domingo, 27 de noviembre de 2022

QUERIDO JOHN (VI)


 


Dicen que finjo o miento
en todo cuanto escribo. No.
Yo simplemente siento
con la imaginación.
No uso el corazón.

Fernando Pessoa

 

 

Querido John:

Hoy me he acorado de ti. Me he sentado frente a la ventana y he pensado en la indefinición en la que vivimos. Ya no sabemos quienes somos, ni lo que somos, ni lo que los otros creen ser. Es difícil de entender fuera de estos tiempos raros en los que nos ha tocado existir y que no son nada interesantes. Repetimos, a peor, lo que otros vivieron antes. Pero supongo que eso no es nada nuevo. La historia se retuerce para repetirse una y otra vez y no hay memoria suficiente para impedir que la estupidez vaya transitando generación tras generación. Solo puede decirte que, aunque te echo mucho de menos, toda esta locura que te ahorras.

Busco la manera de sobrevivir a lo chusco, a lo obsceno del matonismo ideológico, pero no siempre lo consigo. Me agoto y lo apago todo, desaparezco durante nos días, aunque al final acabo volviendo, pero cada vez con menos fuerzas, cada vez con menos ganas.

Hace unas semanas comenzó la migración de los vencejos. Sortearan tormentas y llegaran a destino los que consigan sobrevivir mientras nosotros continuamos intentando encontrar sentido a la vida. En el tejado, oscurecidos por el invierno, quedan los huecos en los que anidaron la pasada primavera.

Fuera de aquí hace frío. Demasiado.

Siempre tuya.

Grace




2 comentarios:

  1. Acabo de leerme del tirón toda tu serie de John y he disfrutado muchísimo asistiendo como voyeur a la intimidad de John y Grace. Hacía tiempo que no te leía (tenía totalmente abandonada la blogosfera) y hacerlo me ha resultado muy gratificante. Créeme si te digo que tu literatura me parece muchísimo mejor que la de muchos que venden libros, dan charlas, hacen maratones de firmas y todas esas cosas que hacen los escritores que viven de ello o que aspiran a hacerlo. (¡Madre mía, los [y las] escritores que brotan como setas en temporada de lluvias y vomitan cantidades ingentes de libros que no aportan absolutamente nada...) La parte buena es que son perfectamente prescindibles.

    También he leído alguna de tus entradas en las que te cabreas con el mundo y sueltas verdades como puños, veo que sigues tan combativa como siempre, aunque afirmes que estás cansada de partirte el pecho en luchas estériles.

    En resumen, un placer volver a tus letras.

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  2. ¡Cuánto tiempo! Me alegra mucho saber de ti y te agradezco lo que dices. La ventaja, en mi caso, es que lo hago porque quiero, no le debo nada a nadie y el día que me canso, pues ahí se queda. En cuanto a las entradas de cabreo, ya sabes, Noire, la eterna cabreada :) Nos vamos leyendo. Un abrazo.

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