aire del campo no le sienta bien y que ejercer de madrastra de tres vástagos en plena adolescencia está terminando con ella. La Otra no dice nada, está postrada en una silla como si el calor del mediodía la hubiera disuelto en las tablas de por vida. Creo que ni tan siquiera nos oye, no nos escucha, sólo fuma.
Le digo a la Una que enamorarse no es una sensación de futuro, que uno se enamora en el ahora y que, para eso, precisa tener un sujeto cierto que le remueva las tripas, los humores y le provoque un estremecimiento en el centro de su humedad más inmediata. Sin eso, no hay nada. Le recuerdo que el enamorarse es algo cierto aunque  tan efímero como una rubeola, que pasa al poco tiempo y que, si uno no se cura, deja unas marcas eternas. Hay que tener tiente a la hora depositar esos amores locos y dejarlos al aire, al olor de la lavanda, es una temeridad, además de una locura imposible.

La Una me mira de forma extraña mientras apura su bebida. Se transforma en vitriólica. Dice que soy un ser detestable. Que ya no soy yo, que he cambiado. He perdido el romanticismo y la creencia en el amor. Por eso nunca seré capaz de amar a nadie. Dice que no quiere volver a verme.
Hasta hace cinco minutos el lugar era encantador. Una arboleda nos rodea, una mesita con tres sillas a la sombra de unos pinos centenarios y el fresco de la sierra, habían convertido la tarde en idílica. Ahora, el sol parece querer salir corriendo.

Le pregunto por qué me dice eso. Me mira muy seria y me dice que que hasta hace apenas media hora, ella soñaba que en cualquier momento su vida de mierda iba a cambiar, que su esperanza tenía el olor de la lavanda que respiraba cada mañana. Que no quiere saber la verdad.
Un perro empieza a aullar como un lamento al sol que ya se esconde. Oigo los sollozos de la Otra, que lamenta su  mala suerte. El aire se vuelve irrespirable.

Ya nadie habla. Ni se ven los estorninos, ni llega el olor de la lavanda. Los ojos clavados en el horizonte, escuchando la nada. Sólo llega el aliento del infierno que se acerca por la espalda y yo no puedo moverme.

martes, 3 de agosto de 2010

GIN WITHOUT TONIC


Sentada en la esquina de la cama, espera que las horas pasen. No quiere pensar en lo que acaba de hacer. Aún retumba en su cabeza el sonido de la puerta que cerró de un golpe seco. Tiró su bolsa a la escalera, no quiere que quede nada. No se siente mejor, todo lo contrario. Todos le dicen que es lo que tiene que hacer, que es cuestión de tiempo. Todo se pasa, todo se cura. Que sencillo parece cuando no es uno el que se muere cada vez que respira. Ha desconectado el timbre de la puerta, el teléfono, se ha colocado tapones en los oídos y Mahler resuena por toda la casa.
Nadie le dijo que dejar de querer fuera así de complicado. Nadie le explicó que eso que sentía cotizaba por debajo de cero cuando el otro no siente lo mismo. 
Ahora intenta olvidar, sentada en la esquina de la cama. El tiempo es eterno y sabe a ginebra.

lunes, 2 de agosto de 2010

ENSOÑACIONES


No tengo sueño, pero si tengo sueños que llevo conmigo. Supongo que por eso, aunque me acueste y no duerma, podré cerrar los ojos y soñar sin tener sueño. Ensoñaciones que durarán lo que dura una noche de verano. Sueños que necesitan de un respiro para no convertir el mundo en una locura. 

Facto Delaf? Y Las Flores Azules - Enero en la playa