Extraño, ¿verdad? La vida de cada hombre toca muchas vidas,
y cuando uno no está cerca
deja un terrible agujero, ¿no es cierto? Ya ves,
George, tuviste una vida maravillosa.
Que bello es vivir
El pasado es un lugar al que de vez en cuando regresamos
para reencontrarnos con lo que un día vivimos, con todo aquello que se nos quedó
pegado a la piel y a los sentidos. Por eso no es extraño que las sensaciones
que sentimos, entonces, regresen a nosotros cuando pisamos aquella casa que hace años que dejamos, volvemos a las calles que nos vieron crecer, o cruzamos aquel rincón en el que
las palabras de amor parecían eternas. El presente nos lleva por caminos
dispares, nos arranca la inocencia y los propósitos de futuro que un día
atesoramos en la recamara de nuestra conciencia y nos llenaba de esperanza.
Pero no hay más futuro que el que transcurre en el mismo instante en que
piensas en él, ni otro mañana que el que ahora mismo palpas, aunque en ocasiones nos roce el pasado escondido entre las sensaciones que a veces percibimos mientras el tiempo va pasando, reduciéndonos a lo que al final seremos. Los años no son
más que las arrugas del tiempo que se
recorren esperando unas manos cálidas que acojan siempre, unas palabras de
consuelo prestas para cuando el dolor llega, y la certeza, a veces nublada por las dudas, de que pese a todo,
a lo contingente de ciertas mansedumbres y crueldades que impone la vida, ésta vale la pena. Feliz año nuevo.