viernes, 12 de febrero de 2010

DE LOS SUICIDIOS Y ESAS COSAS

Leo en el periódico que el famoso diseñador Alexander Mc Queen ha aparecido muerto en su casa. Se especula con la posibilidad de que se haya suicidado, "involuntariamente", apuntan los medios.

Muevo los hombros pensando que no tiene trascendencia alguna, al menos para mí y para millones de personas, que se haya suicidado o no. En nada no va a cambiar nuestra trayectoria vital. Me voy al diccionario de la RAE y busco el término “suicidarse” y textualmente dice: “quitarse voluntariamente la vida”. 
Nacer, es de los pocos actos en los que no intervenimos para nada, del que no tenemos consciencia anterior, pero del que sufriremos o gozaremos sus consecuencias durante largo tiempo. 
Sin embargo, el final sabemos que existe sin saber cuando. No me parece ninguna aberración poner fin a algo que sabemos va a llegar. ¿Por qué hay que esperar a que de natural llegue el momento si uno tiene claro que no quiere seguir? Es una opinión, mi opinión. No invito a nadie a suicidarse. Posiblemente yo no lo haga nunca, por muy distintos motivos. Pero me parece muy respetable que alguien marque el punto final de su existencia cuando así lo decida. 
No veo razón por la que una persona que no quiere seguir viviendo, por el motivo que sea, tenga que continuar llevando una existencia con la que no está conforme. Si uno lo tiene claro, muy claro, no veo que tenga que esperar a que sea el azar o lo que sea, el que marque el punto final de SU trayectoria vital. Otra cosa distinta, muy distinta, es lo que pasa con los que se quedan. Para estos, para los que nos quedamos a los pies de los caballos, el tema es jodido, pero que muy jodido. 
Pero las opciones de cada uno, cuando obedecen a lo que uno quiere, piensa, desea o no desea, no tienen discusión alguna, nos gusten o no, nos duelan o nos la traigan al pairo. Por eso, me da igual que Mc Queen se haya suicidado o no. Sólo importa que ha muerto, que ya no está y los suyos le lloran.

ini kamoze - here comes the hotstepper



(Dedicado a A.Mc.Q, y las copas tomadas hace ya muchos años)

6 comentarios:

  1. me lo voy a pensar ..tal vez, me suicide esta noche //

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  2. Si alguien que asesina a otra persona es condenado por ello (por atentar contra la vida), ¿Por qué nos parece que atentar contra la propia es lícito? Es una pregunta, sólo. Y, en ambos casos, se produce dolor a otros.

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  3. La diferencia en uno y otro caso es sustancial. En el primero porque cuando se atenta contra la vida ajena, el que lo sufre no quiere ese final. En el segundo, cuando uno decide poner fin a su vida, eso es lo que quiere. Y en ambos casos, en los dos, el dolor, el dolor más inmenso es para los que quedan, también en este caso con dos diferencias. En el primero, que el dolor está impregnado por la rabia de lo injusto y en el segundo por el desconcierto y la sensación de que quizás, los que nos hemos quedado, no hemos sabido estar a la altura. Sin embargo, también en ambos casos, estas sensaciones son, casi siempre, muy injustas con nosotros mismos. Pero como todo, esto es sólo mi opinión que, posiblemente, no vale nada.

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  4. Estoy taotalmente de acuerdo; no te imaginas a cuantos debates ha dado lugar esta idea mía de que tengo derecho a decidir en lo que a mi vida se refiere, incluso si se trata de acabar con ella. ¿Por qué esa prepotencia de los que opinan que todo suicida está loco? Yo creo que esa es la verdadera cobardía: tildar de loco al que tiene las narices de hacer lo que muchos desean sin ser capaces de tomar la decisión.

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  5. suicidarse acojona mucho, mucho
    kenit

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  6. No me cabe duda que debe acojonar. Pero una cosa, no quita la otra. Muchas decisiones acojonan, solo hay que tenerlo claro y decidir que eso es lo que quieres. Si no es así, ni arrimarse y dedicarse a aclarar los batiburrillos mentales y lios que nos formamos. Una cosa es querer poner fin y otra hacer el chana llamando la atención. Feliz día.

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