"El hombre de los países industriales ha llegado a la luna dominando la naturaleza.
¿Es justo que el hombre ponga un pie sobre la luna?
¿O no sería más justo que los grandes países pongan los pies sobre la tierra
y se den cuenta que hay millones de personas que no tienen trabajo
y que sufren de hambre?".
Imagina que un día llegas a tu trabajo y alguien te comunica que ya no hace falta que vuelvas más. Imagina que vas a arreglar los papeles para poder cobrar la prestación por desempleo y descubres que hace meses tu empleador dejó de pagar las cotizaciones a la seguridad social. Imagina que tus días se llena de paseos por la ciudad buscando dónde dejar una copia de tu currículo. Imagina que al cabo de unos meses tu cuenta corriente solo tiene números rojos. Imagina que un día ya no te queda nada que vender porque ya lo vendiste todo.
Imagina que un día tus hijos van a la escuela sin libros, sin la equipación escolar y sin desayuno para el recreo. Imagina que un día llegas a tu casa y sobre la mesa, para comer, solo hay un plato de nada y un vaso de agua. Imagina que un día el contenedor del supermercado de la esquina no te parece una opción tan descabellada.
Imagina que un día en casa ya no hay luz, que el agua la recoges de la conducción de la comunidad y que ya no cocinas. Imagina que un día empiezas a acostar a tus hijos antes de que se ponga el sol para que no sientan el pellizco del hambre. Imagina que un día ya no recuerdas lo que es dormir, que tu estomago se ha encogido a menos que cero y que lo único que te espera mañana es la decepción y el vacío.
Si has sido capaz de imaginar todo eso y no ha sido capaz de ponerle rostro es que no te enteras de lo que está pasando a tu alrededor.
Debe ser difícil imaginarlo, todo a la vez, que ocurra todo a la vez. No sé.
ResponderEliminarYa decía aquel otro: "Imagine".
Es horrible Anita, yo tengo una imaginación que se desboca fácilmente y cuando le da por hacerme sufrir insiste con estos temas. Es un horror y una angustia y cuando uno tiene hijos se lo imagina todavía más crudo. Y lo peor es que ninguno tenemos garantía de que no nos llegue a ocurrir.
ResponderEliminarEs horrible Anita, yo tengo una imaginación que se desboca fácilmente y cuando le da por hacerme sufrir insiste con estos temas. Es un horror y una angustia y cuando uno tiene hijos se lo imagina todavía más crudo. Y lo peor es que ninguno tenemos garantía de que no nos llegue a ocurrir.
ResponderEliminarPues sí, sí que lo es y como dices, ninguno estamos a salvo de vernos arrastrados a una situación así.
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