"En el amor romántico siempre estás perdiendo".
Vivian Gornick
Llevamos demasiadas cosas entre manos, tantas que se nos
caen por los costados, por entre los dedos, dejándolas caer si tener la habilidad suficiente para alcanzarlas al vuelo. Ayer intentaba poner un poco de
orden al desorden con el que empiezo cada mañana e intenté hacer una lista de
cosas pendientes que tenían que salir antes de que acabara el día, antes de que
acabara el mes. Porque ayer, veintiocho de febrero, fin de mes, se nos ponía de
nuevo en la casilla final, robándonos la posibilidad de aplazar las cosas un
poco más. Y esta mañana, ya marzo, mientras me tomaba un café
antes de entrar a trabajar, con las calles a medio poner y la sensación de una
primavera demasiado anticipada, he vuelto a empezar la lista, anotando lo que
ayer quedó pendiente, lo que debía de haber sido y no fue, sabiendo que entre febrero
y marzo el tiempo se pierde en un agujero negro y que solo cada cuatro años
remonta un poco. Hoy vuelvo a tener las manos llenas, menos hojas en el cuaderno
de las listas interminables y la total seguridad de que el mundo no va a parar de girar aunque intentemos frenarlo con las dos manos. Pero empieza un nuevo mes y quizá con él llegue un poco de tregua aunque casi con toda seguridad no será así, pero al menos podemos contar hasta treinta y uno.
En febrero, lo importante es preguntarle a Alexa, si es bisiesto.
ResponderEliminarCierto, aunque Siri también nos valdría
ResponderEliminar