miércoles, 29 de noviembre de 2023

DIARIO 2.0

 


Que el papel me entierra a triple velocidad de la que me lleva sacar la mitad del mismo, no es un juego matemático, ni un ejercicio de lógica, sino el desesperado pensamiento con el que circuló entre la línea 5 y la 3 del metro. 

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Si hoy es lunes, hoy toca listar prioridades. Toca dejar para el final lo prescindible, pero no menos apetecible. Noire, algo has hecho mal y no solo el utilizar una crema hidratante buenísima, que prometía un cutis espectacular tras 15 días de uso, para cuidar tus pies. No, has hecho muchas cosas mal y ya no hay posibilidad de corregir, así que toca apechugar y al lío.

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Una mujer y su hija asesinadas a manos de su pareja y padre de la niña. No hay maldad más grande e inexplicable. No hay nada, absolutamente nada, más cruel y desdeñable. La culpa solo es de aquel que lleva a cabo la atrocidad, buscar más allá es solo una cortina de humo que tapa una única realidad: el que quiere matar, mata, no tiene límite.

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Son esos cinco minutos previos a que suene el despertador. La cama está caliente y te recolocas para cubrirte bien, acomodándote para apurar el poco tiempo que queda para pasar de lo confortable a lo hostil. 

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Nieva en Kiev. Nadie se acuerda.

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Creemos tener conocimiento del funcionamiento social, pero, en realidad, solo sabemos lo que quieren que sepamos. La historia se ha convertido en un agujero negro relativista. La existencia de vendedores humo, con grandes dosis de ignorancia e ideología, la modifican sin que tengamos demasiada opción a saber donde está el engaño. Ir por libre no es garantía de nada.

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Se acerca para darme un beso y, entre la torpeza de uno y la del otro, queda estampado en los labios. Nadie se disculpa, la torpeza es lista.



viernes, 17 de noviembre de 2023

TRASTORNARSE




El ruido mediático en las redes sociales trastorna. Caemos indefectiblemente (mis 
"-mente" adverbiales son muy criticados, pero son marca de la casa), y vamos generando un follón tremendo que nos exalta y convierte en títeres de un sistema que nos quiere gritones allí, en la nube, pero no en la vida real. El día a día nos prefiere serviles, arrodillados ante la aplastante realidad que nos supera y de la que controlamos menos que cero. Contribuyo y contribuye. Y quiero creer que lo hacemos un poco a ciegas, sin darnos cuenta, lo que al final nos ha llevado con esa “contribución chillona” a caer en la paradoja, como diría el padre de Verónica Raimo en “Nada es verdad”.


Perplejos, como un conejo ante un luces largas que le alumbran, vamos tirando mientras hacemos más grande el abismo entre ellos y nosotros. Buceo en la red buscando un mundo más ancho, alejándome de todo lo que huele a escándalo y decepción. Voy saltando de un sitio a otro, como un mono loco que va de rama en rama. Pero ahí fuera no hay nada. El eco me devuelve mi propia llamada y me obliga a tener que ser yo misma quien se detenga y aleje.

Echo de menos sus cosas, mis cosas. Echo de menos el espacio neutro que supone el juego de empezar a escribir con la consigna del “pásalo bien y que te guste”. Nada de todo eso está al alcance de un click. Ya nada está al alcance de nada.

 


domingo, 12 de noviembre de 2023

UNA VEZ MÁS Y TODAS LAS QUE HAGAN FALTA



Me despierto cada día a la misma hora, da igual que sea martes o que sea domingo. La diferencia entre un día y otro no es el tiempo que marca el reloj sino que, cuando no hay necesidad, intento estar un poco más en la cama antes de levantarme. Pero hoy vuelve a ser domingo y me despierto a la misma hora de siempre y no pienso en estirar un poquito más, no hay tiempo. Pongo los pies en el suelo, y aunque hay días que el desanimo es grande, creo que vale la pena volver a salir a la calle, hacernos oír y poner de manifiesto que estamos hartos del abuso y de que se nos venda siempre por el interés de los que comen del presupuesto y que fuera de él no saben que hacer. Ha ganado la mediocridad, el cortoplacismo y la ignorancia sobre lo que es el Estado de Derecho y la enorme pérdida que supone su falta de respeto. No todo vale y los acuerdos firmados por el PSOE con JUNTS PER CATLUNYA son una vergüenza y una verdadera infamia. Es difícil encontrarles una justificación más allá de la necesidad de vender a todo un país para seguir en la cabeza del gobierno. Ni la convivencia, ni un gobierno progresista, ni la comprensión a una posición nefasta para el global de la ciudadanía, son una explicación razonable. Los acuerdos gubernamentales deben respetar las Leyes, la separación de poderes y el control de su legitimidad. Los partidos, cuando acuerdan, deben respetar sus programas. Fuera del imperio de la Ley el futuro es oscuro y aciago. Es vergonzoso escuchar que los acuerdos a los que llega el PSOE son democracia; que los acuerdos son legítimos. Todas esas explicaciones son falsas en lo fundamental. Lo pactado por el PSOE no iba en su programa electoral.
Uno de los elementos fundamentales de las democracias y los Estados de Derecho es la total separación de poderes. Uno es contrapeso del otro. Y todos, absolutamente todos, estemos sometidos a leyes elaboradas bajo estrictos procedimiento y cuyo contenido debe respetar los principios y derechos que del marco constitucional que nos ampara a todos. El derecho a la igualdad, la seguridad jurídica, etc., no son cuestiones baladíes.
Los políticos deben ser servidores públicos cuando llegan a los órganos legislativos u ejecutivos y deben, porque así lo establece la propia Constitución, promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas. La Constitución es nuestro marco normativo y garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos. Parece que algunos, pese a que la juran lo olvidan con facilidad.
Lo que está pasando en este país con la firma del acuerdo por la amnistía y el "lawfare" con el que se llenan la boca los que más delinquen, no tiene nada que ver con la derecha, ni con la izquierda. Nadie con verdadero sentido democrático y de estado puede estar de acuerdo con semejante ignominia, sobre todo cuando los delincuentes no ha mostrado arrepentimiento alguno y ya vociferan que lo volverán a hacer. No hay mayor arbitrariedad que la que en estos momentos se está llevando a cabo. El acuerdo firmado entre un partido que perdió las elecciones y uno que con siete diputados, encabezado por un prófugo de la justicia, pretende el desmembramiento de este país, es la imposición de una arbitrariedad destructiva. Es una aberración jurídica que siembra la desigualdad entre los ciudadanos, que quiebra con el sistema judicial y, de paso, valida que en este país los políticos tienen bula para delinquir sin consecuencias. Saltarse la legalidad tiene consecuencias para el ciudadano de a pie como no puede ser de otra manera. Los políticos y representantes públicos tienen una mayor obligación, si cabe, al respecto de la ley. No pueden saltarse la legalidad sin consecuencias, no pueden vaciar las arcas públicas y manejar el dinero de nuestros impuestos sin ningún control ni consecuencias.
Pero parece que nada de todo eso importa. Nos gobiernan tipos sin escrúpulos, abonados en la mentira, el abuso y la arbitrariedad a los que parte de una sociedad enferma de ideología aplaude y mira a otro lado como si la ruptura del sistema de garantías no fuera con ellos.
Dicen que ganaron las elecciones y no es cierto. Por eso, aunque es domingo y tengo muchísimas cosas que hacer voy a salir una vez más a la calle y no me cansaré de repetir, una y otra vez, que no en mi nombre.