Siempre me han gustado los programas sobre animales salvajes y soy de las que celebra con aplausos desmesurados cuando puedo acceder a los videos de National Geographic para ver copular a los marsupiales, a las ballenas cantar a la luna y esas cosas. Sin embargo, tengo especial aversión a esos programas que, como una réplica de un mal Tarzán, sacan un tipo con sombrero que se dedica a perseguir a los bichos y nos muestran lo machote que es en la jungla etc.
Así que con motivo de esta afición a la que he hecho mención durante el vermut, una de las personas con las que compartía aceitunas y ganchitos ha explicado que esos programas de exploradores (de pichirrí), están infravalorados, que atender a los mismos, y memorizar algunas de las cosas que se cuentan, nos puede salvar la vida. Levanto la ceja, miro a mí alrededor y en plena Rambla del Raval de Barcelona no veo selva, ni desierto en el que aplicar ese truco que tiene que salvarme de un apuro y que el devorador de almendras que ocupa la silla contigua, explica como si fuera el mismísimo Tarzán. Al parecer, cuando no tenga agua ni líquido elemento potable con el que regar este cuerpecito que se va a comer la tierra, puedo beberme mi propia orina hasta en tres ocasiones y así, como el que no quiere la cosa, largarme un lingotazo de pis que me salvará la vida.
Desconozco las virtualidades de un buen pipí pero me alegra saberlo, nunca se sabe y una con la edad tiene importantes ataques mingitorios que asaltan en cualquier momento y lugar que puede que no vuelva a menospreciar.
No es noticia si digo que lo de las terracitas en verano se empiezan a poner fatal y que por un aperitivo de pobre (nada de cigalitas, ni tristes calamares a la romana), el hachazo es impresionante. Así que, visto lo visto, mientras nos traían la cuenta del dispendio de hoy, he quedado con el devorador de cacauetes y almendras saladas que la próxima vez, o paga él, o ya le veo pidiendo un par de vasos y unas patatas chips, que el pis ya lo pongo yo. Salvaremos la crisis, el ecosistema y convertiremos a Frank de la Jungla en un innovador culinario.
louis armstrong -- Sweet Lorraine.
louis armstrong -
Yo sentía algo muy especial por la Chita.
ResponderEliminarLo de los aperitivos no sé que decirte. Yo tomo en casa aceitunas sevillanas, rellenas de pimientitos.
Besos.
La televisión es un elemneto verdaderaente vilipendiado y francamente infravalorado. Yo mismo atesoro una ingente cantidad de saberes inútiles, muchos de los cuales proceden de la televisión. A partir de ahora los aumento con esa curiosidad del reciclado de orina que por otra parte, me permite entender en su plenitud un pasaje de un libro que leí recientemente.
ResponderEliminarA
Lo de chita lo comprendo, tiene un tierno mirar, difícil de superar por ser humano.
ResponderEliminarA mi las aceitunas me gustan con sabor a anchoa. Besos Kenit
Una cosa que yo aprendí de la TV, también muy inútil, era como sexar un pollo. A mí, que no he visto más pollo que el que viene en bandeja en el Mercadona o el que gira en la rustidera del mercado, me sirve de poco pero, como el saber no ocupa lugar pues mira, ahí que almaceno. Nunca se sabe si acabaré bebiendome mi pis y con un dedo en un recto avicola.
ResponderEliminarPD: qué libro?
El libro es "Caminarás con el sol", de Mateo Sagasta, un señor que escribe unas novelas de ambientación histórica francamente divertidas. Yo disfruté mucho de "El gabinete de las maravillas" y de "Ladrones de tinta". En la que refiero en el comentario lo del pis reciclado está en relación con un grupo de españoles del s XVI, torrándose al sol en una balsa tras sobrevivir a un naufragio en el Golfo de México. El detalle de la guarrería en cuestión prefiero guardármelo para otra ocasión.
ResponderEliminarPues tomo nota de la novela en cuestión. Y que conste que lo de la guarrería del pís seguro que viene al pelo, aunque este mediodía, entre maki y maki me han confirmado que eso debe ser así porque ese líquido elemento está filtrado...Yo no lo tengo claro, tendré que consultarlo con fuentes fiables, por si las flies
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