Rescato unas líneas que había empezado a escribir a propósito de algo que nada tiene que ver con este blog. Un mal momento, un ataque de malentendida soberbia, hizo que lo mandara, con un solo toque, a la papelera de reciclaje virtual. Y allí ha permanecido durante unos días, reposando. Pero, por aquellas cosas que a veces pasan, hoy he recordado ese inicio de líneas y las he recuperado. Vuelvo sobre mis pasos y pese a ser unas líneas infumables, como muchas de las cosas que por aquí cuelgan, son mías y escritas pensando que lo que allí ponía es totalmente cierto. Voy a permitirme el lujo de colgarlas tal y como quedaron, sin incluir ni una sola letra más:
“Podemos construir la vida sobre una montaña de palabras grandilocuentes, gruesas, conmovedoras e inmensamente falsas, convirtiendo esa vida en algo totalmente hueco, sin sentido. Pero podemos construirla a partir de silencios cómplices, de miradas que se encuentran en medio de la nada, que dan aquello que ninguna otra cosa, por explícita que sea, nos puede entregar. Por eso a veces, sólo a veces, valemos mucho más por lo que hemos aprendido a callar, por lo que hemos aprendido a mirar, por lo que dejamos que fluya sin ponerle las ataduras ni los límites que el lenguaje nos impone. Con el tiempo he aprendido a apreciar los silencios, esos que entiendo e incluso hago míos y por eso me permito transitar por las calles de lo callado, sin temerle en absoluto.”
A veces las cosas son así. Ni más ni menos. Hoy es gris.
Charlie Parker -
No quería romper este silencio, pero alguien debería hacer algo para impedir que pudieras tirar cosas como esta a la papelera de reciclaje.
ResponderEliminarSuscribo totalmente a Javier.
ResponderEliminarEl silencio es un arma, per la más letal es la sonrisa. Un beso
ResponderEliminarA veces tenemos la necesidad de estar en silencio, pero no por angustia, sino para poder de nuevo
ResponderEliminar..sino para poder "comenzar" de nuevo.. vaya se me quedo en los dedos la palabra Anita :S
ResponderEliminarvaya, pues creo que estas muy acertada,...y que cosas que nos han pasado antes se pueden reciclar para explicar situaciones actuales.
ResponderEliminarvaya, pues creo que tienes mucha razon, cosas que nos han pasado antes pueden reciclarse para explicar momentos actuales, inclusive los solencios.
ResponderEliminarOlé!
ResponderEliminarTacatá :)
ResponderEliminarCuando vuelvas a tener impulsos destructivos de tan honestas palabras, no dudes en enviármelo...Las custodiaré hasta que se te "desnublen" los "egos neuróticos".
ResponderEliminarNo asesines textos, por fa...Eres diferente!
Que va Eduardo, soy la normalidad personificada. Lo de los "egos neuroticos" me ha gustado...a ver si al fin será algo patológico lo mío. Gracia Eduardo por leer :)
ResponderEliminarSer "la normalidad personificada", reconcerlo, y serlo...eso es lo que te hace diferente...Hoy en día, ser "normal" es poco válido....Qué tontita es la gente.!BRavo An-Nita
ResponderEliminar...regálame tu papelera...
ResponderEliminarBueno, si las palabras son huecas, las miradas son como poesías de Tao Te King: largas, confusas, extrañas.
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