Me pregunta por qué sigo insistiendo. Encojo los hombros en un gesto indolente, no tengo voluntad, se la llevaron las aguas de marzo. Me extiende la mano y la retengo entre las mías. Siento el peso de su abandono. Apoyo la cabeza en su hombro y bostezo para provocar que el sueño prolongue, inútilmente, el momento.
Y es que: "Todas las grandes pasiones son desesperadas, no tienen ninguna esperanza, porque en ese caso no serían pasiones, sino acuerdos, negocios razonables, comercio de insignificancias".
No acaba de irse nunca, no acabo de irme nunca.
No acaba de irse nunca, no acabo de irme nunca.
Ay, Anita. Márai y esa música.
ResponderEliminarAy, Teresa....
ResponderEliminarMi opinión es que las pasiones no son desesperadas. Quizás ocurre que son más viscerales, todos los sentidos están más alertas, quieren ver la novedad. Apasionarse es como un lingotazo de LSD, pero consciente.
ResponderEliminarHe de decirte que no dudes en apasionarte.
Hay, Anita. Qué buñuelos vamos hacer cerca de Orión.
Lo desesperante es lo efímero de la pasión.Si no se consume totalmente, la brasas chamuscan.
ResponderEliminarLa falta de voluntad, el abandono, aie.... así se ecribe en francés pero el sentir es el mismo.
ResponderEliminarAnne
Totalmente de acuerdo, las pasiones nunca se van, tan aferradas a nuestra obsesión por detener el tiempo en ese momento que nos carcome el cerebro. Es lo lindo de la vida, uno nunca termina de entender porqué nos da tanto placer la desesperación.
ResponderEliminarKenit, no se que decirte, yo creo que las pasiones siempre tienen algo de desespero visceral. Apasionarse es emborracharse. El problema es el resacón de la mañana, día, mes o año siguiente. Te lo dice una que no gana para vitamina B12.
ResponderEliminarAndromeda me apetece mucho.
Anne, el francés es perfecto para las apasionadas laxitudes. ¿contradictorio? En absoluto. Algunas cosas sólo se pueden decir en francés.
ResponderEliminar"Aie", la guardo para mí.
Poma, a mi lo desesperante no es que la pasión sea efímera, creo que por su propia naturaleza lo es. Lo desesperante son las brasas, pero como todas, terminan por apagarse.
ResponderEliminar:)))
Dam, creo que la satisfacción proviene de estar pendientes de nosotros mismos, de lo que sentimos. Y sí queremos retener el tiempo, la pasión y eso, al final, mata.
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