Me dormí mientras leía a Constance De Salm. Me desperté sobresaltada, y no recordaba si lo había soñado, lo había leído, o simplemente era un pensamiento enquistado. Quizá ha llegado la hora de olvidar nuestros sueños y seguir caminando. Lo empuje con un vaso de agua y se clavó a medio camino del esternón.
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“Al verme de nuevo en casa, no puedo decir qué fue lo que sentí. Estaba ajena a todo lo que me rodeaba. El viejo Charles. Mi digno seguidor, en cuya presencia logré al menos pronunciar tu nombre, estaba aterrado ante el desconcierto de mi mente. Me puse a hacer miles de proyectos: creía que seguía oyéndote. Cuando me acosté, tras haber perdido toda esperanza, los pensamientos se me volvieron confusos; y esa larga noche que todavía nos separaba era para mí una eternidad de dolores. Los primeros rayos del día me devolvieron, empero un poco de calma: me parecía también que esclarecían mi alma”*.
*"Veinticuatro horas en la vida de una mujer sensible" de Constance de Salm, es una novela epistolar que gira en torno a las emociones provocadas por lo imaginado. Se publicó en 1824, que inspiró la novela de Stefan Zweig "Veinticuatro horas en la vida de una mujer".
En estos casos, a mí el vaso de agua no me funciona, te lo puedo asegurar... Enciendo el ordenador y me salen unos discursos magníficos que luego lee... Quien me contrata.
ResponderEliminar;-)
No olvidemos nunca nuestros sueños, es lo único que verdaderamente nos pertenece. Y sin ellos no se puede seguir caminando.
ResponderEliminar(Sé que me ha quedado muy melodramático, pero es que es verdad, ¡coño!)
Edu es que tú tienes enchufe y sabes de escribir. Yo agua o güisqui. Y sin contrato. ¿Tú crees que sí le digo a la boss que quiero un contrato me lo firma? ;-)
ResponderEliminarJavier, te estás poniendo muy moña. Jeje :)
ResponderEliminarLa impermeabilidad de algunos "quistes" va erosionandose con el tiempo, a base d vasito a vasito...hacia delante.
ResponderEliminarBon cap de setmana.
Y el güisqui también.
ResponderEliminarBon cap de setmana Amanda :)
Eso de los quistes no sé si creermelo. Yo tengo uno en la espalda que me sobresale, y no hemos hecho amigos.
ResponderEliminarA este ritmo voy a parecer un camello.
ResponderEliminar:)
Pues yo tengo pensamientos enquistados que al final explotan y se extienden en una metástasis de mala leche... Señores, me veo con úlcera, voy a ir haciendo provisión de Almax.
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