Por distintos motivos, tengo unos días con el cerebro a medio gas. Lleno la papelera de reciclaje hasta arriba pero algo me dice que lo deje ahí, puede que en algún tiempo, tras reposarlo, corregirlo, pueda salvarse de la quema.
Así que para paliar el mal que me aqueja voy a hacer uso de la mala costumbre de tirar de textos antiguos, de volver a los minimalismos y esas cosas con las que me sustituyo cuando no estoy presente.
Sin embargo, me veo en la obligación de avisar que este disloque mío puede disloquearse mañana mismo, porque mis vacuidades nunca se sabe lo que pueden durar.
Pero por si acaso, por aquello de que nunca sabremos lo que puede durar, aquí dejo la recuperación, no camuflada del día que, porque no decirlo, me viene muy al pelo.
Reciclando o disloqueando, tus textos son fantásticos, Anita :)
ResponderEliminarY las músicas, claro.
Muchas gracias MdlMar :)
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