jueves, 22 de septiembre de 2011

MUFFINS Y MADALENAS


Existe una determinada clase de personas que buscan la manera de sofisticar las cosas para que parezcan poco corrientes, poco vulgares y quedar como unos santos varones o santas damas.
Pero el intentar disfrazar las palabras con modos elegantes, suaves, incluso dulces, no hace que la realidad que enmascaran desaparezca. 

Los motivos por los que se disimulan los discursos, las actuaciones, las decisiones tomadas pueden ser variados pero casi siempre se resumen en uno: la ocultación de la vendida cobardía de quien dice o hace. 
El disfraz mentiroso no pretende evitar un mal rato a quien recibe la noticia, sino convertirlo en algo sencillo de decir, algo sencillo de hacer.
Este tipo de personas, salvo que se encuentren en medio de una bronca fenomenal en la que las lenguas anden sueltas, es extraño que le digan al otro que no le soportan más, que su cara y su discurso le aburren, que mejor que se vayan a dar una vuelta a Singapur y se pierdan por el camino. Lo vestirán de: “no es por ti, es por mí “, “no sé lo qué me pasa”, “necesito tiempo”. Discursos elaborados para mandar al otro al guano sin parecer desagradable.
Sin embargo, pese a lo almibarado, a lo endulzado, del mensaje, el que recibe ese “no es por ti, es por mí”, lo recibe como una bofetada con mano abierta, si no era lo esperado. Es por eso que el esfuerzo por endulzar lo dicho sólo pone en evidencia que el que utiliza semejante recurso no es más que un pazguato que toma al que tiene enfrente por tonto y que espera, con el tiempo y según le rote, volver a picar a la puerta de la que ahora se aleja sin despeinarse.

Pero lo dicho, dicho queda. Y lo que es, es. Por eso da igual que le llamen muffin o madalena, al final sólo es un bollo que da el mismo ardor de estómago. Un "hasta nunca" disfrazado de "hasta luego".

*Para C., con aprecio, a ver si se entera de que va la peli.

8 comentarios:

  1. Lo que viene a ser, mayormente, un "Al pan, pan y al vino, como locos", ¿no?... ;-)))

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  2. Sastamente. Hay que ver que clarividencia te asiste :)))))

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  3. Pues yo me lo sabía así: Al pan, pan, al vino, vino, y al Camacho, Marcelino, y una vez hecha esta especie de deposición para alzar el vuelo con más ligereza y gracia, si cabe, te diré que la actitud contraria, o sea, la mía, también siembra muchas enemistades y odios por el camino, y lo sé por experiencia ¿Que eso también sirve para sacudirse de encima lastre indeseable? Sí, pero tampoco es la panacea universal para la convivencia. A mí me lo han echado en cara muchas veces, aunque con los años aprendes a que esas cosas te la bufen.

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  4. Osea, que al final es aquello de "te pongas como te opongas, te voy a joder". Espero que mi querida C lo lea y se entere bien.

    P.D. Yo es que soy más de línea directa.

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  5. La gente que no habla claro, sino que utiliza subterfugios y rodeos vagos, me resultan de lo más irritable. Porque cuando yo les contesto (y soy demasiado bruto para seguirles el juego de rodeos), se escudan precisamente en esa vaguedad para negar lo que en realidad se está diciendo, y jugar así con la verdad y el cinismo a partes iguales. Son de los que hablan y hablan de ajedrez, pero nunca mueven pieza. No sirven para nada, viven en un continuo stand-by que les asegura no arriesgarse a nada, a pesar de no acabar de ser ninguna cosa. O sea, ¡¡cabrones!!

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  6. A mi me ponen pelín nerviosita, siempre he pensado que las cosas cuanto más claritas mejor. No cabe duda que todos necesitamos nuestro tiempo, pero cuando uno tiene claro lo que quiere y sabe que lo va a hacer, no hace falta marear la perdiz.
    Es aquello de más vale una vez amarillo que ciento de "colorao", pero en sentido inverso, más vale llevarse la leche de una vez que estar como un cancerbero esperando la siguiente.

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  7. Quizás siempre me pareciste genial. Últimamente te veo más pálida, no se si con problemas existenciales o problemas de amor. No sé, quizás sea yo que ando un poco desajustado emocionalmente. Cuando te veo de espaldas me parece que andas un poco más doblada.
    No sé si te oprime algo. Te lo digo por mi. Últimamente no ando nada positivo, tal vez sea mi forma de mirarte. Siempre me pareciste genial. Ya sabes que te quiero.

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  8. Mi palidez afrancesada ha sido siempre una de mis mejores características y sí, ando más doblada, los años no pasan en balde.
    Para tu ánimo te enviaría unos cuantos kilos de gominolas pero de cocacola ácida, ¿Dime cuantas quieres? besos

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