La lluvia cae con rabia. Los soportales por refugio. Hubiera sido más sencillo esperar a que escampara pero camino sin prisa bajo el manto de agua que, desde hace unas horas, cubre la ciudad. Me recojo el pelo mojado y sigo caminando. Sólo es un aguacero más.
Lo chungo es cuando además de agua llueven Gilipollas ¡¡¡
ResponderEliminaraguacero purificante, renovador. mientras no llueva sobre mojado siempre es bienvenido.
ResponderEliminar... o menos...
ResponderEliminarPoma, espero que si tienen que llover gilipollas al menos pesen poco no vaya a ser que nos aplasten.
ResponderEliminar:)
Claro que sí Raúl. Un placer. Colocarse las katiuskas y silbar :)
ResponderEliminarBss
No,no Javier, yo quiero muchos aguaceros :)
ResponderEliminarHola Anita, qué sensación de serenidad cuando uno sigue su camino bajo la lluvia. Muy bella la imagen.
ResponderEliminarSaludos
Gracias Isota y es verdad, es así.
ResponderEliminar:)