No sé que es lo que tienen los domingos que los convierte en algo distinto. Da igual que te levantes con la misma rutina con la que lo haces un día cualquiera. Que repitas, uno tras otro, los gestos que podrían corresponder a un lunes o a un jueves, da igual, los mismos gestos también parecen distintos.
Repito rutinas en festivo. Apago fuegos en domingo pero nada es igual.
Por eso la taza de café me sabe distinta, la mesa me parece menos estresante que otros días y el teléfono sólo es un objeto decorativo.
Es domingo. Me esperan unas horas de "extraña rutina", no importa, hoy es distinto.
nora jones -
© Fotografia naq
Haure de tornar a Barna per a que deixis de treballar.
ResponderEliminarJaume
(mira't el correu, crec que hi ha un altre que ja t'ha clitxat)
artista!
ResponderEliminarDoncs sí que hauries de tornar, sí. ( el correu ja l'he vist, jajaja, jo ja el vaig clitxar abans pero tenim un pacte de no agressió)
ResponderEliminarPeluí, tú sí que eres un artista :)
ResponderEliminarHay domingos que son eternos y muy poéticos. A mi me gustan mucho los domingos de Abril, no porque suene bien, sino porque son domingos de abril.
ResponderEliminarNunca se sabe demasiado bien, tienen algo los domingo, a veces por exceso, a veces por defecto, otros neutros.
ResponderEliminar:)