jueves, 3 de diciembre de 2015

DIARIO 2.0



El mismo lobo tiene momentos de debilidad, en que se pone
 del lado del cordero y piensa: Ojalá que huya.
Adolfo Bioy Casares



I.- Intento ser cuidadosa cuando expongo algunas cosas para que el que escucha no las entienda como un reproche pero, en cuanto salen de mi boca, sé que el oído al que llegan lo entenderá como  si lo fuera. Y es que al final, las cosas son lo que son y no lo que querríamos que fueran. Diagnóstico: reproche con guante de seda.


II.- Debe empezar a descartarse la idea de que los infartos son cosas de hombres. La igualdad ha llegado de pleno en este campo y ahora, desde hace más de diez días, sangre de mi sangre intenta recomponerse por dentro y por fuera. Cuando el corazón se rompe la vía genital no cuenta.


III.- Cuando alguien te decepciona una vez no te quepa duda que te decepcionará una segunda, incluso una tercera, como le des la oportunidad. Las cosas son como son, de nuevo.


IV.- Algunas personas son verdaderos escapistas. Escapan como alma que lleva el diablo cuando saben que están haciendo las cosas mal. Son auténticos especialistas en excusar presencia mediante el silencio y en justificarse mediante la ignorancia de las cosas. Uno ignora lo que quiere ignorar, por el motivo que sea.



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