Hace días que mi amiga Berta dice haber llegado a la aplastante conclusión que los seres humanos, en especial, las féminas llegadas a los “taintatos”, cuando estamos de buen ver y mejor palpar (es de agradecer la generosidad de Berta cuando no está mosca), necesitamos de sal y pimienta en la vida. Mi cara de asombro no tiene límite y los píxiles de la videoconferencia confunden mi incrédulo levantamiento de ceja con un “adelante bonita, sigue”. Así que, como mi amiga Berta, es mucha Berta, me relata con todo lujo de pormenores cuales son los incentivos que una mujer situada en los “taitantos” debe proporcionarse para no marchitarse o morir de asco. Voy a relatar la lista tal cual y luego que cada uno opine lo que quiera:
- Dejarse crecer el pelo como si una tuviera 20 años y olvidarse de los cortes “carrinclones” que usaban nuestras madres.
- Olvidarse de los fondos de pensiones e invertir en bonos-botox, son una inversión a largo plazo.
- Adoptar la costumbre del personal doméstico (ella es de origen pudiente). Librar una vez a la semana y dejar la paz del hogar. Olvidarse de las obligaciones familiares y salir al mundo aunque haya que volver como la Cenicienta antes que den las 0:00 h. (la hora la ha fijado, creo yo, porqué es la hora de la toma de su hijo y su compañero que yo sepa carece de capacidad mamaria)
- Realizarse auto regalos de cumpleaños que cuesten un riñón y medio y vanagloriarse de que tienes el mejor gusto del mundo aunque el producto adquirido sea una castaña y te arrepientas a los diez minutos de su compra.
- No bajarse de los 8 centímetros de tacón ni para ir al supermercado.
- Seguir pestañeando, pese a la miopía, hasta generar tsumamis tormentosos en tu interolocutor (masculino o femenino según el caso).
Como mi cara de sorpresa no tiene límites, pues ella sabe del estado de mi cutis, del dolor de pies que tengo, de lo apretado de mi agenda, de lo rojos que tengo mis números bancarios, me propone una solución alternativa:
- Buscarse un amante con pasta y que te romancee los jueves de 20:00 a 0:00. Según refiere, los efectos son los mismos.
Acabo de colgar a Berta, su hijo berrea como si no hubiera comido en la vida. Algo me dice que la prolactina la tiene afectada y que ha perdido la cabeza. Sin embargo…......
Jajajaja, me ha parecido genial y divertidísimo. Feliz fin de semana. Saludos cordiales.
ResponderEliminarSin embargo.... tiene razón! Yo tengo el pelo tan largo como mis hijas porque para tenerlo corto voy a tener mucho tiempo, no soy pro-botox pero lo soluciono con muchas cremas y los anteojos no salen jamás de mi casa... prefiero andar ciega por el mundo antes de que deduzcan mi edad en cada esquina. Nada de viejita simpática!!!
ResponderEliminarJUASSSSSSSSSSSS ¡¡¡
ResponderEliminarQUE BÓ, QUE BÓ ¡¡¡