"Donde el deseo viaja en ascensores,
un agujero queda para mí,
que me dejo la vida en sus rincones"
Cualquier excusa es
buena para escaparse. Una media mudanza, una vida que trasiega de aquí
para allá y que día a día nos recuerda
que estamos de paso. Que hace muchos años empezamos allá, continuamos aquí,
lo dejamos todo aparcado un poquito más acullá para, años más tardes, reencontrarnos en el kilómetro cero contando las horas que nos quedan antes de que despegue el avión que nos devuelva al punto de partida y vuelta a empezar.
Disfrutamos de la
espléndida luz, del olvido intencionado del teléfono, de una playa que
no es tal, de los bocadillos de calamares, de las risas sin más y lamentamos
las ausencias, como no puede ser de otro modo.
Es tiempo de volver a ordenar la vida,
de colocar las cosas en su sitio, de valorar los disgustos y las alegrías en su
justa medida, porque el tiempo empezó a declinar hace ya algunos años y cada
vez somos más viejos, más torpes y pronto no nos quedarán excusas a las que agarrarnos.
Las cosas son así,
siempre son así.
¡Has estado en mi pueblo!
ResponderEliminarExcusas para nada. Porque le da a uno la gana y ya está.
Es una buena época para recordar ese planteamiento tan razonable: ya que estamos vivos, vamos a vivir, echándole más carbón al tren de las sonrisas.
ResponderEliminar¿Excusas?, siempre podemos echarle la culpa al gobierno de turno.
Un saludo.
A falta de excusas, imaginación, buenas canciones y bocatas de calamares ;-)
ResponderEliminarlos bocadillos de calamares tienen ese encanto. Son difíciles de olvidar, si mientras comes el bocata le miras a los ojos. No sé si me entiendes.
ResponderEliminarSí Alfredo, he estado en tu pueblo ya te dije que yo ando de acá para allá :)
ResponderEliminarSteppenwolf, por supuesto, la culpa siempre es del gobierno ;)
ResponderEliminarEdu, ojito con lo que haces la semana que viene por ahí!!! que se en que caseta estás :)
ResponderEliminarkenit, y ese amor con el que te miran? No me digas que no es conmovedor. bss
ResponderEliminar¿Y si ya no recordamos cuál es el sitio de las cosas, cuál es la justa medida?
ResponderEliminarNecesito una excusa, o dos.
Abracitos
La que suscribe se busca excusas para todo, cada dos por tres. De abracitos nada, abrazotes :)
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