Él graba un video que cuelga en una red social para que
ella, que sabe que le espía a ratos, sepa que se acuerda de ella. No quiere
llamarla y tampoco que ella lo haga, solo quiere que sepa que sabe. Ella se lo
pone unas cien veces, arrima el aparato al oído intentando despistar el ruido
que llega desde el salón. Analiza palabra por palabra, las anota en el reverso
de la lista de la compra para después leerlas despacio sin tener que volver a
la aplicación. Se va al baño para encerrarse. Allí no hay que dar explicaciones.
Enciende la radio y sube el volumen. Con la voz gritona del locutor de radiofórmula,
arranca a llorar e hipar hasta que ve su reflejo en el espejo y se siente idiota. Debería parar. Ella ya no es nadie, se deshinchó poco a poco, como un globo de helio. Tira de la cadena y apaga la radio. Abre el grifo, pone la cabeza debajo y
ahora los ojos rojos pueden ser cosa del champú. Se acomoda apoyándose en la
bañera y se fija en que debería cambiar las toallas y llamar al fontanero para
que repare el goteo continuo de la cisterna.
El partido ha llegado a la media parte. No queda cerveza en la nevera y el
revuelo, entre chistoso y tosco, le da una excusa. Se ofrece para salir, traerá unos cuantos
botellines y un par de paquetes de panchitos. Antes de salir, se pasa la mano por el cabello mojado, coge el paraguas y
coloca el móvil en el bolsillo.
domingo, 11 de julio de 2021
ESPECULACIONES
lunes, 7 de junio de 2021
DOS SIN TRES
La expresión "No hay dos sin tres" es una de esas mentiras que la gente ha decido creer y elevarla a los altares de los dichos populares porque con ella mantienen la esperanza. Y se colocan en un estado de espera positivo. Pero no hay "dos sin tres" es un salto al vacío del que no se puede aventurar como se va a llegar al suelo. Y porque puede que esa probabilidad del "dos sin tres" no sea más que un regalo envenenado; o una ilusión inexistente. Porque puede ser que, tanto para lo bueno como también para lo malo, haya un tremendo "dos" pero nunca "tres"; o puede que, mientras fundes el "dos" desees que nunca llegue ese "tres" que pesa como el plomo. Nunca llueve al gusto de todos y en el mundo de las probabilidades personales no hay exactitud en nada y los "dos" no necesariamente llevan al "tres". Debe ser por eso que nos enfadamos y nos reconciliamos dos veces y que, cuando llegó la tercera discusión, ya solo quedó espacio para un mutis por el foro más largo que la media, que dio al traste con la posibilidad de un tercer apaciguamiento. Pero no fue ese silencio impuesto por la soberbia y la gilipollez congénita lo que se cargó la viabilidad de reconducir aquella relación, sino el cansancio y la decepción. Puede que fuera por eso que, cuando a los meses de la segunda discusión llegó la tercera, las ofensas no daban demasiado de sí y el cansancio de tener que volver sobre las explicaciones inexplicables, allanó la distancia y dejó que las palabras quedaran muertas en mitad de la garganta. Hay historias que se fraguan al socaire de tres broncas monumentales, dos reconciliaciones y un silencio tan espeso como necesario. ¡Vaya que sí!
domingo, 30 de mayo de 2021
RIO REVUELTO
La separación de poderes es uno de los pilares que parece que el Gobierno quiere derribar. No es una impresión mía sino la de muchos ciudadanos que día a día observamos, desde la impaciencia y la desazón, como sistemáticamente se ataca al poder legislativo, cercenando las facultades de la cámara parlamentaria en la elaboración de normas. Legislar a golpe de Decreto Ley es una anormalidad que no debería producirse, lo mismo que no debe incluirse en una Ley sobre infancia las prerrogativas que benefician a los presos de ETA, por poner un ejemplo. Pero no sólo el poder legislativo sufre el desprecio de un ejecutivo fragmentado que es capaz de mentir hasta el infinito con tal de mantenerse en un poder que solo gestiona para su propia supervivencia.
El poder judicial sufre de una manera brutal y constante el cuestionamiento
y ataque por parte de los miembros del Gobierno que ponen en tela de juicio las
decisiones adoptadas en aplicación de la Ley. Esta semana tenemos dos ejemplos
claros. El anuncio del indulto gubernamental de los políticos catalanes que están presos por
intentar poner en jaque el orden constitucional y, por otro lado, las
declaraciones de la Ministra de Igualdad ante el llamamiento del Juzgado para
que Juana Rivas cumpla la condena por la sustracción de sus hijos que ha sido dictada y ratificada judicialmente. Andamos en
manos de necios, de personajes anclados a la vida política que difícilmente
pueden sobrevivir fuera del amparo la vida pública. Son personajes siniestros, con poco bagaje democrático y faltos de conocimientos jurídicos que son
incapaces de calibrar, a largo plazo, las consecuencias de su falta de escrúpulos
a la hora de dirigir y gestionar un país. Los indultos deben desaparecer de la
legislación. Las declaraciones de ministras incultas, mendaces y faltas de toda
formación, también. Nos esperan malos tiempos. Tiempos de políticos
que creen que la impunidad es consustancial a los puestos que ocupan. Pero se
equivocan, sus actuaciones tendrán respuesta en las urnas y en los Tribunales. Los ciudadanos no son idiotas y saben reconocer cuando se les toma el pelo, se les miente y se les ningunea. Y el poder judicial, vapuleado por oscuros intereses partidistas, seguirá en pie, aplicando la Ley
porque esa es su obligación, aunque con ello le salga un sarpullido a más de uno
de los que hoy, sin vergüenza ni rubor, ocupa butaca y acarrea cartera de cuero.
domingo, 6 de diciembre de 2020
COMERSE UN HÁMSTER
«Los seres humanos no desean la inmortalidad. Lo que quieren es, sencillamente, no morir. Quieren vivir (…) Quieren sentir la tierra bajo sus pies y ver las nubes por encima de su cabeza, amar a otras personas, estar con ellas y pensar en ellas.
Los comercios que resisten se han llenado de luces que contrastan con la oscuridad de una tarde de invierno. La ciudad está triste como un enfermo que no sabe si saldrá de ésta. Los hoteles del centro están cerrados a cal y canto. En el portal de uno de ellos, cerrado por reformas que nunca verán la luz, un indigente ha montado una exposición de cachivaches que contrastan con el brillo de la joyería de dos números más allá y que la hace más extraordinaria por el baño de realidad que nos entrega entre cartón revuelto y latas de cerveza que forman una monumental columna. Al girar la esquina, otra tienda de la que cuelga el cartel de cerrado y más allá una liquidación por fin de temporada que agoniza antes de un cierre que se ve venir. Preguntarse a dónde vamos es un tanto absurdo porque ya no sabemos nada. Las cosas han cambiado tan rápido que sobrellevamos la situación como podemos, sin hámsteres a los que ofrecer como un sacrificio a los Dioses con el que evitar que todo se derrumbe. Las cosas van mal y nada augura que vayan a mejorar. Acostumbrarse al gris, a los rostros semiocultos, al temor escondido entre litros de alcohol en gel y poco más, es la nueva normalidad que nos ha tocado en suerte. Y ojalá que podamos mantenerla si lo contrario supone convertirse en menos que cero, nada sobre nada. En estas fechas, parece que vamos sobrados de realidad y una suerte de espejismo nos hace olvidar que llevamos nueve meses de calamidad y cenizas. Vamos de cabeza a una tercera oleada de coronavirus y lo bucólico y engolado de la navidad va ganando la partida mientras el aire huele a formol, desinfectante y ausencias que duelen.
sábado, 10 de junio de 2017
CARCASAS
miércoles, 1 de junio de 2016
¡FASCISTA! Y TÚ MÁS
domingo, 12 de abril de 2015
IMBORRABLE
domingo, 1 de marzo de 2015
ATASCAGARGANTAS
martes, 24 de junio de 2014
LA MAGDALENA DE PROUST
Franz Kafka
domingo, 27 de abril de 2014
DE LO IMPOSIBLE
Cuando la vida te zarandea utilizando a los que se quiere, una palabra de menos es siempre más, y son los gestos, esos que se cuelan en la retina dolorida, los que nos sostienen como si fueran líneas de vida que nos anclan a ella, a la vida deliciosa y terrible a la vez.