«¿Y en quién confía usted? - le preguntó Morini.
-En la gente que come cuando tiene hambre, supongo -dijo el desconocido.»
Roberto Bolaño
Es
de agradecer que a esta hora temprana el poco aire que corre no haya huido
despavorido con las primeras luces de la mañana. Con el calor, el dormir se
convierte en una gesta tan inalcanzable como deseada. Las sabanas son un
amasijo revuelto que guarda el calor del cansancio que se acumula por jornadas
extenuantes que parecen no acabar con la caída del sol. Es sábado, las
obligaciones se relajan.
Preparo
la medicina para Dalhman. La proximidad del disgusto nos ronda desde hace un
par de semanas, pero mantenemos la rutina para que nada decaiga. Un leve
maullido; un poco de agua fresca del grifo al que se encarama con dificultad;
una cucharilla para mezclar el polvo de una pastilla diminuta con un poco
de atún en lata. Lo engaño como puedo, aunque soy yo misma la que se engaña
pensando que la fuente de la vida se encuentra en un comprimido diminuto, que
deja esparcido por la cocina un aroma dulzón medicamentoso. Pero es un animal
bueno, y aun con dificultad, lo tomará sin protestar demasiado. Y así, después de relamerse un poco, este
anciano perezoso buscará la sombra que aún tiene que llegar y dormitará sobre
las baldosas del patio durante horas. Un saquito de pelo y huesos enroscado
sobre sí mismo. A ratos nos asomaremos para observarlo, lo vigilamos desde lejos, como si de
esa manera exorcizáramos la inevitable marcha que está por llegar, más pronto
que tarde. Respira tranquilo, sigue durmiendo.
Dalhman
dormita y Bill Evans que se cuela por la ventana. El aire que aventa estas primeras horas del día desaparecerá en nada y
volverá, otra vez, el calor infernal de este julio mediterráneo, pero Dalhman,
por suerte, aun dormita.
Hay gatos que nunca quieren morirse.
ResponderEliminarY personas que quisieramos que no se murieran nunca
Eliminar"Dormir, desnudarme de este mundo ultraje,
ResponderEliminarcomo quien se desnuda de un disfraz robado"
(Álvaro de Campos / Fernando Pessoa)
Precioso.
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