A JL Schez-G.
Llevaba un rato haciendo el ganso, remoloneando bolígrafo arriba, bolígrafo abajo sin poner una coma, leyendo por aquí y por allí, mientras esperaba a que se disipara la nebulosa que me acompaña desde hace unos días.
Y así, casi sin querer, medio a hurtadillas, descubro que alguien a quien aprecio, mucho, vaya a saberse por que tipo de sinergias vitales y estimas irracionales, acaba de perder a alguien a quien, a su vez, él apreciaba.
Una extraña cadena de aprecios puesta de manifiesto a través de pérdidas irrecuperables. Aprecios que no se diluyen cuando el sujeto apreciado desaparece y te quedas intentando recuperar el aliento y comprender de lo estúpido de algunas cosas.
Sé de lo injusto de la vida, o de la muerte, a saber. En definitiva, son las dos caras de la misma moneda aunque una parezca blanca y la otra sea aparentemente negra como la pez.
Acumulo, en poco tiempo, unas cuantas pérdidas feroces y en mi ábaco de recuento empiezan a escasear las bolas. Por eso comprendo, o creo comprender, como se siente, lo que siente.
Así que pese a la mar, que no el mar, de millas que nos separan, le abrazo y le beso, que no es mucho abrazar ni besar, pero que es, y lo sabe.
Y no puedo decirle nada, absolutamente nada, porque cuando estas cosas pasan, no se puede decir nada, absolutamente nada, salvo que uno sea bobo.
Nick Cave and the Bad Seeds -
muchas gracias amiga
ResponderEliminarDe nada querido.
ResponderEliminarBueno, aquí hace muchísmo frío. En realidad, no sabemos si somos de este mundo o de otro. Incluso, si nos volveremos a encontrar en otra dimensión. Qué quieres que te diga.
ResponderEliminarQuiero que me digas que algún día dejará de hacer frio y que esa dimensión de la que siempre hablas existe.
ResponderEliminarBss
...He llegado hasta aquí, creo, porque de algún modo tú has llegado a mí...
ResponderEliminar...Da igual, me quedo por ahora, un poco, y gracias...
;-)