Podía haber amanecido lloviendo, no en vano la tormenta que ayer barrió de agua Barcelona fue tremenda, pero el día se ha presentado plácido, una mañana de otoño típica de esta ciudad. A las 10:30 horas, los medios estaban convocados, en la Librería Laia de Barcelona, para la presentación de la edición en castellano de “Sadístico, esperpéntico e incluso metafísico” de Terenci Moix, que la editorial Berenice acaba de publicar.
Una presentación, esperada, que ha contado con la presencia de su editor, Manuel Pimentel (Editorial Berenice) y de Ana Maria Moix Messeguer, escritora ante todo, y hermana del fallecido Terenci Moix.
Mucho se podría escribir sobre el trabajo de este autor, de su perfecta recreación de la sociedad tardo-franquista de este país; de la decadente y opresiva burguesía catalana que refleja en sus novelas, que se siente atacada por una sátira mordaz que la atrae y la espanta al mismo tiempo; del enfoque absolutamente vanguardista y rompedor en el abordaje de una sexualidad compleja que imprime una mirada distinta sobre el mundo; de la prolija y diversa actividad literaria que tuvo.
Una presentación, esperada, que ha contado con la presencia de su editor, Manuel Pimentel (Editorial Berenice) y de Ana Maria Moix Messeguer, escritora ante todo, y hermana del fallecido Terenci Moix.
Mucho se podría escribir sobre el trabajo de este autor, de su perfecta recreación de la sociedad tardo-franquista de este país; de la decadente y opresiva burguesía catalana que refleja en sus novelas, que se siente atacada por una sátira mordaz que la atrae y la espanta al mismo tiempo; del enfoque absolutamente vanguardista y rompedor en el abordaje de una sexualidad compleja que imprime una mirada distinta sobre el mundo; de la prolija y diversa actividad literaria que tuvo.
Mucho nos queda por descubrir sobre el proceso creativo de Terenci Moix; sobre su obsesión por reescribir, una y otra vez sus textos antes de su publicación (incluso después de ella); de su compulsión en la escritura; horas ininterrumpidas de escritura voraz que se convierten en interminables jornadas, prolongadas más allá de lo que cualquier otro podría permanecer frente a un papel; de su formación autodidacta que nada tenía que envidiar a otros formados de otro modo más convencional; de la influencia vital de su estancia en Italia; de la necesidad permanente, casi exhibicionista, de hacer partícipe a su círculo más cercano, en especial a su hermana, de todo lo que escribía en busca de la crítica que reforzase su obra; del pánico (hasta el vómito) a enfrentarse a un auditorio desconocido, pese a su aparente extroversión; de la intensidad de sus sentimientos; de sus sensaciones; de lo controvertido y entusiasta que era como ser humano; del asfixiante mundo de una sexualidad gestada durante una adolescencia no poco atormentada. De todo eso, y de algunas cosas más, es de lo que hoy hemos podido hablar con la brillante Ana Maria Moix, acompañada por Manuel Pimentel.
La novela escrita a mediados de los años setenta, en plena vanguardia de la literatura catalana, ha permanecido inédita en lengua castellana hasta ahora. El perfeccionismo de Moix fue posiblemente la razón por las que no se tradujo esta obra en vida de su autor. Sin embargo, desde este momento disponemos ya de “Sadístico, esperpéntico e incluso metafísico” en castellano, gracias al estupendo trabajo de traducción realizado por Juan Bonilla, que ha conseguido que no se haya perdido ni un solo ápice de la intensidad del texto original de Moix.
Puede que no esté todo perdido en el mundo editorial, que no se esté empobreciendo del todo el mundo literario cuando, con valentía, sin miedo a no caer en lo meramente comercial, se editan obras que rompen esquemas, que se alejan de los tópicos y que dejan de tratar al lector como si de un anormal se tratara. Pero para eso hacen falta editores que ejerzan su oficio pensando no sólo en ventas y rankings, sino recordando que, casi siempre, se convierten en los baluartes de la literatura.
Mis más sinceras felicitaciones a Berenice y las gracias a Ana Maria Moix Messeguer por posibilitar el acceso de esta obra genial a los lectores de lengua castellana que quieran acercarse de lleno a la literatura de uno de los escritores más geniales, controvertidos y vanguardistas que nos dio la literatura española del siglo XX.
Y un recuerdo para el colosal Terenci Moix.
Puede que no esté todo perdido en el mundo editorial, que no se esté empobreciendo del todo el mundo literario cuando, con valentía, sin miedo a no caer en lo meramente comercial, se editan obras que rompen esquemas, que se alejan de los tópicos y que dejan de tratar al lector como si de un anormal se tratara. Pero para eso hacen falta editores que ejerzan su oficio pensando no sólo en ventas y rankings, sino recordando que, casi siempre, se convierten en los baluartes de la literatura.
Mis más sinceras felicitaciones a Berenice y las gracias a Ana Maria Moix Messeguer por posibilitar el acceso de esta obra genial a los lectores de lengua castellana que quieran acercarse de lleno a la literatura de uno de los escritores más geniales, controvertidos y vanguardistas que nos dio la literatura española del siglo XX.
Y un recuerdo para el colosal Terenci Moix.
Tete Montoliu -
http://www.masquepalabras.info/2011/10/terenci-moix-ha-vuelto-presentacion-en-barcelona-de-%E2%80%9Csadistico-esperpentico-e-incluso-metafisico%E2%80%9D/
© Fotografías AN=NA
(I,II,III)
Terenci Moix traducido por Juan Bonilla... ¡De venta en los mejores Delicatessen! ;-)
ResponderEliminartodo un regalo poder contar con material inédito suyo. el otro día echaron por la dos un reportaje sobre su vida, de la serie "los imprescindibles", espectacular. en RTVE a la carta se puede volver a ver:
ResponderEliminarhttp://www.rtve.es/alacarta/videos/imprescindibles/imprescindibles-terenci-moix/1205872/
Sí que es un lujo, sí.
ResponderEliminarLo ví Raul, por eso no pude evitar preguntarle ayer a Ana Maria Moix si es que "se está poniendo de moda" otra vez Terenci Moix, y me contestó algo muy curioso. Me explicó que al poco de fallecer su hermano, estaba hablando con su agente Carmen Balcells y que ésta le explicó que, por lo general, los autores más mediaticos, por ejemplo Terenci o incluso Cela, cuando fallecen son olvidados, relegados durante algún tiempo. Que el único autor con el que no había pasado, que vendía tanto o más que cuando estaba vivo era Neruda, y que por eso pensaba que lo del programa y la publicación en castellano de este libro, era pura casualidad.
ResponderEliminarPero yo, que soy muy mía, no creo en las casualidades.