sábado, 31 de mayo de 2014

CUIDADO NO PIERDAS EL SMOKING


"Perdidos en la realidad, confirman con sus actitudes que
 un escritor que no escribe es, de hecho,
 un monstruo merodeando la locura".


Giro la última página y el buen humor que me ha venido regalando durante los últimos días empieza a desvanecerse como la bruma que cubría el muelle 57 que se ancla frente a Broadway, y se convierte en un diminuto vacío que cabría, multiplicándolo por mil, en la funda del violín del protagonista de “Buscando un pájaro azul” de Joseph Wechsberg. Lo he pasado francamente bien y como si estuviera en un final de fiesta, cuento a todo el que me quiera oír que los libros son maravillosos y que la felicidad es un manojo de hojas empapados de vida que caben incluso en un bolsillo grande. Que no hay nubarrón que no se disipe cuando se tiene la suerte de caer bajo las garras de un buen libro. 

Ahora, terminado, llega cierto vértigo a lo que vendrá, siempre ocurre lo mismo. Cerrado ya el volumen, mis intimidades buscan un nuevo compañero que me custodie a través de días que en ocasiones son tremendos. Echaré de menos la claque, la clique, las boîtes de nuite, La Bourdonnais, el Phortos, y el pasarme de parada en el tranvía porque sigo los acordes de un violín que toca "La Marsellesa" para que no lancen a toda una orquesta de tres por la borda.


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"El Mariscal continuaba sentado, en silencio. Solo había una solución posible. En caso de emergencia  —ya sea fuego, colisión o abandono del barco o un mariscal de Francia— un músico de agua salada toca el himno nacional. Con feroz desesperación nos lanzamos a interpretar La Marsellesa. La multitud se replegó y se dispuso en posición de firmes".




BUSCANDO UN PÁJARO AZUL

Joseph Wechsberg

ISBN: 978-84-15509-16-5
Encuadernación: Cosido

Formato: Rustica
Fecha de publicación: 04/04/2014
Número de páginas: 272
Traducido por: Enrique Maldonado Roldán

martes, 27 de mayo de 2014

Y TÚ LO SABES...


"Cuando uno es incapaz de reírse de si mismo, 
ha llegado el momento de que los otros se rían de él".


Saco lo mejor de ti mismo y tú lo sabes.

Creo que no baja de cien el número de correos electrónicos que he recibido con las fotos más variopintas de Julio Iglesias con sus correspondientes "mensajes". Debo reconocer que todos son una inmensa chorrada, pero una, que es de fácil contentar y risa más facilona aun, no puede evitar echarse unas risas incluso alguna carcajada.

Considero el sentido del humor un rasgo de inteligencia y sí, me tengo por una persona inteligente, pese a que algún retorcido por ahí pueda pensar lo contrario. Ya sabemos que la tierra está llena de despistados a los que se les pasan las cosas hasta más evidentes. Me gusta que las personas con las que habitualmente me relaciono sean tan inteligentes como divertidas y que sepan encajar una broma cuando cae cerca. Pero aun así, si tengo que escoger entre una u otra cualidad, dame a alguien que tenga sentido del humor y no sea del género cobardón y blandengue.

Así que hoy, que he recibido no sé cuantos "Julios Iglesias", me permito dejarte este mensaje, el que tienes arriba, porque sé que en realidad te encantaría poder partirte de la risa conmigo, que no de mí, espero. Y ahora piensa y ríete, haz lo que quieras, pero haz algo, que la vida es breve.


domingo, 25 de mayo de 2014

CAMINAR



"Toda la vida del alma es un movimiento en la penumbra.
 Vivimos en un titilar de la conciencia, 
nunca seguros de lo que somos o de lo que suponemos ser".


Caminas por las calles y lo haces sin importarte si es de día o de noche. No tienes sensación de peligro. Entras en el primer colmado con el que te cruzas solo porque necesitas aflojar la marcha y alargar el tiempo en esta travesía sin puerto definido. Al entrar, el olor a fruta madura, a desinfectante y a orín te revuelve las tripas, te entra la basca y aprietas el paso para salir y que el aire sucio de la calle borre la angustia del vómito contenido.

Sigues caminando, sin prisa y te paras frente a los escaparates cerrados sin ver nada, aunque de vez en cuando es tu propio reflejo el que te llama la atención. Y mueves los brazos, ahora el derecho, después el izquierdo, te saludas, inclinas la cabeza para decirte adiós y seguir tu camino hacia ninguna parte.

Pero caminas y de esa manera pasan los días, te desprendes de todo, de casi todo, guardando tan pocas cosas que te vuelves liviano y una especie de borrachera te hace seguir, caminar sin prisas, sin parar nunca, como si así pudieras libertarte de las bestias y del miedo. Te estremeces porque te sientes, por primera vez, más tú que nunca y la vida te parece suspendida de tus pies, de tus ganas de seguir  aunque sabes que estás en mitad de un paréntesis, demasiado emocionado, demasiado transparente y que los ojos del hurón siguen vigilando para morderte en cuanto te detengas.



viernes, 23 de mayo de 2014

UN LUGAR MARAVILLOSO. Cine del bueno.


Un lugar maravilloso”,  es una película dirigida por Hans Petter Moland, una coproducción americana y noruega que nos muestra la vida de Binh (Damien Nguyen), un chico vietnamita. La vida de un  Bui doi. Esta expresión vietnamita significa "menos que el polvo" y se utiliza para insultar a aquellos niños nacidos en Vietnam, hijos de los soldados americanos que aterrizaron en aquel país con motivo de la guerra de Vietnam y las mujeres vietnamitas.  Los  Bui doi, son hijos de unos padres que no existieron jamás, hombres que desaparecieron en cuanto regresaron a su país al terminar la guerra, o cuanto se levantaron del camastro en el que se acostaban. Ser hijo de un estadounidense y una vietnamita convirtió a todas aquellas criaturas en menos que cero.




En el año 1990, Bihn, después de soportar una vida de esclavitud, maltrato e insultos permanentes, decide marchar de la casa en la que vive recogido, e ir en busca de su verdadera familia. Binh no tiene nada, no conoce nada, sólo tiene una fotografía, un trozo de papel impreso con los rostros de quien pudiera ser su madre, su padre y él mismo. Un trozo de papel que le ancla a la esperanza de una vida distinta a la sufrida hasta ese momento.

Su huida del campo le llevará hasta Ho-Chi-min (la antigua Saigón), donde encontrará a su madre y un hermano. De ahí, pasará a vivir a un campo de refugiados y allí conocerá a Ling (Bai Ling), una chica de origen chino. Entre ellos se iniciará una  historia de amor que irá creciendo a la sombra (o tal vez las luces) de un futuro esperanzado, distinto. Juntos emprenderán viaje a los EEUU en busca de los orígenes Bihn, en busca de su padre. Atravesarán el mundo en una feroz travesía oceánica. Escalas en medio mundo, desde Ho-chi-min, a Malasia, de ahí a Nueva York para, finalmente, llegar a Texas, donde vive Steve (Nick Nolte) el padre de Bihn. “Un lugar maravilloso” es la historia de los cientos de miles de refugiados de la guerra, de las perdidas brutales, de la difícil vida que espera a quienes, sin quererlo, pasan a ocupar tierra de nadie porque no pertenecen a ningún sitio.




La fotografía espectacular de Stuart Dryburgh y sus escenas de la travesía por el mar, (íntegramente rodadas en el océano, sin apenas medios económicos), la convierte en unas de las películas más intensas y espectaculares que se puedan glosar en este momento. Una película muy bella pero tremendamente dura. Los actores lo bordan, sobre todo Damien Nguyen. Quizá porque él interpretaba con la ventaja (no me entiendan mal) de haber vivido en su infancia una experiencia parecida, los campos de refugiados en los que se mueve en la filmación le son cercanos, conocidos, forman parte de su vida, quizá por eso consigue ofrecernos un personaje totalmente creíble.



La elección de esta película fue pura casualidad; paseaba por la sección de cine de una librería sin más propósito que matar la media hora que faltaba hasta encontrarme con la persona con la que estaba citada. ¿Por qué esta y no otra? La explicación es peregrina. Hace algún tiempo conocí a una persona llamada Ling, vietnamita, idéntico nombre que el del protagonista  y eso, junto a una carátula que mostraba una fotografía que bien podría ser una imagen de la bahía de Halong, fue lo que la llevó de la estantería a mi bolsa. Algo tan sencillo, insustancial y falto de criterio como eso.

Durante meses la cinta durmió sobre la mesa de mi estudio pero una noche, de esas en las que crees que el mundo se está parando, me senté y me dejé arrastrar por una de las películas que más me han gustado en los últimos tiempos, tanto que me hice con una segunda copia con la intención de regalarla. Ahora mismo, no sé por dónde vagará el DVD después de que lo abandonara a su suerte metido en un sobre a la espera que su destinatario lo recogiera. Espero que esté en buenas manos y que quien lo haya encontrado tenga la oportunidad de disfrutar de una cinta que nos muestra las consecuencias personales que nuestros actos no solo para nosotros mismos sino para el mundo en general. 

“Un lugar maravilloso” es una opción para esos días en que uno se duele de lo propio, mirándose el ombligo más de la cuenta. Y es que a veces nos quejamos de vicio.



martes, 20 de mayo de 2014

NOTHING PERSONAL


«La palabra es la alarma de los humanos para aproximarse unos a otros.
 La palabra es lo más bello que se ha creado,
 es lo más importante de todo lo que tenemos los seres humanos. 
La palabra es lo que nos salva»


Colocarse en situación, intentar ver por debajo de las mil cosas que ciegan y relativizar. Empezar cien veces el mismo escrito, volver mil sobre él y que su mansedumbre, su pobreza, escueza como si te arrancaran la piel. Preguntarse cuándo dejaron de llegar las ideas, en que momento las palabras dejaron de cobrar sentido y se confabularon para que nada pudiera encadenarlas.

Algo se escapa y lo difícil, lo desesperante, es que nada puede pararlo. Todos se convierte en un eco seco.



domingo, 18 de mayo de 2014

THE LUNCHBOX (El camino equivocado nos puede llevar al destino correcto)



"La vejez empieza cuando los recuerdos pesan más que las esperanzas".

Una de las cosas que más me impresionó cuando hace unos años pasé un tiempo en Delhi no fue, como muchos me habían advertido, el olor fétido de la ciudad, ni la ingente cantidad de niños que vagaban a todas horas del día mendigando cualquier cosa, fue algo mucho más extraño e inesperado. Al anochecer, las calles se llenaban de personas que caminaban y caminaban. Entrada la medianoche, la ciudad continuaba bullendo y cientos de personas continuaban arrastrando los pies como si buscaran un destino loco que se les escapara a cada paso. Al final del día, los parterres, algunos soportales, y los bajos de los puentes que cruzan las modernas autovías de la ciudad, se convierten en improvisados dormitorios. Entonces, una empieza a sospechar que la gente vive en la calle y que aquellas casas con las que se cruza son un mero atrezzo urbano.

Cuando llevaba allí algunas semanas, charlando en un mal chapurreado inglés con el camarero de un pequeño café cercano al lugar en el que me alojaba, descubrí que aquellas largas marchas que se sucedían por la ciudad, y aquellas camas arrancadas a las aceras, encerraban poco de secreto y mucho de necesidad. En Delhi la gente vive, pero sobre todo trabaja. Son los extrarradios de la ciudad los que la nutren de miles de trabajadores; y cada día, gracias a ellos, al amanecer, Delhi renace inquieta, viva. Pero las distancias en aquella ciudad, como en casi todas en la India, son tan tremendas y los salarios tan escasos que no hay una rupia que perder en el transporte público. Por eso no son pocos los que pasan la mitad de la noche caminando para llegar a casa y la otra mitad para volver a su puesto de trabajo. Existen otros, quizá con menos fortuna que aquellos que caminan, que al caer el sol convierten los recovecos de la ciudad en improvisados cuartos en el que pasar la noche antes de volver a trabajar.

Delhi es un sinfín de vida. Quizá no de la mejor calidad a los ojos de una europea acomodaticia, pero sí de una vida auténtica, dura y sorprendente.

Ayer, después de una siesta impresionante, y con más pocas que muchas ganas, fui al cine. Alguien me había hablado de una película que se estrenó hace apenas unas semanas, que valía la pena ver. “The lunchbox”. La opera prima del director Ritesh Batra.




Bombay (Mumbai) es una ciudad mayor aún que Delhi. De hecho cuenta con más de veinte millones de habitantes que, al igual que Delhi, abarrotan la ciudad. La historia de “The luchbox” transcurre en Mumbai, una ciudad en la que las esposas preparan en casa la comida para sus maridos, y un servicio de repartidores de fiambreras, los dabbawallash, las lleva a sus lugares de trabajo para que coman caliente. El servicio de reparto está tan absolutamente perfeccionado, mediante un sistema de código de números y colores, que es prácticamente imposible que, dentro del caos que supone el transporte de cientos aquellos miles de fiambreras arriba y debajo de la ciudad, alguna acabe donde no corresponde. Este fenómeno ha sido estudiado por la Universidad de Harvard que concluyó que solo una de cada millón de fiambreras entregadas llegaba a un destinatario equivocado.




“The lunchbox” es la historia de esa fiambrera que va a parar donde no toca, y cambia la vida de Lia, una decepcionada ama de casa, y de Saajan Fernandes, un hombre viudo, hosco, a punto de jubilarse, que ha convertido la rutina de su vida laboral en el eje de su vida. Una relación que se inicia y se sostiene, para alivio de ambos, mediante el cruce de notas que guardan cada día entre los platos de la fiambrera que cruza la ciudad. Notas que dan la vuelta a la vida de dos personas desconocidas como si de un calcetín maltrecho se trataran, que salvo un giro del destino al que ellos dobleguen, no llegarán a cruzarse jamás. Notas de papel que liberan de la prisión del día a día tedioso, que permiten volver a soñar, recuperar la esperanza en la vida. Y es que, en ocasiones, el tren equivocado nos puede llevar al destino acertado.





Los detalles técnicos, el desarrollo narrativo, la soberbia interpretación de los dos protagonistas, interpretados por Irrfan Khan (Saajan Fernandes) y de Nimrat Kaur (Ila), se la dejo a otros que, a buen seguro, lo harán mejor que yo, y aquí limitarme a decir que es una película absolutamente deliciosa.




Ahora debería dar alguna explicación sobre porqué empecé hablando de Delhi y termino hablando de una película como “The lunchbox” y la razón (salvo que un abarrotamiento me llevó a otro), en realidad, no existe, es simplemente que a veces, como casi siempre, se me amontonan las cosas en la cabeza y yo no tengo un buen sistema de reparto, ni de encajonamiento para pensamientos absurdos. 
En todo caso, no se la pierdan, la película, (en versión original, claro), va a durar menos y nada en cartelera.



viernes, 16 de mayo de 2014

ASÍ ESTAMOS


"El hombre de los países industriales ha llegado a la luna dominando la naturaleza.
 ¿Es justo que el hombre ponga un pie sobre la luna? 
¿O no sería más justo que los grandes países pongan los pies sobre la tierra
 y se den cuenta que hay millones de personas que no tienen trabajo
 y que sufren de hambre?".



Imagina que un día llegas a tu trabajo y alguien te comunica que ya no hace falta que vuelvas más. Imagina que vas a arreglar los papeles para poder cobrar la prestación por desempleo y descubres que hace meses tu empleador dejó de pagar las cotizaciones a la seguridad social. Imagina que tus días se llena de paseos por la ciudad buscando dónde dejar una copia de tu currículo. Imagina que al cabo de unos meses tu cuenta corriente solo tiene números rojos. Imagina que un día ya no te queda nada que vender porque ya lo vendiste todo.

Imagina que un día tus hijos van a la escuela sin libros, sin la equipación escolar y sin desayuno para el recreo. Imagina que un día llegas a tu casa y sobre la mesa, para comer, solo hay un plato de nada y un vaso de agua. Imagina que un día el contenedor del supermercado de la esquina no te parece una opción tan descabellada. 

Imagina que un día en casa ya no hay luz, que el agua la recoges de la conducción de la comunidad y que ya no cocinas. Imagina que un día empiezas a acostar a tus hijos antes de que se ponga el sol para que no sientan el pellizco del hambre. Imagina que un día ya no recuerdas lo que es dormir, que tu estomago se ha encogido a menos que cero y que lo único que te espera mañana es la decepción y el vacío. 

Si has sido capaz de imaginar todo eso y no ha sido capaz de ponerle rostro es que no te enteras de lo que está pasando a tu alrededor. 







martes, 13 de mayo de 2014

TRÁGICAMENTE TUYA


Es el pintor de lo que pasa cuando parece que no pasa nada.


Cada día muere un buen número de personas, nada extraordinario, es el ciclo de la vida. Pero tal día como hoy, de hace 26 años, murió Chet Baker. Sobre su vida, sus adicciones, sobre su música ya se ha escrito todo. Ahora sólo queda escuchar y anotar, pese a la lluvia, al vacío,"Trágicamente tuya. Siempre".


domingo, 11 de mayo de 2014

DANDO BOTES


«Y así vamos adelante, botes contra la corriente,
 incesantemente arrastrados hacia el pasado».

Me patinan algunas cosas, en el sentido de que soy incapaz de recordar cómo empezó algo, cómo fue girando el tema y el motivo por el que al final la cosa terminó de un modo u otro. Debe ser que aquella fantástica memoria que me acompañó durante años, empieza a hacer aguas por los cuatro costados. Vivo de agenda, y aunque a veces la nota, brevísima siempre, sobre aquello que busco me indica muy poco, al menos me sitúa en el momento concreto y aunque sea de modo vago, puedo tirar del hilo de mi propia trama.

En la agenda del año 2013, descubro que a finales de septiembre, una persona, por entonces muy querida, me dio un gran disgusto. Con la perspectiva del tiempo sé que ese momento marcó un antes y un después en mi modo de relacionarme con ella, de hacerle partícipe de mis cosas. Debo decir en mi descargo que durante meses, por lo que veo, intenté hacer borrón y cuenta nueva, olvidar el mal ánimo, pero no fue posible. Cuando uno no quiere, el otro no puede aunque lo quiera y lo intente. Por otro lado, el 30 de octubre de ese mismo año (que conociéndome debía andar con la guardia baja y con el disgusto aun a cuestas), tuve una gran alegría y una noticia personal estupenda. Un J anotado en el margen derecho del día no hace más que apostillarlo, aunque ese momento lo recuerdo sin esfuerzo. Sigo pasando página y encuentro: localizadores de vuelos, revisiones al dentista, libros recomendados, sensaciones que me remueven, alegrías y algunas penas tremendas, el principio de un relato cualquiera, los buenos deseos para alguien a quien ya no veo pero del que sé a través de amigos comunes. Cosas así que al releerlas algunas de ellas, con el tiempo, me parecen imposibles, improbables, increíbles y olvidables por necesidad. Son mis cuadernos, mi propia memoria histórica de andar por casa.

Sigo utilizando agendas de papel como si en mi vida personal la revolución tecnológica no existiera. Escribo con letra diminuta que con el tiempo se convierte en jeroglíficos que ni yo misma entiendo, aunque supongo que parte de la gracia de la cuestión está precisamente en eso, en que el paso del tiempo me permita no entender, ir atajando, dejando por el camino lo que realmente es irrelevante. Si no está en la cabeza, no está en el papel, si solo queda una vaga impresión, entonces seguro que no importa.


miércoles, 7 de mayo de 2014

DE INTEGRISMOS Y OTRAS FATALIDADES MUNDIALES


"Los derechos humanos son sus derechos. Tómenlos. Defiéndanlos.
Promuévanlos. Entiéndanlos e insistan en ellos. Nútranlos y enriquézcanlos. 
Son lo mejor de nosotros. Denles vida”.


Hasta hace una semana apenas habíamos oído hablar de “Bojo Haram”. Sin embargo, después de que el grupo islamista radical haya secuestrado a casi trescientas niñas y jóvenes nigerianas para venderlas como esclavas, la comunidad internacional se lleva las manos a la cabeza y clama contra el integrismo islámico que convierte a sus mujeres en objetos, sin derechos, ni libertades.  
Porque las mujeres, para los de “Bojo Haram” (traducción: "la educación occidental es un pecado"), mediante la exaltación de la sharia, las convierte en objetos animados cuya seguridad, destino y futuro radica en la voluntad de un líder absolutamente perturbado y mesiánico, Aboubakar Shekau.

La interpretación que de los textos sagrados, en este caso el Corán, que  realizan determinados sectores es, no solo escandalosa, sino incluso delictiva. El secuestro de las niñas nigerianas es un verdadero crimen contra la humanidad, en general; y contra las afectadas, en particular. La convivencia de los seres humanos debe basarse en el respeto a derechos tan fundamentales como son la vida, la igualdad, la libertad y la dignidad. Derechos inalienables en cualquier caso, algo que con frecuencia se olvida.

La comunidad internacional, y el Gobierno de Nigeria en concreto, deben adoptar las medidas necesarias para conseguir que las mujeres secuestradas sean liberadas, puedan volver a su casa, garantizarles su seguridad y libertad. Deben actuar de un modo firme y contundente para que estas mujeres puedan seguir estudiando en las escuelas en las que lo hacían, educándose  en libertad para que nadie pueda considerarlas menos que cero, menos que la pata de madera que sostiene el camastro en el que descansan sus captores, ni venderlas a cambio de nada. Y es necesario, imprescindible, que estas mismas mujeres puedan educar a sus hijas para que éstas dispongan de medios y recursos con los que poder hacer frente, y mostrar oposición, a los que pretenden relegarlas a menos que cero.

Establece la Declaración de Derechos Humanos (proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948), que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” y establece en esta misma carta que  “Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas sus formas”. No existe religión ni tradición que pueda prevalecer sobre los Derechos Humanos y es el respeto a esos derechos, consensuados internacionalmente, son los que marcan la frontera entre lo admisible y lo inadmisible.

Lo que está sucediendo en Nigeria nos afecta a todos, absolutamente a todos, y la comunidad internacional no puede cruzarse de brazos. Se hace necesaria una intervención internacional inmediata mediante la aplicación, incluso del principio de justicia universal, con la intervención de los Tribunales Penales Internacionales si es preciso, visto que Nigeria, en estos momentos, no tiene capacidad para actuar individualmente, no solo para conseguir la liberación de las mujeres secuestradas, sino para poner fin a aquellas asociaciones, por llamarlas de algún modo, que repetidamente atentan contra lo fundamental: la vida, la libertad y la integridad del ser humano.



martes, 6 de mayo de 2014

Y TE NEGARÉ HASTA TRES VECES



Nos empeñamos en negarnos. Yo te niego por tres veces, tú hasta veinticuatro, una por cada hora del día que pasa. Inevitable, los dos lo sabemos. Pero cada día amanece y yo, muerta de sueño, falta de ganas, falta de todo, pero con el pie apenas en la acera, invoco a la conciencia, como si de un mantra se tratara y sigo negándote a fuerza de “noes”. Para no perder la cordura, para no quedarme a medio camino, para seguir caminando en la dirección que sea. Hoy ya he perdido la cuenta, los “no” se me han multiplicado por mil y sólo son las nueve de la mañana.

  


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viernes, 2 de mayo de 2014

MINIMALISMOS XXXIII



Son heridas que sin querer quedaron abiertas. Heridas que los diminutos granos de sal que manejas encienden, devolviéndote de un manera punzante. Siempre falta agua.