Aprendió que la mejor manera de sortear lo que le costaba digerir era no prestarle atención. Mirar sin ver, oir sin escuchar. De esa manera descubrió que, más allá de su ventana, el mundo era pardo, que las palabras se las lleva el viento, que a veces hay tres sin dos, que los adioses no dichos tienen la consistencia del latón pero el peso de la forja, y que a veces, los días de lluvia, los gatos calzan botas.
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"La paradoja de la fraudulencia consistía en que cuanto más tiempo y esfuerzo invertías en resultar impresionante o atractivo a los demás, menos impresionante o atractivo te sentías por dentro: eras un fraude. Y cuanto más fraude te sentías, más te esforzabas en transmitir una imagen impresionante o agradable de ti mismo para que los demás no descubrieran a la persona vacía y fraudulenta que realmente eras. Por lógica, lo normal sería pensar que en cuanto una persona supuestamente inteligente de diecinueve años fuera consciente de esta paradoja, dejaría de ser un fraude y se conformaría con ser él mismo (fuera lo que fuese) porque se daría cuenta de que ser un fraude era una regresión infinita y viciosa que al final solo conducía a estar asustado, solitario, alienado, etcétera. Pero esta era la otra paradoja, de orden superior, que ni siquiera tenía forma o nombre: yo no lo hacía, no podía hacerlo".
David Foster Wallace
Pero qué bien se come el tarro el amigo DFW... Qué ganas tengo de cruzármelo en Suicity... ;-)
ResponderEliminarEs un gran comedor de tarro. Suicity!!!! No sabes tu ná :)))
ResponderEliminarsi es que semos marionetas
ResponderEliminarSemos, semos...
ResponderEliminarPues un poquito alambicado, me parece a mi. Y ligeramente patológico si me apura. Yo que soy un ser de naturaleza simple me quedo con una cita totalmente opuesta de un señor muy conocido pero no por su vena artística, que la tiene:
ResponderEliminar"Si una mañana antes de salir te miras al espejo y te ves guapo, arrasas"
Adolfo Dominguez
Coñe, que razón tiene. Hoy mismo, me he mirado al espejo y me he dicho: Querida, hoy rompes la pana ;-)
ResponderEliminarBon dia
Pues yo ando últimamente con unas ojeras horrorosas que ya ni dándome el "Men Expert" con brocha gorda. Eso sí, con mucha presencia de ánimo.
ResponderEliminarle recomiendo unos algodoncillos empapados en manzanilla y cinco minutos sobre los ojos. No más no sea que se le pongan las cejas rubiacas de bote como a Madonna.
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