"Ver lo invisible, oír lo inaudible".
Algunas noches olvidamos todo sentido. El miedo nos encogía
y vagábamos por calles desiertas hasta que nos dolían los pies. Hubo noches espesas, increíbles, impredecibles.
Noches suspendidas de días rotos.
Balbuceabas palabras que nadie entendía y arrastrabas los
pies. Contabas hasta cien y volvías a empezar. Sucio, condicionado, sostenido
por la ingrávida máquina del entusiasmo. Increíble, desconcertante, absoluto.
Pero eso fue ayer. Esta mañana te vi caminando por Gran Vía.
Perdiste la guerra, tu paso así lo grita, aunque sigues arrastrando los pies. Puede
ser que vivas sin el sobresalto de las noches espesas, sin el sabor de piel en la lengua, pero tus pies siguen levantando polvo cuando caminas. Es el peso
de un pasado que no muere aunque lo disfraces.
Lo importante es tener memoria.
ResponderEliminarNo sé
EliminarEste me ha gustado mucho
ResponderEliminarMuchas gracias Quique :)
EliminarSomos lo que somos y venimos de donde venimos. El aprendizaje y la experiencia nos cambian, nos enriquecen (o no) y nos modifican las formas pero en esencia, uno es lo que es. Querer ser otro es tan absurdo como pensar que podemos cambiar a otro.
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