martes, 9 de marzo de 2010

BLANCA Y RADIANTE


Toda la vida esperando este día y ya ha llegado. Está tan emocionada que no puede dejar de dar saltitos y palmas mientras repite a quien la quiera oír que es el día más feliz de su vida. Recorre la casa comprobando que todo está preparado. El vestido, su mayor orgullo,colgado y guardado en una preciosa funda de crepé que recoge una cola larguísima, como la que soñaba cuando era niña. Los zapatos, exquisitos, forrados en seda, la esperan alineados junto a la cama. En el tocador, la lencería, y uno sobrios pendientes, mil años atesorados para lucirlos en un día como hoy. Suspira pensando en lo bonito que es todo, en lo delicioso que es rodearse de semejantes exquisiteces, y en que siempre recordará este día. Está tan feliz. Empieza a cepillarse el pelo frente al espejo y simula un recogido que sabe le favorece. Nada puede estropearse. Una vida soñando con este momento. Ensaya sus votos. Sonríe mientras piensa que nadie ha tenido, ni tendrá, unos votos más preciosos que los suyos. Los lleva escribiendo desde que tiene uso de razón. Que felicidad! piensa, mientras pasa la mano por el tul que reposa sobre la silla.Se ha prometido dedicarse toda la mañana, no contestar al teléfono, hoy es su día, todo para ella, nada puede salir mal, pero suena con tanta insistencia que, sin duda, debe tratarse de algo urgente. Las flores, seguro. Descuelga y aliviada saluda amorosamente con una risita contenida. Escucha atentamente, la sonrisa se le descuelga de los labios. Apoya la espalda contra la pared, un peso invisible parece tirar de ella hasta dejarla sentada en el suelo. Rompe en un llanto ahogado mientras grita quien le mandaría escoger a semejante idiota que es capaz de joderle el mejor día de su vida.


La boda de mi mejor amigo - I say a little prayer



1 comentario:

  1. El amor nos vuelve niños, lo intentamos, experimentamos, hacemos lo posible para que todo marche bien y cuando pensamos que lo hemos logrado nos deja, No son las mujeres que se enamoran de la persona equivocada, son ellos que se equivocan con vosotras.

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