sábado, 17 de septiembre de 2011

REVOLVIENDO EL ALFABETO


Le regaló dos instantes. Con el tiempo olvidó que al entregarlos no los volvería a recuperar.  Al marcharse intento llevárselos, pero sabiéndolo imposible, los emborronó procurando esconder que estuvo allí. Fue tanta la insistencia que, al final, se fueron ensombreciendo, oscureciendo hasta convertirlos en un punto negro, impreciso, que la noche engulló.

"Tu cabello encanece entre mis manos y, como
aguas silenciosas, nos abandonan los recuerdos. Siento
la frialdad de la existencia pero tu olor se extiende en
las habitaciones y tu lascivia vive en mi corazón y entra
mi pensamiento en tus heridas".


 -Tu cabello encanece- Antonio Gamoneda

8 comentarios:

  1. Sí, cuando acaricien tu cabello encanecido, sentirás una sensación extraña, como si la mano que suavemente te acariacia moviera las manecillas de un reloj.
    Pero yo te querré siempre. Tus piernas seguirán tan bonitas. Y tu cara guardará esos rasgos hermosos de la juventud.
    Ya sabes que me hubiera casado contigo, si tú no te hubieras negado. Un beso.

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  2. oh! iba a escribir algo, pero después de leer a kenit sobra cualquier comentario.

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  3. Pues yo iba a decir una cosa muy bonita, pero después la sita Noire me dice que me pongo muy moña, así es que mejor me quedo rumiando mi rencor por los rincones :DDD (Además, ¿pa qué, si tiene razón Raúl?)

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  4. Kenit, si alguna vez, consigo hacer que las manecillas del reloj giren al revés, no volveré a cometer la torpeza de no casarme contigo. Dos besos

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  5. Pues Javier me quedo esperando esa cosa bonita, no me resigno a perderme esas cosas que molan aunque a veces te pongas moñas :p

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  6. Bueno, aceptando a la sita Noire como animal de compañía, diré lo que me moría de ganas por decir (gracias, sita).

    Aunque, hombre, pensándolo bien, bonita, bonita, lo que se dice bonita, no lo es, en su concepción estética (a la cosa esa que quería decir, me refiero), pero tiene miga, eso sí, y es que las personas, cuando dejamos atrás algo que verdaderamente nos importa, no sabemos hacerlo limpiamente, hemos de hacer como los pájaros, que para aligerar el vuelo suelen dejar una cagada tras de sí.

    Y ahora dime que esto es moñas, juas juas juas...

    Beso.

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  7. Pues es bonita y real como la vida misma. Acostumbramos a cagarla y cuando lo hacemos dejamos la plasta a la vista pero la señalamos con el dedo, y decimos que es del otro.
    Vale, hoy no era moñas.
    Bss

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