Quiero que tu cálido cuerpo desaparezca
educadamente y me deje solo en la bañera
porque quiero considerar mi destino...
Leonard Cohen
Cumplo años en la jornada de
reflexión. Podría ser peor porque podría cumplir en plenas elecciones
y entonces sí que el día se convertiría en un auténtico sinvivir. Pero cumplo
en plena jornada de reflexión, una suerte. De lo autonómico no tengo nada que
reflexionar, y mucho menos de lo nacionalista, así que no pierdo un segundo de
mi tiempo en la cuestión electoral. Pero cumplo años, y no unos pocos.
Siguiendo el protocolo de los aniversarios se supone que debería
reflexionar sobre lo que sea, algo trascendental o importante. Pero la cosa, la
de la reflexión, me viene de fábrica, aunque a veces sea sobre completas
estupideces. Una es así. Por eso la cosa tampoco va a cambiar demasiado de ayer a hoy, o a
mañana, o a pasado. Tengo sobre la espalda un día más; la fuerza de la gravedad empleándose
a fondo; unas ganas loca de perderme en lo menudo; y el deseo infinito de no
desilusionarme demasiado, de no dejar de querer (sí, querer) y de amar (sí,
amar), porque lo años son solo eso, años. Y aunque cada día seamos un poco más
viejos, también somos un pocos más sabios (o eso es lo que debería ser).
Sea feliz
ResponderEliminarMuchas gracias.
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ResponderEliminarVaya. Dicen que la edad es lo que le queda a uno por vivir.
ResponderEliminarFelicidades, un beso.
Muchas gracias Kenit. Un beso.
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