martes, 17 de enero de 2012

FILTROS

Un día alguien me preguntó por esa necesidad de viajar a lugares lejanos, a mundos extraños sin comodidades, con temperaturas y ambientes insalubres. Me preguntó qué buscaba, de qué escapaba. Contesté que no escapaba de nada porque, por lo general, aquello de lo que queremos huir, se encuentra dentro de nosotros y yo, al menos yo, no estoy dispuesta a cruzar océanos girando sobre mi misma para no ver mi propia sombra. Y ¿buscar? poca cosa.

Por eso,  cuando viajo a lugares recónditos, insanos, me llevo conmigo aquello que me pesa en exceso, lo cargo aunque duela y lo depuro sentándome en la orilla de algún meandro embarrado, observando a los niños que, sin complejos, sin nada más que agua y sus risas completan su círculo vital.

Y es entonces, frente a eso, con un filtro de por medio, cuando libero el lastre que arrastro. Las risas siempre son iguales, inmortales, eternas y yo, en pleno enero, estoy pensando en el próximo recodo en el que sentarme pronto, muy pronto.


Nick Cave & The Bad Seeds - (I'll Love You) Till the End of the World

5 comentarios:

  1. No me lo puedo creer.
    Tú como esos barcos de la civilización que desembarcan los deshechos de occidente en las desembocaduras de los hermosos rios africanos.
    Ya sé que lo tuyo no pesa, pero les contamina los espíritus y el alma.
    Espero no tener que denunciarte, andate con ojo.

    ResponderEliminar
  2. Kenit, no lo había pensado, ahora me siento fatal :(

    ResponderEliminar
  3. Poma, eso ha sonado como lo de Rodolfo langostino :)

    ResponderEliminar
  4. Me parece una vía de catarsis muy válida, contactar con círculos esenciales, puros, y tratar de sumergirse en ellos también, contaminarse.

    ResponderEliminar