Igual que llegué, me iré, sin hacer ruido. No sonarán sirenas, ni tañerán campanas de muerte. Nadie llorará. Simplemente me iré. Dejaré de ser, de estar, sólo eso. Llenarás tus días de nuevo. Otros olores, otros pensamientos que te traerán de nuevo la risa y olvidarás que, por algún tiempo, lo que ahora te parece infinito estuvo ahí, formando parte de tí. Por eso me iré, sin hacer ruido, tal y como llegué. Por mí, porque sé lo que escondes y no dices.
Lo que no puede ser, si no es dicho no es. Y no puede ser de otro modo .
ResponderEliminarMe ha llegado el escrito muy muy mucho ¡¡¡
Poma, hay personas a las que les cuesta decir según que cosas (a mí, por ejemplo) y eso no quiere decir que no las sientan.
ResponderEliminarHay veces que las cosas no se dicen con palabras si no con actos, lo malo es cuando ni los actos ni las palabras dicen lo que se quiere escuchar.
Este post es clavadito a un fragmento de un post de otra persona que leí hace tiempo.
ResponderEliminarah sí? Lo ignoro. Posiblemente porque es algo muy normal. Ya me diras en que blog y post, me gustaría leerlo. Un salufo
ResponderEliminarComo dice Paloma, hay veces que nos cuesta decir algo, pero si no se dice con palabras se dice con una mirada o con una sonrisa, lo malo es cuando esperamos ese algo y no llega... Un saludo
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