sábado, 21 de mayo de 2011

RESPIRAR


Cuando descubrió que las palabras entregadas se habían corrompido a fuerza de voltear de vacuidad en vacuidad, decidió olvidarlo para siempre. La constatación de la trivialización de sus emociones  hasta convertirlas en algo vulgar e intercambiable fue, quizá, lo que marcó el inicio del abismo. 

Se situó en el borde, miró el fondo, negro como la pez, y le soltó para que allí se perdiera, definitivamente, en el vacío en el que vivía por propia elección. Y ahí lo dejó para que vagara a perpetuidad sin más consuelo que la eterna soledad que escogió.
Respiró, había recobrado la libertad.


5 comentarios:

  1. Anita, el abismo no existe, es un error optico de paralaje. Mentalmente es el infinito: imaginar lo que no existe.
    Un beso, feliz jornada de reflexión.
    Hoy ya sabes que no te puedes pintar las uñas de los pies de rojo.

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  2. A que vas a tener razón...lo abismos siempre son mentales. Hoy estoy de medio mudanza, ire reflexionando mientras empaqueto. Y en cuanto a mis uñas esta semana lucen inmaculadas para que se oxigenen. Bss grande casi infinito.

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  3. La libertad está en nuestra mente y a veces, nuestra mente no nos deja ser libres.
    Un beso.

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  4. A veces los gestos, ni que sean simbólicos ayudan. Inténtalo, verás como funciona, al menos momentáneamente.
    Bss.

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  5. Pues yo aprovecharía ese abismo inexistente para abocar en él, antes de que se cierre, todo patógeno capaz de corromper la estabilidad personal.

    PARA KENIT: ¿Que el abismo no existe? ¿Y qué han sido las urnas españolas hasta el día presente? Quizá hoy todo cambie, quizá hoy sea un principio ¡Benditos jóvenes!

    Un saludo y felicidades por tus magníficos comentarios.

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