Quise hacerle un regalo y no llegué a tiempo. Él, sin saberlo, posiblemente sin quererlo, me lo hizo a mi. Llego tarde, como en muchas ocasiones. No puedo enmendarlo, o sí.
Existen exquisitos retazos de mundo que nos regalan los que son capaces de crear, los que hacen de la belleza y la emoción, un parentesis que nos permiten continuar y descubrir que lo bello y la sensibilidad, por un momento, forman parte de nosotros mismos. Una momentánea fusión.
Tengo una cita en forma disco, tengo un mundo por descubrir. Tengo suerte.
© Fotografía naq
Tan importante es la capacidad de crear como la de apreciar. La una no es sin la otra.
ResponderEliminarEso se traduce en un "Yo soy yo, pero contigo soy más" Anita Noire dixit :)
ResponderEliminar¡Hos...as, qué bueno, tú!
ResponderEliminarEstá sembrá Anita y esa foto, me requetechifla¡¡¡
ResponderEliminarSí. La suerte pequeñita puede ser algo muy simple. No es cuestión de medidas.
ResponderEliminarMucha suerte, no sé qué medida tiene, y si la suerte es comparable con las suertes de otros.
Incluso, la muerte pude ser una suerte si hay mucho dolor físico.
No sé.
Mi día hoy está lleno de no sesss.
No te preocupes Kenit, mi vida esta llena de dias "no se". Besos (esto no tiene acentos, pufff)
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