martes, 20 de agosto de 2013

MI HERMANO ESTÁ LOCO, SE CREE QUE ES UNA GALLINA



Hay una canción de Sabina en la que su protagonista, envuelto por el humo de miles de cigarrillos y el vaho confuso de otros tantos tragos largos (así lo imagino yo), se consume ante la ausencia de la persona querida. Un vacío similar a la que puede sentir una isla sin Robinsón.

Sin necesidad de quemarme los pulmones, ni de moverme de la silla que hoy me esclaviza, sé de vacíos febriles, incongruentes, imposibles, necesarios, casi incomprensibles. Vacíos que apenas tienen nada que ver con el amor, y mucho con el querer, con la pérdida del roce de lo invisible que tienen los momentos de intimidad en la que no cabe la piel. 

Y es que no todo es el amor, o sí.




9 comentarios:

  1. Estos son días de reflexiones y quizás lleguen los recuerdos y las ausencias. Por eso es bueno tener un hermano gallina, de sangre o no, pero que tenga abrazo emplumado para compartir complicidades.

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  2. Anita. Yo creo que no todo es amor.
    Un abrazo.

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  3. No, no todo es el amor, kenit querido.
    Bss

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  4. Hola amig@,

    Te visito porque los temas de tu blog me resultan interesantes y útiles para mi propio aprendizaje en lo personal.

    Te agrego a mi lista de blogs útiles, y si te apetece, puedes visitarme
    en felicidadenlavida

    Un fuerte abrazo y espero nuevos temas, para continuar disfrutando de la lectura.

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  5. Pues a mi me encanta lo de la gallina pero debo de ser raro.

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  6. No te preocupes Alfredo, aquí otra rara. Lo de la gallina es una genialidad. No son pocas las veces las que la que suscribe hecha de menos algunos huevos. Bss

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