“A
veces escribo cartas para no sentirme atado, para no aferrarme a remilgos
que
yo quisiera abolidos de mi vida".
No somos diferentes. Somos como todos, inquilinos
en la vida de otro, dueños a medias de la nuestra, propietarios de nada. Nos disfrazamos
para jugar a ser únicos, sabiendo que los
ternos caerán sin hacer ruido porque nada dura para siempre, ni siquiera el
silencio.
Somos agua que se transformará en sal, sal que se
transformará en rocalla. Como tú, como yo, algo suicidas.
Y mucho carbono.
ResponderEliminarUn abrazo.
Igualmente Kenit
Eliminar¿Dónde está la opción en reacciones de "nefasto"?
ResponderEliminarNo la necesitas. Ya lo has dicho. Saludos
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