La
salvación del mundo humano reside sólo en el corazón humano,
las
consideraciones humanas y la responsabilidad humana.
Vaclav
Havel
Van charlando, de vez en cuando una risa y un gesto de
sana francachela. Entran en un bar, se acodan en la barra, piden una de mejillones y
dos vasos de vino. Hablar entre el tumulto del menú de mediodía tiene su enjundia.
La televisión vomita imágenes mudas de muerte y desolación que mañana ya no
recordará nadie porque las sustituirán otros muertos, de hambre y de libertad. Pero
los mejillones son lo más, la “perla negra” de la Ría, así que los engullen sin
pensar, no vaya a ser que mañana sean ellos los que lloren frente a una cámara
apostada en la esquina de una ciudad cualquiera y sean otros, sordos y mudos, los que les observen en tecnicolor.
Yo voto por todo tipo de mejillón y molusco.
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