Todavía me hiere un poco aquel acto de desprecio. Cuando has sufrido mucho en la vida, cada dolor adicional es tan intolerable como insignificante. Mi vida es como un cuadro memento mori de arte europeo: siempre aparece una calavera sonriente a mi lado para que nunca me olvide de la locura de la ambición humana(…).
La razón por la que la muerte se aferra tanto a la vida no tiene nada que ver con la necesidad biológica; lo hace por envidia pura. La vida es tan bella que la muerte se ha enamorado de ella, un amor celoso y posesivo que agarra todo cuanto puede. Pero la vida salta por encima de la muerte con facilidad y en el fondo, lo poco que pierde carece de importancia -como el cuerpo, por ejemplo- y la melancolía no es más que la sombra de una nube pasajera.
La razón por la que la muerte se aferra tanto a la vida no tiene nada que ver con la necesidad biológica; lo hace por envidia pura. La vida es tan bella que la muerte se ha enamorado de ella, un amor celoso y posesivo que agarra todo cuanto puede. Pero la vida salta por encima de la muerte con facilidad y en el fondo, lo poco que pierde carece de importancia -como el cuerpo, por ejemplo- y la melancolía no es más que la sombra de una nube pasajera.
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