lunes, 22 de febrero de 2010

CELOS


No puede soportarlo. Le produce tanto desasosiego que se ciega. Tiene la rabia clavada en la garganta como un trago envenenado. Lo sabe y no quiere que lo sepa. Disfraza los malditos celos de indiferencia y distancia mientras se quiebra en minúsculos fragmentos que le convierten en un desecho de si mismo sin que quede nada bueno. Todo fundido en un vómito fatal. Le destroza. Su ausencia le enferma. Mantener el enmascaramiento de lo que sólo quiere negar. Se muere cada día y lo sabe. No puede alejarse y mientras a tortura continua. No hay salida.

Love, Love,Love (James Blunt)

2 comentarios:

  1. Muy cierto,los celos son insoportables para el que los sufre de otra persona,y para el propio celoso.

    ELen.

    ResponderEliminar
  2. Que sufrimiento ¿no?...Y a mi, que me han echado en cara que como no era celoso es que esa persona "no me importaba"...uf! Libreme el destino de esta plaga. Muy bien contado el conflicto interno, Noire... Y coincido con el otro comentario: Los celos son contradictorios en su fin y su resultado, porque buscan, en última instancia, aunque de una forma enfermiza e incluso patológica, el no "perder" (como si nos perteneciera) a la persona amada o querida...al final consiguen lo contrario (por la sencilla ecuación que quién es objeto de celos, como cualquier hij@ de vecin@, tiende a evitar las situaciones que le son displacenteras, ergo: evitará al/la celos@ hasta perder todo contacto...Flaco favor que le hace este tormento a quién lo sufre.
    Manuel M.

    ResponderEliminar