martes, 22 de mayo de 2012

SORPRENDERSE DEL AIRE


Lo soñé semanas atrás y lo anoté como algo anecdótico. No volví a acordarme de nada hasta que esta mañana, mientras buscaba en mi dietario un hueco en el que anotar mis deudas, encontré esa historia que un día soñé y que anoté por inverosímil.

Al final resultó no ser tan improbable.

Sorprendentemente, sabemos más de lo que creemos saber, incluso de los que nos gustaría saber, y  viene a mi cabeza un fragmento de “Muerte de un viajante” de Arthur Miller mientras me desnudo frente al espejo y ni siquiera me veo.

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Willy-(Pensativo.) Trabajó uno toda la vida para comprar una casa, y cuando, por fin, la casa es ya de uno... no hay quien la viva. 

Linda-¿Y qué le vas a hacer? Así son las cosas. Y la vida sigue su camino.

8 comentarios:

  1. Lo de la casa que no tine quien la viva.
    Qué cierto, Anita.
    Un abrazo.

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  2. Es cieto, pero la vida, demasiadas veces, es comprar esa casa... (y vuelta a empezar)

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  3. Lo importante Anita es que la vida sigue su camino.
    Y, sobre todo, que el aire sigue sorprendiéndote.
    Eso es bueno :)

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  4. Lo único que la para, la vida, es volverse insensible.
    Gracias MdlMar

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  5. “Muerte de un viajante”, de una tristeza tan real. Abrazo.

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  6. ¿Cómo te vas a ver frente al espejo, si está siguiendo tu camino, fuera de esa casa que da igual que sea tuya.
    Abrazos.

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