"Admiramos las cosas por motivos, pero las amamos sin motivos".
Existe una leyenda que dice que en algún lugar
del mundo existe una persona que físicamente es idéntica a ti. No sé si es cierto
o si no lo es, pero algo debe haber de verdad en esa historia que corre de boca
en boca y de continente en continente.
Hace algunas
semanas, mientras buceaba por la red, encontré una fotografía que me llevó a preguntarme
si ese cuento sobre la existencia de nuestros clónicos al otro lado del charco, no
sólo se va a extender a nuestro físico sino a toda nuestra vida, a nuestros
sitios, a nuestro todo.
A las pruebas me remito. Mira sobre estas
líneas, observa con atención la fotografía que aparece al inicio de este texto.
Si vives en Madrid, acabarás afirmando que lo que se ve en la imagen es la Gran
Vía, si vives en Barcelona, apuntarás más y dirás que lo que ahora contemplas
es la Via Laietana, en el cruce con la calle Ferran. Y en ambos casos, por
mucho empeño que le pongas, que describas sin ninguna duda lo que se esconde
detrás del entoldado y andamio que aparece a la derecha, que afirmes con
rotundidad el nombre de la cadena a la que pertenece la cafetería que hay a la
espalda de la gente que espera en el semáforo, puedo decirte que estarás
equivocado. La fotografía pertenece a una de las calles de Manhattan por la que
discurrió la última “Love Parade” de Nueva York. ¿Sorprendido? Yo sí.
El mundo se replica y multiplica. Debe ser por eso que en muchas ocasiones, cuando despierto en cualquier punto del globo, creo hacerlo en casa y, salvo el cepillo de dientes y mi almohada, echo de menos muy pocas cosas al mudarme de ciudad.
Ahora mismo me
imagino que al otro lado del cosmos existe una mujer, con las gafas colgadas y el cabello
recogido, escribiendo una nota similar a ésta, que la colgará en un blog que ronda
por un ciberespacio global y con el que tropezaré el día que menos me lo
espere.
Yo soy tu otro vos!!! y tropecé con tu blog nuestr...haajajaja mentirilla.Excelente anit
ResponderEliminarGracias :)
ResponderEliminar"Debe ser por eso que en muchas ocasiones, cuando despierto en cualquier punto del globo..."----Cuando te ocurre eso que pones, es que el alma se queda por unas horas de donde vienes, luego, mágicamente, retorna a tu cuerpo. El alma es así, a veces viaja muy lento, y en primera.
ResponderEliminarUn beso.
Decía Milán Kundera que el mismo gesto se repite en varias personas porque hay más personas que gestos. A lo mejor resulta que también hay más personas que vidas, vaya usted a saber. Lo cierto es que a mi me han confundido en más de una ocasión con alguien que es otro pero que debo ser yo a juzgar por la convicción con que he llegado a ser interpelado, claro que yo tengo una rama familiar que me es desconocida y algún primo de hechuras similares a las mías por lo que me cuentan. Creo que viven en Barcelona. Avísame si me ves porque lo mismo no soy yo y me muero por conocer a mi doble.
ResponderEliminarEstaré atenta, pero en estos momentos no puedo ayudarle, ando por tierra celtas en busca de no sé aún que cosa :)
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