Tacha en el calendario: uno, dos, tres, cuatro…y al mes siguiente, otra vez: uno, dos tres, cuatro. Y así, cada mes desde hace por lo menos más de porrotón de años. Regularidad absoluta en el tachado de calendario. Mira el calendario, algo no va bien, este mes no ha tachado nada y el anterior tampoco. No se ha dado cuenta hasta ahora, cosas de la voragine en la que vive sumergida, "un merder" que diría Núria. Mira el calendario, hoy tiene que pagar la hipoteca, lo recuerda perfectamente. Desde que se separó ha pegado notas en todas las partes de la casa para acordarse que sin falta el 20 de cada mes debe ingresar el importe de una cuota que no sabe si podrá soportar mucho tiempo. Vuelve a contar, uno, dos, tres y así hasta 64. No puede ser. No es Ana Rosa Quintana. Vuelve a contar, uno, dos, tres, nuevamente 64. Una carrera hasta la farmacia y vuelta corriendo a casa, dos llamadas por telefono una de terror, la siguiente de llanto. Un bote. Un pis. Bienvenida al mundo real, acaba de ser agraciada con un virus y no precisamente el N1H1.
p.d. Dedicado a mi amiga Berta que tras llorar un mar, ahora ya está tejiendo patucos y a mi mismamente porque me cae otro amadrinaje fijo.
http://www.goear.com/liste
No hay comentarios:
Publicar un comentario