martes, 28 de diciembre de 2010

EUREKA

Ayer leía que cuando uno está un poco fastidiado debe escribir algo cómico y que cuando uno se siente feliz debe escribir algo dramático. Nunca lo había pensado. Hacerlo así posiblemente sea más difícil pero, estoy segura, que debe ser mucho más terapéutico. Revolcarse por la propia pena no ayuda mucho. El caso es que ahora mismo me  siento feliz y contenta pero me niego a escribir algo melodramático. No me da la gana. Y me siento así porque “sé” y como “sé” no me voy a estropear el momento.
El efecto balsámico del “conocimiento con causa” es desde luego el mejor aliado para alejar fantasmas. Como la información es poder y el poder  es la leche, puedo afirmar que en estos momentos me siento poderosa y la leche en bote. Así que no es que esté contenta, es que me acabo de pegar una panzada de reír espectacular, a mi costa (aclaro para que nadie se ofenda, que el personal anda sensible). Una risa totalmente catártica y  la verdad es que hoy, y creo que durante los próximos días,  voy a dormir como un lirón. Tengo que dar las gracias, muchas gracias, a los que sin darse cuenta me han dado la llave que ha abierto la puerta a este estado. Y qué bueno, que sano, que risa.
¿Un galimatías? Puede ser pero no voy a intentar explicarlo. Sólo sé que cuando uno consigue encajar, donde toca, algunas piezas que se emperraba en colocar donde no tocaba y que descuajeringaban todo el puzle, sólo puede romper a reír y exclamar aquello de “Eureka”. 
Así que, sólo me queda dar las gracias, seguir riéndome y pensar que algunas cosas de tan ridículas que  son sólo pueden hacernos reír. Permítanse unas risas, en serio, es muy sano.

Pd.: Prometo no ser tan criptica en próximas ocasiones pero es que me estoy tronchando de la risa, de verdad. 

3 comentarios:

  1. Y pensar que hay gente que tiene que pagar sesiones de "risoterapia" ...aysss. Señora Noire a su salud y por las risas ¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. Y lo cómico del caso es que esa pieza del puzle la tenías debajo de la mesa, desde hace semanas, y ni te habías dado cuenta. Un abrazo.

    ResponderEliminar