No hay errores. Solo hay actos extraños.
Marguerite Duras
I.- Desde hace un par de semanas me niego a que durante las
comidas, o las cenas, me da igual, se hable de política. Tengo malas
digestiones y no quiero que se
acrecienten a base de escuchar barbaridades a todas horas. Algunos términos, de
las discusiones que escucho, son tan grotescos que bien cabrían en una
antología del disparate, nacional o nacionalista, escójase lo que se quiera.
II.- Hay gente tan borde que corta la leche con solo mirar el
envase.
III.- Le dije que le quería y que le quería mucho. Me regaló un
cartucho de castañas asadas. Lástima que fuera en pleno mes de julio y la cosa
quedara extraña. Pero desde entonces y hasta ahora, no hay amor que valga que
no tenga el aroma de un otoño anticipado.
IV.- La modernidad impone la copa menstrual para los días raros,
eso sin olvidar una buena copa de vino tinto a la par. Lo rouge siempre tiene
un efecto euforizante, como poco, en mi vertiente femenina.
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