"Cada generación cree que su locura no tiene precedentes, pero somos humanos y tendemos a repetirnos a nosotros mismos".
Gilbert Keith
Chesterton
Ha llegado el momento de cambiar el nombre de este país. España, como
denominación, ya no nos complace y se nos ha quedado hueca. Estoy segura de que
no haría falta ni un referéndum, ni decretazo saltándose ningún tipo de
legalidad, porque el sentir popular lo pide a fuerza de tweets, a fuerza de
exabruptos cada vez que puede. España debería pasar a llamarse “Y tú más”. El
cambio de denominación daría una descripción clara de la idiosincrasia de las
gentes del personal. En las últimas semanas hemos tenido la oportunidad
de vernos reflejados en nuestra clase política. Ellos son nosotros, nosotros
somos ellos pero a menor escala y en una medida bastante más modesta y
doméstica. No nos engañemos, aunque nos dé una cierta grima. En el país “Y tú
más” todo cabe y todo es posible, sobre todo en lo peor. Hay espacio para
la mentira, el chantaje, el descredito, la ofensa continuada, el
quebrantamiento de la libertad y la censura como tirita contra el destape de lo
escandaloso. Y cabe todo porque todo lo que lleves a cabo siempre será ampliado
y mejorado por el que vengas después, se vista como se vista, se venda como se venda.
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