lunes, 31 de octubre de 2011

PERO YO MIRABA AL PO


"Necesito borrar a alguien del tiempo", dejó por escrito.

Leyendo, me pareció leerme, pero no. Yo no quise borrarle. Sabía que eso era imposible. Aunque me empeñara había existido, había estado junto a mí y yo junto a él.

¿Borrarle? No. Borrarle a él significaba borrarme a mí y yo, en mi infinita menudencia, necesitaba sobrevivirle, sobrevivirme, no quería desaparecer. Ocupaba el sitio que mi vida había decidido darle. No desaparecería y no, no cabía retroceder.  Sólo necesitaba mi tiempo y que el suyo pasara rápido. El tiempo lo adormecería y removería el pensamiento espontáneo que entonces no controlaba. 

Era cuestión de tiempo que el intenso dolor que entonces me producía, intensamente proporcional a la felicidad que me dio, se alejara dejando paso a la extraña calma que trae el vacio consciente. 
Y así fue.


Pero yo miraba al Po, ella mira al Moldava.



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Cuántos de los que he conocido
(si de verdad los he conocido)
hombres, mujeres
(si esta división sigue vigente),
han atravesado este umbral
(si esto es un umbral),
han cruzado este puente
(si se puede llamar puente).

Cuántos después de una vida más corta o más larga
(si para ellos en eso sigue habiendo alguna diferencia),
buena porque ha empezado,
mala porque ha acabado
(si no prefirieran decirlo al revés),
se han encontrado en la otra orilla
(si se han encontrado
y si la otra orilla existe).

No me es dado saber
cuál fue su destino
(ni siquiera si se trata de un solo destino,
y si es todavía destino).

Todo
(si con esta palabra no lo delimito)
ha terminado para ellos
(si no lo tienen por delante).

Cuántos han saltado del tiempo en marcha
y se pierden a lo lejos con una nostalgia cada vez
mayor.
(si merece la pena creer en perspectivas).

Cuántos
(si la pregunta tiene algún sentido,
si se puede llegar a la suma final
antes de que el que cuenta se cuente a sí mismo)
han caído en el más profundo de los sueños
(si no hay otro más profundo).

Hasta la vista.
Hasta mañana.
Hasta la próxima.
Ya no quieren
(si es que no quieren) repetirlo.
Condenados a un interminable
(si no es otro) silencio.
Ocupados sólo con aquello
(si es sólo con aquello)
a lo que los obliga la ausencia.
Cálculo Elegíaco -Wislawa Szymborska 

sábado, 29 de octubre de 2011

viernes, 28 de octubre de 2011

EXISTIÓ


Pasó sin esperarlo. Fue tan inesperado que la sorpresa fue casi una conmoción. Llegó en forma de malestar generalizado, una especie de enfriamiento que no remitía con los días. Y así, pensando que el otoño había adelantado un estado gripal que no existía, el cuerpo se me empezó a deformar de una forma amable.  Había llegado sin billete, pidiendo paso a empellones y se instaló al abrigo de un otoño benigno.
El desconcierto inicial dio paso a una especie de euforia incontrolada. No sabía cómo explicarme, explicarle y explicarles que así, sin llamarle, estaba ahí.
Conocí los latidos de su corazón, los centímetros que ocupaba mes a mes y mientras ordenaba mi vida, se deshizo en un torrente sanguinolento. Sus dedos, su nariz, su corazón, terminaron entre mis manos, mientras intentaba que no se me escurriera su vida entre las piernas.
Pero así son las cosas. Han pasado ya algunos años. He vuelto a pensar en ello mientras termino de preparar la tarta de Daniel y coloco la vela con un número bien grande.
Existió. Fue, digan lo que digan otros.

miércoles, 26 de octubre de 2011

AVIONES DE PAPEL

Llevo más de media hora mirando a través de la ventana. Está oscuro, mucho. Muchos de mis episodios comienzan así, fijando la vista en un punto no demasiado lejano, que se esconde tras el cristal y encierra algo particular. Pero hoy no veo nada. Y la noche es negra y espesa como nunca, desdibujada, extraña.

Ha empezado a llover de nuevo y puede, pero sólo puede, que sea precisamente por eso que todo parece mucho más difuso. 
Siento la imposibilidad de ordenar nada.

Esperaré, sin prisa y vendrá, lo sé, en un avión de papel y nos perderemos por Manhattan, aunque llueva.

ub40 - maybe tomorrow

martes, 25 de octubre de 2011

TERENCI MOIX HA VUELTO

– Presentación en Barcelona de “Sadístico, esperpéntico e incluso metafísico"-


Podía haber amanecido lloviendo, no en vano la tormenta que ayer barrió de agua Barcelona fue tremenda, pero el día se ha presentado plácido, una mañana de otoño típica de esta ciudad. A las 10:30 horas, los medios estaban convocados, en la Librería Laia de Barcelona, para la presentación de la edición en castellano de “Sadístico, esperpéntico e incluso metafísico” de Terenci Moix, que la editorial Berenice acaba de publicar.

Una presentación, esperada, que ha contado con la presencia de su editor, Manuel Pimentel (Editorial Berenice) y de Ana Maria Moix Messeguer, escritora ante todo, y hermana del fallecido Terenci Moix.

Mucho se podría escribir sobre el trabajo de este autor, de su perfecta recreación de la sociedad tardo-franquista de este país; de la decadente y opresiva burguesía catalana que refleja en sus novelas, que se siente atacada por una sátira mordaz que la atrae y la espanta al mismo tiempo; del enfoque absolutamente vanguardista y rompedor en el abordaje de una sexualidad compleja que imprime una mirada distinta sobre el mundo; de la prolija y diversa actividad literaria que tuvo.


Mucho nos queda por descubrir sobre el proceso creativo de Terenci Moix; sobre su obsesión por reescribir, una y otra vez sus textos antes de su publicación (incluso después de ella); de su compulsión en la escritura; horas ininterrumpidas de escritura voraz que se convierten en interminables jornadas, prolongadas más allá de lo que cualquier otro podría permanecer frente a un papel; de su formación autodidacta que nada tenía que envidiar a otros formados de otro modo más convencional; de la influencia vital de su estancia en Italia; de la necesidad permanente, casi exhibicionista, de hacer partícipe a su círculo más cercano, en especial a su hermana, de todo lo que escribía en busca de la crítica que reforzase su obra; del pánico (hasta el vómito) a enfrentarse a un auditorio desconocido, pese a su aparente extroversión; de la intensidad de sus sentimientos; de sus sensaciones; de lo controvertido y entusiasta que era como ser humano; del asfixiante mundo de una sexualidad gestada durante una adolescencia no poco atormentada. De todo eso, y de algunas cosas más, es de lo que hoy hemos podido hablar con la brillante Ana Maria Moix, acompañada por Manuel Pimentel.


La novela escrita a mediados de los años setenta, en plena vanguardia de la literatura catalana, ha permanecido inédita en lengua castellana hasta ahora. El perfeccionismo de Moix fue posiblemente la razón por las que no se tradujo esta obra en vida de su autor. Sin embargo, desde este momento disponemos ya de “Sadístico, esperpéntico e incluso metafísico” en castellano, gracias al estupendo trabajo de traducción realizado por Juan Bonilla, que ha conseguido que no se haya perdido ni un solo ápice de la intensidad del texto original de Moix.

Puede que no esté todo perdido en el mundo editorial, que no se esté empobreciendo del todo el mundo literario cuando, con valentía, sin miedo a no caer en lo meramente comercial, se editan obras que rompen esquemas, que se alejan de los tópicos y que dejan de tratar al lector como si de un anormal se tratara. Pero para eso hacen falta editores que ejerzan su oficio pensando no sólo en ventas y rankings, sino recordando que, casi siempre, se convierten en los baluartes de la literatura.

Mis más sinceras felicitaciones a Berenice y las gracias a Ana Maria Moix Messeguer por posibilitar el acceso de esta obra genial a los lectores de lengua castellana que quieran acercarse de lleno a la literatura de uno de los escritores más geniales, controvertidos y vanguardistas que nos dio la literatura española del siglo XX.

Y un recuerdo para el colosal Terenci Moix.

 

 
Tete Montoliu - Blues for llorach



 http://www.masquepalabras.info/2011/10/terenci-moix-ha-vuelto-presentacion-en-barcelona-de-%E2%80%9Csadistico-esperpentico-e-incluso-metafisico%E2%80%9D/

© Fotografías  AN=NA
(I,II,III)

domingo, 23 de octubre de 2011

CURIOSITY KILL THE CAT


Algún cambio se ha sucedido en la secuencia del genoma del ser humano y, hoy en día, los enanos que no levantan un palmo del suelo, que apenas saben balbucear el nombre de su padre y su madre, parecen la encarnación de la mejor banda de espionaje internacional.

La curiosidad de esos diminutos personajes no tiene límites. No hay nada más divertido que lo que tienen vedado, por ejemplo, rebuscar en bolso ajeno. Ayer, mientras tomábamos café,  un extraño silencio nos rodeaba. La sospecha de algún tipo de tropelía nos llevó hasta el dormitorio de casa. Nos encontramos al pequeño José sobre la cama, con el bolso de su madre y el mío propio, entre sus piernas y con todo el contenido esparcido sobre la colcha. Estaba con las gafas de sol de su madre puestas, y a la pregunta: ¿Qué haces? Repreguntó con su voz de troll, “¿Qué e eto?, mientras alzaba el brazo esgrimiendo una curiosa “barra de labios” vibradora.

Su madre y yo misma enmudecimos y, con un cuidadito exquisito, le sacamos de las manos el último modelo de un estimulador de clítoris de bolsillo.

Conclusión: No dejes nunca a una criatura cerca de tu bolso, son peor que un agente del Mosad y hacen preguntas difíciles de contestar. 

sábado, 22 de octubre de 2011

YOU'VE GOT A FRIEND

I

 II


III



Isabelle venía esta tarde. LLeva unos días malos, muy malos. Hace unas semanas perdió su trabajo (la crisis lo arrastra todo, hasta los buenos proyectos), su hijo, José, ha empezado a odiar los tomates (vayan ustedes a saber el porqué) y su compañero, el lunes, decidió marchar a por tabaco (fue toda una sorpresa, no sabía que había empezado a fumar). Así que no caben tonterías. Botiquín de urgencia al ataque.


A menudo, cuando uno está fastidiado no espera nada de los demás, pero esos "demás" tienen que saber estar para el otro cuando las cosas vienen cruzadas. Y eso alivia, por eso basta con saber estar cuando te necesitan, sólo eso. 

Algo tan sencillo como unas magdalenas caseras, un par de cafés y la vida sigue siendo una mierda pero un poco menos, así son las cosas. Hoy por tí y mañana por mí.

McFly - You`ve Got A Friend


 

ENTRE EL DOLOR Y EL PLACER


Duermo de día, le velo la noche. Lo suficientemente cerca para saber que estoy, lo suficientemente lejos para no ahogarle. Me desordeno, me desordena. Me coloca dentro de una esfera de cristal, la agarra, la lanza contra la pared y, a medio camino, suspendida en el aire, me transformo en una bola de porexpan. Llueve.

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Entre el dolor y el placer median tres criaturas,
de las cuales la una mira a un muro,
la segunda usa de ánimo triste
y la tercera avanza de puntillas;
pero, entre tú y yo,
sólo existen segundas criaturas.
Apoyándose en mi frente, el día
conviene en que, de veras,
hay mucho de exacto en el espacio;
pero, si la dicha, que, al fin, tiene un tamaño,
principia ¡ay! por mi boca,
¿quién me preguntará por mi palabra?

Al sentido instantáneo de la eternidad
corresponde
este encuentro investido de hilo negro,
pero a tu despedida temporal,
tan sólo corresponde lo inmutable,
tu criatura, el alma, mi palabra.


Leonard Cohen - Dance Me To The And Of Love



miércoles, 19 de octubre de 2011

QUE LE DEN


Si tienes un día gris, en el que sientes que la mala fortuna se ha clavado en medio de tu frente, puedes hacer dos cosas: beberte un litro de cicuta y esperar a morirte o, como dice Mon, prepararte una sopa de sobre, tomarte un yogur a punto de caducar, poner en modo reproducción continuada y aleatoria todo el repertorio de Antonio Machín, y tatarearlo enterito hasta que te reviente la cabeza, mientras deseas que al artífice de ese mal le explote por simpatía.

Así que, después de hablar con Mon (tres veces esta noche) para compartir, de nuevo, el enorme disgusto que arrastramos, me preparo una sopa de sobre que, para mayor desazón, caducó hace un par de meses; quemo en la pila de la cocina, a lo funerario, los doscientos folios del trabajo que nos han tumbado sin compasión, por motivos muy lamentables; y parto los CD que contenían los documentos escaneados  (con eso casi me corto las venas, una actuación de riesgo), para canalizar algo del mal café que arrastro. He fallado en el tema musical porque Machín me apetece como una patada en mitad de la boca, así que he cambiado los boleros por algo menos lacrimógeno y así, mientras, sofoco los últimos rescoldos de los folios quemados y me aireo la mala leche.
Tras lo vivido en el día de hoy,  he llegado a una conclusión extraordinaria: “Cuando uno es idiota cree que los idiotas son los demás, todos menos él. Debe ser por eso que el idiota es el último que se entera de que lo es ¿no? Pero claro, un idiota dinámico hace tanto daño como un saco de bombas cargadito de metralla, lo sepa o no.
Un idiota se  ha cargado el trabajo de unos cuantos y las ilusiones de varias decenas. Espero que se le atragante la cena y, por aquello de los pensamientos “ouija”, espero que perciba que somos varios los que le estamos deseando: “Que le den” y que alguien le recuerde lo idiota que es.
 P.D: Un consejo gratuito: Presérvense de los tontos y si son dinámicos más aún.

manu chao amparanoia - que te den


 

sábado, 15 de octubre de 2011

ISLAND

 


Mientras me abrochaba las botas, miré por la ventana. El tiempo había cambiado desde mi llegada. Los días templados habían dejado paso a un otoño frío y extenuante. Un viento sordo recorría las calles y la nostalgia, hasta entonces disfrazada de pereza, se transformó en la necesidad vital de sentir en la cara las gotas de agua que el aire arrancaba a las olas de un mar embravecido.

Cerré la puerta y coloqué la llave detrás de la maceta que a duras penas sobrevivía, cubierta de musgo, en el alfeizar de la ventana de mi nueva casa. Un intenso olor a sal se respiraba por toda la isla. Caminé forzando el paso, con el cuello encogido, las manos en los bolsillos y la esperanza que el único café del pueblo estuviera aún abierto. Necesitaba tomar algo caliente.

Empezó a escocerme la punta de la nariz y la imaginé roja como el tazón que Gjerta había dejado sobre la mesa, sin pronunciar palabra, como ayer, como anteayer. En el pueblo se contaba que había perdido a su marido engullido por el mar. Decían que por eso, a la caída del sol, se sentaba en el muelle y buscaba, con la mirada perdida, el rastro de un pesquero que nunca iba a volver.
           
Dejé unas monedas sobre la mesa. Me acerqué despacio, puse la mano sobre su hombro ya curvado, y le dí las gracias. Me había hecho comprender, sin ella saberlo. Había llegado la hora de buscar mi silla, una que resistiera el frío, la furia de la lluvia y el salitre que inexorablemente todo lo corroe. Una silla que colocaría frente al mar y desde allí, acompañada  por la intermitencia del faro, le esperaría.

Ese era mi compromiso, conmigo, con él, con lo que un día imaginamos. Poco importaba lo que tardara en llegar, sabría donde encontrar la llave.







viernes, 14 de octubre de 2011

NO MORE HEROES


Y es cuando no me contengo que le digo que le echo de menos, pero, inmediatamente, me arrepiento porque no es cierto. Me echo de menos a mí y a él como parte de mi propia componenda.

miércoles, 12 de octubre de 2011

EL NOBEL DE TRANSTRÖMER

La comunidad sueca de Barcelona celebra el Nobel ante su embajada.

¿Quieres quedar como un tipo/tipa megachachi, de lo bueno lo mejor? Pues nada, aquí tienes la receta (esta vez gratuita, la próxima vez cobro). Sitúate frente al espejo, a poder ser recién levantado de la cama, con el bostezo colgando del morrete como si sufrieras de maxilar prognato y pronuncia: TRANSTRÖMER, arrastrando las “erres” como si te fuera la vida en ello. Tras repetir doscientas veces la palabrita de marras, ya estás preparado para salir a la calle y quedar como un auténtico campeón de la modernidad.


Y es que el premio Nobel de Literatura ha recaído en Tomas Tranströmer ¿Qué quién es? Pues un poeta. ¿Qué no te suena? Pues a mí tampoco. Pero parece ser que hoy todo el mundo, hasta los que sólo leen el Marca y el Sport, conocen al literato que gasta nombre de estantería de IKEA.


Pero como no hay mal que por bien no venga, al final una se conecta a la grandísima Wikipedia y, feliz y contenta, se instruye sobre las bondades de Tranströmer. Como soy mujer de bien, y sé, porque lo sé, que son más bien pocos los que saben nada de este escritor, te diré para que puedas vacilar por ahí, que  dicen que además de poeta es un buen pianista, que apenas escribe desde que a finales de los noventa sufrió un ictus, que sus libros venden casi tanto como los de Stieg Larsson (bueno a partir de ahora sí, que esto del Nobel tiene mucho tirón entre snobs y otros bichos de igual pelaje), y a partir de la semana próxima, los ejemplares de Tomas Tranströmer adornarán los cientos de miles de estanterías Billy que pueblan los hogares de medio mundo.


Y es que la cosa funciona así, que no te quepa la menor duda. Para que nadie pueda decirte que no has leído nada del galardonado, aquí dejo el fragmento de un poema de Tranströmer, copiado, obviamente de la red, porque yo, que quieres que te diga, ni idea de quien era Tranströmer.


NOCHE-MAÑANA

EL mástil de la luna se hapodrido y la vela arrugado.
La gaviota flota ebria, más allá, sobre el agua.
El pesado cuadrilátero del muelle, carbonizado. El matorral se

doblega en la oscuridad.

En la escalera. El amanecergolpea y golpea
en las verjas de piedra gris del mar y el sol crepita
cerca del mundo. Semiahogados dioses estivales tantean
en niebla marina.
 
http://www.masquepalabras.info/2011/10/dimes-y-diretes-by-anita-noire-el-nobel-de-transtromer/

domingo, 9 de octubre de 2011

FOR A SENTIMENTAL REASONS


Cuando falleció mi abuela, corría el año 1986, hubo que desmontar su casa, guardar sus cosas, deshacernos de un montón de objetos, recuerdos, que no podíamos conservar. Durante varios fines de semana, entré en su casa sintiendo que ya no era la misma. Cuando alguien muere, ni las paredes quedan indemnes. Habíamos estado empaquetando durante horas y, al final, junto a una caja de fotografías antiguas me quedé con algunos libros. Mi abuela, hasta que quedó ciega, había sido una gran lectora. Entre los libros que me llevé, uno fue especial. No porque tuviera ningún interés por él, fue la casualidad la me llevó a escogerlo entre los diez que había decidido me iba a llevar. Había caído al suelo y de entre sus hojas se deslizó el recorte de un  periódico hoy ya desaparecido, “El Noticiero Universal”, del día que nací. Este y no otro fue el motivo por el que desde entonces tengo un ejemplar, una primera edición, de “Volverás a Región” de Juan Benet. 

Debo confesar que no lo leí hasta algunos años más tarde, mi relación con Benet empezó por una pura casualidad y continuó por empecinamiento. 

Nos acercamos a las cosas por los motivos más variopintos, en este caso, a la literatura de Benet, por un motivo absolutamente sentimental que me llevó a lo esplendido.

¿Por qué me he acordado hoy de  la anécdota de Juan Benet y mi abuela María?
Pues porque, mientras mataba el rato en la sala de visitas de un hospital cualquiera, una mujer, con un libro en su falda, cortaba la esquina de un periódico, lo suficientemente grande para ser algo más que un improvisado punto de libro. Lo ha doblado casi con mimo y lo ha colocado entre las páginas del ejemplar que sostenía sobre las piernas. Al poco, otra mujer la ha recogido y juntas, del brazo, se han encaminado hacia el ascensor. He seguido sentada unos minutos más, pensando que tal vez se dirigieran a la nursería y que tal vez, dentro de unos años, sin quererlo y de una manera absolutamente casual, el gesto de hoy lleve a alguien a enamorarse de los libros. 
Ojalá así sea.

"Para llegar a Región hay que atravesar un elevado desierto y el viajero en un momento u otro conocerá el desaliento al sentir que cada paso hacia adelante no hace sino alejarlo un poco más de aquellas desconocidas montañas. Y un día tendrá que abandonar el propósito y demorar aquella remota decisión de escalar su cima más alta...o bien -tranquilo, sin desesperación, invadido de una suerte de indiferencia que no deja lugar a los reproches- dejará transcurrir su último atardecer, tumbado en la arena de cara al crepúsculo, contemplando cómo en el cielo desnudo esos hermosos, extraños y negros pájaros que han de acabar con él, evolucionan en altos círculos. "
Volverás a Región -Juan Benet-

sábado, 8 de octubre de 2011

BYE BYE CIUDAD DE TORREVIEJA


Y es que no está el horno para bollos. Esta expresión, que ni siquiera exclamación, paseó de la boca de mi estómago a la punta de mi lengua cuando leí que, finalmente, desaparece el premio literario “Ciudad de Torrevieja”. Se acabó, punto final.

El Ciudad de Torrevieja era, hasta ayer, el segundo premio de las letras mejor dotado del panorama nacional. La causa: la tan manida crisis, la falta de financiación que permita el mantenimiento de este premio. No dudo que no haya un duro y que la cofinanciación sea imposible (pública, la del consistorio y privada, la de la editorial Plaza&Janes), que no se sostenga, atendidas las prioridades municipales que, seamos buenos, se presuponen.
Pero puede que el fin de los certámenes literarios, no sólo el ”Ciudad de Torrevieja”, no sea una cuestión sólo económica, sino que resida, en parte, en la falta de imaginación y entusiasmo, eso simplemente. Y eso sin perjuicio que, obviamente, a nadie amarga el dulce de un premio con muchas cifras, algunas de ellas a cuenta de los derechos de autor de los ganadores o incluso finalistas y que cuando estas cifras fallan el concurso o premio pierda fuelle.


Las letras se nutren de cosas muy distintas a los premios literarios, casi siempre de las horas en soledad de los escritores y de visiones e interpretaciones del mundo que los “paganos” no podemos alcanzar.  Pero no estoy diciendo ninguna mentira si afirmo que los certámenes, los premios, mantienen en danza el mundo de la cultura.

Los escritores seguirán escribiendo y publicando hayan premios o no. No es un drama, a priori, pero estos premios son un importante escaparate, en ocasiones de vanidades y, en otras, de obras desconocidas que merecen llegar al gran público. Creo yo.

Así que no nos queda otra que lamentarnos, aunque sea un poquito, por la perdida de este premio.


Ahora, volveremos a recordar a Torrevieja por aquellos apartamentos que, hace ya algunas décadas, regalaban en un famoso concurso de televisión y olvidaremos que, durante diez años, se convirtió en la sede de uno de los premios literarios más importantes de este país. Una pena.


PD: Como ando algo quejosa he olvidado, incluir en el texto, mis más sinceras felicitaciones a Jordi Sierra Fabra por su novela “Sombras del tiempo” que tiene el ¿honor? de ser la última galadornada en este extinto premio.


Bye-bye al Ciudad de Torrevieja.


http://www.masquepalabras.info/2011/10/dimes-y-diretes-by-anita-noire-bye-bye-torrevieja/

jueves, 6 de octubre de 2011

BYE STEVE JOBS


Hablar hoy de Steve Jobs sería redundante e incluso ampuloso. Creo que ya  se ha dicho todo, absolutamente, todo.  Lo bueno, lo mejor y lo superior.
La noticia del fallecimiento del creador de Apple  ha recorrido el mundo como una inmensa ola. Hoy millones de ordenadores se despertaban, se acostaban, con la imagen de Steve Jobs. Los de Apple son así, pequeños dioses que nos cambiaron el mundo y que hoy, con su explorador nos han entregado la noticia en forma de retrato. 

Hoy circula por todo el mundo el video del discurso que Jobs dio en la Universidad de Stanford a sus recién licenciados. Como millones de persona, hoy, gracias a las redes sociales y al iMAC, he podido escuchar aquella grabación.  De todo lo dicho, desecho lo meramente anecdótico, y me quedo el mismo mensaje de despedida que recicló y que, hoy, gracias a la tecnología que él mismo nos proporciono, podemos adoptar:

“Sigue hambriento, sigue alocado”

Una buena idea y ahora, no diré aquello tan manido de “descanse en paz” sino un “gracias”, un enorme "GRACIAS".




martes, 4 de octubre de 2011

HARTITA ESTOY


He llegado a casa tras un día muy cansado. Como no tenía ganas de nada, y cuando digo nada, es nada de nada, me he sentado frente al televisor para vegetar. En los escasos minutos que he resistido frente a ella, he visto una gran cantidad de anuncios. Varios de ellos sobre anticelulíticos, el de unas pastillas para perder peso, el de unos cereales que ayudan al tránsito intestinal y a la pérdida de peso, el de una clínica que, por un módico precio, te hace nos cuantos arreglitos. Vomitivo.
No lo resisto más. La presión por tener unos cuerpos que se alejan de nuestra propia naturaleza es tan bestial que sustraerse a ella es casi un imposible. 

Si una es mujer, muy mujer, tiene, por su propia constitución, curvas. Puede que en algunos casos esas curvas sean excesivas, en otros, exiguas. Pero lo cierto es que las mujeres  (salvo en los casos de las que tienen voluntad para convertirse en auténticos bichos palo), tenemos pecho,  caderas,  glúteos y algunas, incluso, cierta prominencia en el abdomen. Por eso, esa publicidad que nos satura con imágenes tan alejadas de la realidad que parecen una película de terror, me tiene hasta el moño. 
A todos nos encanta estar guapos, gustarnos a nosotros mismos y a  los demás. A mí la primera. Pero estoy hasta el gorro de tanta publicidad, no sólo engañosa, sino creadora de falsos estereotipos.

Alguien debería gritar bien alto que las mujeres de verdad tienen curvas, y yo, sin duda, optar por un baño relajante y no por encender el televisor cuando llego muerta a mi casa.

lunes, 3 de octubre de 2011

LLUVIA Y ASFALTO


Hay muchas maneras de hacer el bobo. Casi todas pasan por estar incómodamente en el lugar en el que no nos gusta estar, casi siempre uno que no escogemos. Y lo peor de hacer el bobo es ser consciente de que uno lo está haciendo. No hay peor tortura que quedarse atrapado donde uno no quiere estar, donde cree que no debe estar.

Mientras volvía a casa he recordado aquel pasaje de la película de Coixet, en el que Ann (Sarah Polley), por primera vez, tiene claro quien es:

"Esta eres tú. Los ojos cerrados, bajo la lluvia. Nunca imaginaste que harías algo así. Nunca te habías visto como... no sé cómo describirlo... como una de esas personas a las que les gusta la Luna, o que pasan horas contemplando el mar, o una puesta de Sol. Seguro que sabes de qué gente estoy hablando. O tal vez no. Da igual, a ti te gusta estar así. Desafiando el frío, sintiendo cómo el agua empapa tu camiseta y te moja la piel, y notar cómo la tierra se vuelve mullida bajo tus pies, y el olor, y el sonido de la lluvia al golpear las hojas... Todas esas cosas que dicen los libros que no has leído. Esta eres tú. ¿Quién lo iba a decir? Tú..."

Y aún no se por qué, hubiera deseado que lloviera, que el asfalto se convirtiera en mi casilla de “salvada”, que mi pulso se calmara y saber, sobre todo, que estoy en el lugar en el que debo estar, en el que quiero estar, aunque, a veces, me duela.

sábado, 1 de octubre de 2011

LES CHORISTES


He pasado la tarde en un concierto. A principios de semana, mientras guardaba cola en el ambulatorio, me encontré con mi vecino, Pisarev. No es su nombre real, claro, pero es el que le gustaría. En otras ocasiones he hablado de él. Vive en mi mismo bloque, enviudó hace ya algún tiempo y, de una manera absolutamente curiosa, coincidimos en nuestro gusto por las películas de Katherine Hepburn, por el caldo de pollo y algunas otras cosas.

Pisarev ha pasado todo el verano en casa de uno de sus hijos, deseando volver a su casa. Le entiendo porque como en casa de uno no hay nada por mi buena que sea la compañía.
Nos ponemos al día mientras esperamos que nos atiendan. Al final, salgo con la receta de un antihistamínico y una cita  para la tarde del sábado.

Hace algún tiempo, Pisarev, para llenar las tardes, que se le inundaban de pena y soledad, se unió a un coro. Dos veces a la semana se reúne con sus compañeros para ensayar lo que  las tardes de sábado cantarán allá donde les quieran escuchar. No son grandes artistas, cantan por el gusto de cantar, porque pese a la edad, mucha en el caso de algunos, continúan vivos.


Me siento en primera fila, hoy inician la temporada. Apoyo en mis piernas un bastón coronado por una empuñadura desgastada, necesito las manos para aplaudir a rabiar. 
Y le aplaudo porque le admiro, mucho. No por su voz, sino por la bendita ilusión con la que lo hace todo en esta vida.
Pisarev cumplió los 76 el pasado mes de mayo y le queda cuerda para rato, tiene el secreto en sus manos: la ilusión de vivir.