EL BLOG DE ANITA NOIRE
C'EST LA VIE
domingo, 22 de junio de 2025
I DON'T WANNA LOSE YOU
domingo, 15 de junio de 2025
ALGO HUELE A PODRIDO Y NO ES EN DINAMARCA
He puesto la radio, como todos los días. Las noticias huelen tan mal como la ideología que lo imprime todo. Hay que ser muy imbécil para creer que alguien es intocable. Y hay que ser rematadamente bobo para defender al indefendible capo de la mafia institucional. Porque la corrupción es corrupción, venga de donde venga y cuando uno está al mando no cabe excusarse en el desconocimiento, porque entonces es un inútil y un negligente o es, simplemente, un tremendo cínico mentiroso. La actualidad explica muchas decisiones adoptadas en el pasado, que juraron y perjuraron que no se iban a adoptar jamás. La mierda con mierda se paga. La ambición es poderosa y cuando se tuerce puede llevar fácilmente a la corrupción. Apenas sabemos nada. Nos esperan días de mala gloria. Aún hoy, sabiendo lo que se sabe, hay quien defiende a quien está arrasando el Estado de derecho, a quien está imponiendo un totalitarismo administrativo que convierte al ciudadano en súbdito; a quien no duda en mantenerse en el poder pese a que tiene la alfombra hecha un cisco. La mierda es mierda, venga de quien venga y hasta que no tengamos claro no hay nada que hacer. Defender lo indefendible, debería ponernos en guardia frente a quien lo hace.
lunes, 9 de junio de 2025
COSAS
domingo, 25 de mayo de 2025
CERO POR CIENTO
No hace tanto tiempo mi vida no
era esta, era otra. Los días pasaban sin grandes pesos. Fotografiaba, leía,
preparaba unas cenas estupendas durante las que bebíamos vino y nos tapábamos con
mantas que tejía en las horas muertas mientras esperábamos al amanecer. Las
horas eran insignificantes porque, una tras otra, nos mantenían en una
ensoñación permanente, que rozaba la enajenación. No teníamos nada, pero no
importaba. Si algo iba mal, hacíamos como que no existía y durante un tiempo,
realmente, dejaba de existir.
Pero en algún momento se jodió todo
aquello y tuve una hija. Ahora vive conmigo, solo conmigo, porque la vida de
aficionada a la nada y el ensimismamiento suicida se fueron al garete cuando ya
no era solo yo, ni siquiera él, sino la boquita diminuta que se abrían de forma
incesante y nos absorbían hasta dejarnos extenuados.
Ya no tenemos nada que decir. El
delirio gira al compás del tambor de la lavadora y del silencio.
miércoles, 21 de mayo de 2025
EL SECRETO DEL LADRILLO
Parón obligado. Paso por el taller de chapa y pintura, porque no hacerlo no era una opción. Así que más vale poner al tiempo buena cara y aprovechar este tiempo regalado que, entre modorra y modorra, da para ver algunas películas a modo de comprimido facilitador de la anestesia mental. Y en esta deriva diletante y dolorida, una primaveral tarde de mayo, se me ocurre, empezar a ver “El secreto del orfebre”. Me duermo pronto, muy pronto, cuando el orfebre anda de jovenzuelo por un pueblo de no sé donde, y me despierto cuando el tipo, aún no sé cómo, ha dado un salto en el tiempo, y ya no sé si es su padre, su tío o el primo el que se perdió entre las viñas de una campiña monísima. Me duermo otra vez, y no de manera intencionada. Me despierto de nuevo, no sé cuanto tiempo después, pero la película ya ha terminado e ignoro si el tipo que viaja por el tiempo se reencuentra con la madurita a la que pretendía cuando era joven, y que lo llevaba a maltraer. La película es un ladrillo monumental que me ha dejado noqueada. Pero no hay mal que por bien no venga y no hay que desdeñar una de las bondades a las que se puede extraer de infumable ladrillo que protagonizan Mario Casas y Michelle Jenner. La película es, en sí misma, una eficaz adormidera que nada tiene que envidiar a la melatonina en cápsulas o a la más potente de las valerianas.