Quieres frenar la caída
con una pirueta en mita del aire,
el pie no alcanza el
suelo y la memoria olvida.
Cuentas hasta tres y te preguntas qué es lo siguiente.
Vuelves a contar y
olvidas la de veces que volviste atrás.
No hay cuenta que valga.
Los números se descuadran en una locura de inexactitud abismal.
Los números, a veces, parecen no ser exactos.
ResponderEliminarY no lo son, seguro.
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